miércoles, 14 de mayo de 2014

Los méritos de los Sahaba (r), por www.musulmanesandaluces.org



KITAB FADA’IL AS-SAHABA[1]

LIBRO DE LOS MÉRITOS DE LOS COMPAÑEROS DEL PROFETA (s.a.s.)
(QUE ALLAH ESTÉ COMPLACIDO CON ELLOS)



I
LOS MÉRITOS DE ABU BAKR AS-SIDDIQ[2]
QUE ALLAH ESTÉ COMPLACIDO CON ÉL

        Anas ibn Malik relató que Abu Bakr as-Siddiq le relató que: Vi los pies de los idólatras muy cerca cuando estábamos en la cueva. Entonces dije: ¡Oh Mensajero de Allah! Si uno de ellos se mira los pies ciertamente nos va a ver. Y él me dijo: “¡Oh Abu Bakr! ¿Qué le puede suceder a dos cuando el tercero es Allah?”.[3]
       
            Abu Sa’id relató que el Mensajero de Allah (s.a.s.) se sentó en el púlpito y dijo: “Allah ha permitido a Su siervo elegir entre las bellezas del mundo o lo que está con El y eligió lo que está con El”. Entonces Abu Bakr lloró, lloró intensamente y dijo: ¡Que nuestros padres y madres sean tomados para rescatarte! Era el Mensajero de Allah (s.a.s.) al que se le había dado la elección y Abu Bakr lo sabía mejor que nosotros. Y el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “El más generoso hacia mi con sus bienes y su compañerismo es Abu Bakr. Y si yo fuera a elegir un amigo íntimo lo elegiría a Abu Bakr, pero con él tengo la hermandad del Islam. Que no quede ninguna ventana abierta hacia la mezquita excepto la ventana de Abu Bakr” [4].
        Este hadiz ha sido relatado por Abu Sa’id al-Judri a través de otra cadena de transmisores.

            Abdullah ibn Mas’ud relató que el Profeta (s.a.s.) dijo: “Si yo fuese a elegir un amigo íntimo elegiría a Abu Bakr, pero él es mi hermano y mi compañero. Y Allah, Exaltado y Majestuoso, ha tomado a vuestro compañero (él mismo) como su amigo íntimo”.

            Abdullah relató que el Profeta (s.a.s.) dijo: “Si yo fuese a tomar un amigo íntimo en mi comunidad, tomaría a Abu Bakr”.

       Abdullah relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Si hubiese elegido un amigo íntimo hubiese elegido al hijo de Abu Quhafa (Abu Bakr)”.

        Abdullah relató que el Profeta (s.a.s.) dijo: “Si fuese a elegir un amigo entre la gente de la tierra elegiría al hijo de Abu Quhafa, pero Allah ha tomado a vuestro compañero como Su amigo íntimo”.

        Este hadiz ha sido relatado a través de otra cadena de transmisores. Y en el relatado por Abdullah dice: El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “¡Mirad! Ciertamente yo estoy libre de tener amigos íntimos, pero si tuviese que elegir un amigo íntimo eligiría a Abu Bakr. Ciertamente Allah ha elegido a vuestro compañero como Su amigo íntimo”.

        Amr ibn al-As relató que el Mensajero de Allah (s.a.s.) lo envió a cargo del ejército a Dhat as-Salasil.[5] Al regresar le pregunté: ¿Quién es la persona que más quieres? Dijo: “A’isha”. Dije: ¿Y de los hombres? Dijo: “Su padre”. Dije: ¿Luego quién? Dijo: “Umar”. Luego nombró otros hombres.

        Ibn Abu Mulaika relató que escuchó a A’isha cuando le preguntaban: ¿A quién hubiera elegido el Mensajero de Allah (s.a.s.) como su sucesor (jalifa), si lo hubiera elegido? Elle dijo: Abu Bakr. Y le dijeron a ella: ¿Después de Abu Bakr quién? Ella dijo: Umar. Luego le dijeron a ella: ¿Y quién después de Umar? Ella dijo: Abu Ubaid ibn al-Yarrah. Luego de esto se quedó callada.

        Muhammad ibn Yubair ibn Mut’im relató de su padre que una mujer le preguntó una cosa al Mensajero de Allah (s.a.s.). Y él le dijo que volviera en otra ocasión. Ella dijo: ¡Oh Mensajero de Allah! ¿Y qué pasa si vengo y no te encuentro? Y pareció como si ella quiso decir que él podía morir. El dijo: “Si no me encuentras entonces ve a Abu Bakr”. Este hadiz también ha sido relatado por Yubair ibn Mut’mi a través de otra cadena de transmisores y en el dice que una mujer fue al Mensajero de Allah (s.a.s.) y le habló de una cosa y él le ordenó lo mismo que dice el hadiz anterior.  

        A’isha relató: Durante su enfermedad el Mensajero de Allah (s.a.s.) me dijo: “Llama a Abu Bakr y a tu hermano para que escriba un documento. Ya que ciertamente temo que los deseos de otro (se manifiesten) y el pretendiente diga: Yo tengo más derechos. Y Allah y los creyentes rechazarán a otro que no sea Abu Bakr”.

        Abu Huraira relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “¿Quién de vosotros está ayunando hoy?”. Abu Bakr dijo: Yo. Dijo: “¿Quién de vosotros ha seguido un funeral hoy?”. Abu Bakr dijo: Yo. Dijo: “¿Quién de vosotros ha dado de comer a un pobre hoy?”. Abu Bakr dijo: Yo. Dijo: “¿Quién de vosotros a visitado a un enfermo hoy?”. Abu Bakr dijo: Yo. Entonces el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “El que reúne estas cualidades debe entrar en el Paraíso”.

        Abu Huraira relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Había un hombre que conducía su vaca y ella llevaba una carga. Entonces la vaca lo miró y le dijo: Yo no he sido creada para esto, sino que he sido creada para trabajar la tierra. La gente dijo, con sorpresa y temor: ¡Gloria a Allah! ¿Acaso la vaca habló? Y el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Yo lo creo y también Abu Bakr y Umar”. Abu Huraira relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Había un pastor cuidando su rebaño cuando llegó un lobo y se llevó una cabra. El pastor lo siguió y consiguió rescatarla. Entonces el lobo lo miró y le dijo: ¿Quién la salvará cuando ella no tenga otro pastor que yo?”. La gente dijo: ¡Gloria a Allah! Y el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Yo lo creo y también Abu Bakr y Umar”.
       
        Este hadiz ha sido relatado por Ibn Shihab con la misma cadena de transmisores, pero sin mencionar la historia de la vaca.

        Este hadiz también ha sido relatado por Zuhri y en él se mencionan las historias de la vaca y la cabra. Y dice: “Yo ciertamente lo creo y también Abu Bakr y Umar”. Pero ellos no estaban allí.
       
        Este hadiz ha sido relatado por Abu Huraira a través de otra cadena de transmisores.


  
II
LOS MÉRITOS DE UMAR [6]
QUE ALLAH ESTÉ COMPLACIDO CON ÉL

        Ibn Abu Mulaika relató: Escuché a Ibn Abbas decir: Cuando Umar ibn al-Jattab estaba sobre su litera ([7]) (al morir) la gente lo rodeó y rogaron por él, lo elogiaron y hacer el salaton por él antes de levantarlo. Y yo estaba entre ellos. Nada me distraía excepto un hombre detrás mío que se aferró a mi hombro, entonces lo miré y vi que era Ali. Estaba rogando misericordia para Umar y dijo: No has dejado detrás tuyo a nadie con cuyas acciones quisiera encontrarme con Allah como tus acciones. ¡Por Allah! Deseo que Allah te una con tus dos compañeros. Ya que con mucha frecuencia escuché al Mensajero de Allah (s.a.s.) decir: “Llegué con Abu Bakr y Umar. Entré con Abu Bakr y Umar. Y salí con Abu Bakr y Umar”. Entonces ciertamente deseo y creo que Allah te juntará con ellos dos.

        Este hadiz ha sido relatado por Umar ibn Sa’id con la misma cadena de transmisores.

        Abu Sa’id al-Judri relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Durante un sueño vi una gente que usaba camisas, algunas de ellas llegaban al pecho y otras más allá. Y pasó Umar ibn al-Jattab con una camisa que arrastraba”. Dijeron: ¿Cómo lo interpretas? ¡Oh Mensajero de Allah! Dijo: “(Como fuerza) en la religión”.

        Hamza ibn Abdullah ibn Umar ibn al-Jattab relató de su padre que el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Estaba durmiendo y vi que me daban una copa con leche. Bebí de ella hasta percibir un reflejo a través de mis uñas. Luego la pasé lo que quedaba a Umar ibn al-Jattab”. Dijeron: ¿Cómo interpretas eso? ¡Oh Mensajero de Allah! Dijo: “Es el conocimiento”.

        Este hadiz ha sido relatado por Iunus con la misma cadena de transmisores.

        Abu Huraira relató: Escuché al Mensajero de Allah (s.a.s.) decir: “Estaba durmiendo y vi que estaba en un pozo de agua con un balde de cuero sacando el agua que Allah quería que sacara. Luego el hijo de Abu Quhafa (Abu Bakr) sacó uno o dos baldes de agua con cierta debilidad, que Allah lo perdone. Luego el balde se transformó en uno enorme y Umar ibn al-Jattab lo tomó. Y nunca he visto a un hombre fuerte sacar la cantidad de agua que sacó Umar ibn al-Jattab y sacó tanta que los camellos de toda la gente tuvieron suficiente para beber y descansar”.
(5891) Este hadiz ha sido relatado por Iunus a través de otra cadena de transmisores.

        Abu Huraira relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Vi a Ibn Abu Quhafa sacando agua. El resto del hadiz es el mismo.

        Abu Huraira relató que el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Mientras dormía me vi sacando agua de mi Estanque para saciar la sed de la gente. Y llegaba Abu Bakr y tomaba el cubo de cuero de mi mano para dar de beber y lo llenó dos veces, pero con cierta debilidad. Que Allah lo perdone. (Luego) llegaba Umar ibn al-Jattab y lo tomaba de él. Y nunca he visto a un hombre más fuerte que él (sacando agua) hasta que toda la gente sació su sed y el Estanque lleno de agua”.

        Abdullah ibn Umar relató que el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Vi (en un sueño) como yo sacaba agua con un cubo de cuero en una polea de madera. Y llegó Abu Bakr y sacó uno o dos cubos notándose cierta debilidad al hacerlo. Y que Allah, Bendito y Altísimo, lo perdone. Luego llegó Umar para saciar la sed (de la gente) y le fue cambiado el cubo por otro más grande. Y nunca he visto alguien más maravilloso entre la gente (sacando agua) y les sirvió agua hasta que estuvieron satisfechos y se fueron a descansar”.

        Salim ibn Abdullah relató de su padre el sueño del Mensajero de Allah (s.a.s.) con Abu Bakr y Umar ibn al-Jattab en un hadiz como este.

        Yabir relató que el Profeta (s.a.s.) dijo: “Entré en el Paraíso y vi en él una casa o un castillo. Y dije: ¿A quién pertenece? (Los ángeles) dijeron: A Umar ibn al-Jattab. Y quise entrar pero recordé tus celos”. Entonces Umar se puso a llorar y dijo: ¡Oh Mensajero de Allah! ¿Cómo puedo tener celos de ti?.
        Este hadiz ha sido relatado por Yabir a través de otra cadena de transmisores.

        Abu Huraira relató que el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Estaba durmiendo cuando me vi en el Paraíso y había una mujer realizando la ablución a un costado de un palacio. Entonces dije: ¿A quién pertenece? Dijeron: A Umar ibn al-Jattab. Y recordé los celos de Umar, entonces me di vuelta y me fui”. Abu Huraira dijo: Umar se puso a llorar y nosotros estábamos con el Mensajero de Allah (s.a.s.) en esa reunión. Luego Umar dijo: ¡Qué mi padre sea tu rescate! ¡Oh Mensajero de Allah! ¿Cómo puedo sentir celos de ti? Este hadiz ha sido relatado por Ibn Shihab con la misma cadena de transmisores.

        Sa’d ibn Abu Uaqqas relató: Umar pidió permiso del Mensajero de Allah (s.a.s.) para visitarlo y allí había unas mujeres de los Quraish conversando con él y que levantaban la voz por encima de la suya. Cuando Umar pidió permiso ellas se levantaron rápidamente y se fueron detrás de la cortina. Y el Mensajero de Allah (s.a.s.) sonriendo le concedió permiso para entrar. Entonces Umar dijo: Que Allah te permita sonreír toda la vida ¡oh Mensajero de Allah! Y el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Estoy sorprendido de éstas que estaban conmigo. En cuanto escucharon tu voz se fueron detrás de las cortinas”. Umar dijo: Tu tienes más derecho a ser temido ¡oh Mensajero de Allah! Luego les dijo: ¡Oh enemigas de vosotras mismas! Me teméis a mi y no teméis al Mensajero de Allah (s.a.s.). Ellas dijeron: Si, tu eres más duro y estricto que el Mensajero de Allah (s.a.s.).  El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “¡Por Aquel en cuyas manos está mi vida! Si Shaitán te encuentra en su camino ciertamente tomará un camino diferente del tuyo”.

        Abu Hurair relató que Umar ibn al-Jattab fue al Mensajero de Allah (s.a.s.) y allí había unas mujeres que estaban elevando sus voces por encima de la del Mensajero de Allah (s.a.s.). En cuanto Umar pidió permiso para entrar se fueron de prisa detrás de las cortinas. El resto del hadiz es el mismo.

        A’isha relató que el Profeta (s.a.s.) solía decir: “En las comunidades anteriores a la vuestra hubo gente inspirada (muhaddazun) y si hay alguno de ellos en mi comunidad ciertamente Umar ibn al-Jattab es uno de ellos”. Ibn Uahb dijo: Muhaddazun son los que reciben inspiraciones o signos del Altísimo (Mulhamun).
        Este hadiz ha sido relatado por Sa’d ibn Ibrahim con la misma cadena de transmisores.

        Ibn Umar relató: Umar dijo: Mi señor estuvo de acuerdo conmigo en tres oportunidades: Respecto a la estación de Abraham, respecto al velo y en el caso de los prisioneros de Badr.[8]

        Ibn Umar relató: Cuando murió Abdullah ibn Ubaii ibn Salul (el hipócrita) su hijo Abdullah ibn Abdullah fue al Mensajero de Allah (s.a.s.) y le pidió que le diese su camisa para usarla como mortaja para su padre. Y él se la dio. Luego le pidió que rezase por él. Entonces el Mensajero de Allah (s.a.s.) se dispuso a hacer el salat por él, pero Umar tomó al Mensajero de Allah (s.a.s.) de su túnica y le dijo: ¡Oh Mensajero de Allah! ¿Vas a hacer el salat por él cuando Allah lo ha prohibido? Y el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Allah me ha dado la elección diciendo: Da lo mismo que pidas o no que se les perdone. Aunque lo pidieras setenta veces. (9:80) Y yo le agregaré a las setenta”. Dijo: El era un hipócrita. Y el Mensajero de Allah (s.a.s.) rezó por él. Y Allah, Exaltado y Majestuoso, reveló: “No reces por ninguno de ellos cuando muera ni te detengas en su tumba.” (9:84)

        Este hadiz ha sido relatada por Ubaidullah con la misma cadena de transmisores, pero agrega: Y dejó de hacer el salat por ellos.



III
LOS MÉRITOS DE UZMÁN IBN AFFAN[9]
QUE ALLAH ESTÉ COMPLACIDO CON ÉL

        A’isha relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) estaba recostado en su casa con su muslo descubierto o su pantorrilla. Y Abu Bakr pidió permiso para entrar y le fue concedido. Y conversaron y él se quedó como estaba. Luego Umar pidió permiso y se le concedió y siguió conversando como estaba. Luego pidió permiso Uzmán y entonces el Mensajero de Allah (s.a.s.) se sentó y arregló sus ropas. Muhammad (uno de los transmisores) dijo: Yo no digo que haya ocurrido en un mismo día. Y entró y conversó y cuando salió, A’isha dijo: Entró Abu Bakr y no te perturbaste ni te arreglaste (las ropas), luego entró Umar y no te perturbaste ni te arreglaste, luego entró Uzmán y te sentaste y arreglaste tus ropas. Entonces él le dijo: “¿Acaso no debería ser modesto frente a un hombre con el que hasta los ángeles son modestos?”.

        A’isha, la esposa del Profeta (s.a.s.) y Uzmán relataron que Abu Bakr pidió permiso al Mensajero de Allah (s.a.s.) para entrar y él estaba recostado en la cama cubierto con la sábana de A’isha, le dio permiso y se quedó como estaba. Cuando completó su necesidad se retiró. Luego Umar pidió permiso, se lo concedió y se quedó en el mismo estado y cuando completó su necesidad se retiró. Uzmán dijo: Luego yo le pedí permiso y se sentó y le dijo a A’isha: “Arregla bien tus ropas”. Y yo completé lo que necesitaba y me retiré. Y A’isha dijo: ¡Oh Mensajero de Allah! ¿Porqué no te preocupaste en arreglarte frente a Abu Bakr y Umar como lo hiciste frente a Uzmán? El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Ciertamente Uzmán es una persona muy modesta (o pudorosa) entonces temí que si lo recibía en ese estado no llegase a contarme lo que necesitaba”.
        Este hadiz ha sido relatado por Uzmán y A’isha con el mismo texto.

        Abu Musa al-Ash’ari relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) estaba en uno de los jardines de Medina recostado en un almohadón y fijando una madera en el barro. Un hombre pidió que le abriesen la puerta. Y él dijo: “Ábrele y anúnciale el Paraíso”. Y era Abu Bakr. Le abrí y le anuncié al Paraíso. Luego otro hombre pidió que le abriesen. Y me dijo: “Ábrele y anúnciale el Paraíso”. Fui y era Umar, le abrí y le anuncié el Paraíso. Luego otro hombre pidió entrar y el Profeta (s.a.s.) se sentó y dijo: “Ábrele y anúnciale el Paraíso después de los problemas que lo afligirán”. Fui y era Uzmán ibn Affan, le abrí y le di las buenas noticias del Paraíso y le dije lo que había dicho. Entonces dijo: ¡Oh Allah! Dame paciencia y es Allah el que da la ayuda.
         Este hadiz ha sido relatado por Abu Musa al-Ash’ari con una pequeña variación de palabras.

        Abu Musa al-Ash’ari relató que hizo la ablución en su casa y luego salió y se dijo: Hoy me voy a quedar todo el día con el Mensajero de Allah (s.a.s.). Y llegó a la mezquita y preguntó por el Profeta (s.a.s.). Le dijeron: Se fue hacia allá. Entonces salí siguiendo sus pasos y preguntando por él hasta llegar a Bi’r Aris[10]. Y me senté frente a su puerta de madera hasta que el Mensajero de Allah (s.a.s.) terminó con sus necesidades e hizo la ablución. Entonces fui hacia él. Y estaba sentado al borde del pozo con sus piernas descubiertas hasta las rodillas y colgando dentro del pozo. Lo saludé, luego volví y me senté en la puerta. Y me dije: Hoy voy a ser el portero del Mensajero de Allah (s.a.s.). Y llegó Abu Bakr y golpeó la puerta. Yo dije: ¿Quién es? Dijo: Abu Bakr. Dije: Espera por favor. Y fui y dije: ¡Oh Mensajero de Allah (s.a.s.) Está Abu Bakr que pide permiso para entrar. Dijo: “Dale permiso y anúnciale el Paraíso”. Y fui y le dije a Abu Bakr: Entra y el Mensajero de Allah (s.a.s.) te anuncia el Paraíso. Y Abu Bakr entró y se sentó a la derecha del Mensajero de Allah (s.a.s.), y puso sus piernas en el pozo como había hecho el Mensajero de Allah (s.a.s.) y las descubrió hasta las rodillas. Luego yo salí y me senté. Yo había dejado a mi hermano haciendo la ablución y tenía que encontrarme. Yo me dije: Si Allah quiere el bien para alguien también lo quiere para su hermano y lo traerá. (Estaba pensando en esto) cuando golpearon la puerta. Y dije: ¿Quién es? Dijo: Umar ibn al-Jattab. Dije: Espera por favor. Y fui al Mensajero de Allah (s.a.s.), lo saludé y le dije: Es Umar que pide permiso. Dijo: “Dale permiso y anúnciale el Paraíso”. Y fui a Umar y le dije: Entra y el Mensajero de Allah (s.a.s.) te anuncia el Paraíso”. Y entró y se sentó a la izquierda del Mensajero de Allah (s.a.s.) con sus piernas colgando en el pozo. Yo regresé y me senté y me dije: Si Allah quiere el bien para alguien lo querrá para su hermano y lo traerá. Y un hombre golpeó la puerta. Yo dije: ¿Quién es? Dijo: Uzmán ibn Affan. Dije: Espera por favor. Y fui al Profeta (s.a.s.) y lo informé. Dijo: “Dale permiso y anúnciale el Paraíso y los conflictos que tendrá que enfrentar”. Fui y le dije: Entre y el Mensajero de Allah (s.a.s.) te anuncia el Paraíso y los conflictos que tendrás que enfrentar. Y entró y se encontró con que no había más lugar en la pared del pozo (donde estaban sentados los otros) y entonces se sentó frente a ellos. Sharik dijo: Sa’id ibn al-Musaiib dijo: De esto concluí cual sería el lugar de sus tumbas[11]. Abu Musa relató: Salí con la intención de encontrar al Mensajero de Allah (s.a.s.) y   me encontré con que había ido a los jardines. Lo seguí y lo encontré en un jardín, sentado sobre la pared de un pozo, con sus piernas descubiertas y colgando en el pozo. El resto del hadiz es el mismo, pero no menciona las palabras de Sa’id: De esto concluí cual sería el lugar de sus tumbas.

        Sa’id ibn al Musaiib relató que Abu Musa al-Ash’ari dijo: El Mensajero de Allah (s.a.s.) salió a las afueras de Medina para hacer sus necesidades. Y yo seguí sus pasos. El resto del hadiz es el mismo. Y en este hadiz menciona: Ibn al-Musaiib dijo: (Por como estaban sentados) concluí que así estarían sus tumbas, (ellos tres) juntos y Uzmán separado.   


IV
LOS MÉRITOS DEL ALI IBN ABU TALIB[12]
QUE ALLAH ESTÉ COMPLACIDO CON ÉL

        Amir ibn Sa’d ibn Abu Uaqqas relató de su padre que el Mensajero de Allah (s.a.s.) le dijo a Ali: “Tu eres respecto a mi como Aaron respecto a Moisés, excepto que no hay profetas después de mi”. Sa’id (ibn al-Musaiib) dijo: Yo quería escucharlo directamente de Sa’d. entonces me encontré con él y le conté lo que Amir (su hijo) me había dicho. Y entonces me dijo: Yo lo escuché de él. Yo le dije: ¿Tu lo escuchaste? El se puso los dedos en los oídos y me dijo: Si y si no que me quede sordo.

        Sa’d ibn Abu Uaqqas relató: En la batalla de Tabuk el Mensajero de Allah (s.a.s.) dejó atrás a Ali ibn Abu Talib, entonces éste le dijo: ¡Oh Mensajero de Allah! ¿Me dejas atrás entre las mujeres y los niños? El le dijo: “¿No estás satisfecho con ser para mi lo que Aaron fue para Moisés?, excepto que después de mi no habrá profetas”. Este hadiz ha sido relatado por Shu’ba a través de la misma cadena de transmisores.

        Amir ibn Sad ibn Abu Uaqqas relató de su padre que Muauiia ibn Abu Sufián nombró a Sa’d gobernador y le dijo: ¿Qué te impide insultar a Abu Turab (Ali)? Le dijo: No lo insultaré porque recuerdo tres cosas que el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo sobre él y aunque fuera solo una de ellas él me sería más amado que un camello rojo[13]. Escuché al Mensajero de Allah (s.a.s.) decirle (a Ali) que lo dejaba detrás en una de sus expediciones (Tabuk). Entonces Ali le dijo: ¡Oh Mensajero de Allah! ¿Me dejas con las mujeres y los niños? Y el Mensajero de Allah (s.a.s.) le dijo: “¿No estás satisfecho con ser para mi lo que Aaron fue para Moisés?, excepto que después de mi no habrá otro profeta”. Y el Día de Badr lo escuché decir: “Yo daré este estandarte a un hombre que ama a Allah y a Su Mensajero y que es amado por Allah y Su Mensajero”. Nosotros esperábamos que fuese para nosotros cuando dijo: “Llamad a Ali”. Y llegó con sus ojos irritados, él le puso su saliva en sus ojos y le entregó el estandarte. Y Allah le dio la victoria. (Y la tercera) es cuando fue revelada ésta aleya: “¡Venid! Vamos a llamar a nuestros hijos y a vuestros hijos”. (3:61)[14] Y el Mensajero de Allah (s.a.s.) llamó a Ali, Fátima, Hasan y Husain y dijo: “¡Oh Allah! Ellos son mi familia”.

        Sa’d relató que el Profeta (s.a.s.) le dijo a Ali: “¿No estás satisfecho con ser para mi lo mismo que Aaron fue para Moisés?”.

        Abu Huraira relató que en el Día de (la batalla de) Jaibar el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Ciertamente yo entregaré éste estandarte a un hombre que ama a Allah y a Su Mensajero y al que Allah le otorgará la victoria”. Umar ibn al-Jattab dijo: Ese fue el único día que yo quise tener el mando y fui a él con la esperanza de que me llamase. Pero el Mensajero de Allah (s.a.s.) llamó a Ali ibn Abu Talib, se lo entregó a él y le dijo: “Avanza y no mires alrededor hasta que Allah te otorgue la victoria”. Y Ali avanzó un poco, luego se detuvo y sin mirar alrededor dijo en voz alta: ¡Oh Mensajero de Allah! ¿Con que objetivo debo combatir a la gente? Dijo: “Combátelos hasta que atestigüen que no hay más dios que Allah y que Muhammad es el Mensajero de Allah. Y si hacen eso su sangre y sus bienes te son inviolables, excepto lo que la ley justifique y rendirán cuentas con Allah”.

        Sahl ibn Sa’d relató que el Día de Jaibar el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Ciertamente yo entregaré este estandarte a un hombre al que Allah otorgará la victoria, que ama a Allah y a Su Mensajero y que es amado por Allah y Su Mensajero”. La gente pasó la noche pensando a quien se lo entregaría. Cuando amaneció todos se apresuraron con el Mensajero de Allah (s.a.s.) deseando ser ellos a quien lo entregase. Pero él dijo: “¿Dónde está Ali ibn Abu Talib?”. Dijeron: ¡Oh Mensajero de Allah! El tiene los ojos inflamados”. Entonces lo mandó a llamar, llegó y el Mensajero de Allah (s.a.s.) le puso saliva en sus ojos, rogó por él y se curó como si nunca hubiera estado enfermo. Y le entregó el estandarte. Y Ali dijo: ¡Oh Mensajero de Allah! Los combatiré hasta que sean como nosotros. Dijo: “Avanza con cuidado hasta que llegues a sus espacios abiertos, luego llámalos al Islam e infórmalos de sus obligaciones con los derechos que tiene Allah. ¡Y por Allah! Que Allah guíe a una sola persona a través tuyo es mejor para ti que poseer el más valioso de los camellos (el camello rojo)”.

        Salama ibn al-Akua relató: En la batalla de Jaibar, Ali se quedó atrás (a cargo de su familia y del gobierno) y tenía los ojos inflamados. Y dijo: ¡Yo me quedo atrás del Mensajero de Allah (s.a.s.)! Entonces Ali salió y alcanzó al Profeta (s.a.s.). Cuando llegó la tarde de la noche anterior a la mañana en la que Allah otorgó la victoria, el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Ciertamente mañana yo entregaré éste estandarte a un hombre que es amado por Allah y Su Mensajero, o dijo: que ama a Allah y a Su Mensajero y al que Allah otorgará la victoria”. Y ahí estaba Ali al que nosotros no esperábamos. Ellos dijeron: Aquí está Ali. Y el Mensajero de Allah (s.a.s.) le entregó el estandarte y Allah le otorgó la victoria.

        Iazid ibn Haiián relató: Fui con Husain ibn Sabra y Umar ibn Muslim a lo de Zaid ibn Arqam. Cuando nos sentamos con él Husain le dijo: ¡Oh Zaid! Tu has tenido la posibilidad de adquirir una gran virtud ya que has visto al Mensajero de Allah (s.a.s.), escuchaste sus palabras, combatiste a su lado y rezaste detrás suyo. Ciertamente has adquirido una gran virtud ¡Oh Zaid! Relátanos lo que has escuchado del Mensajero de Allah (s.a.s.) Dijo (Zaid): ¡Oh mi sobrino! ¡Por Allah! He envejecido, casi ha pasado mi vida y he olvidado algunas de la cosas que recordaba relacionadas con el Mensajero de Allah (s.a.s.). Entonces aceptad lo que os cuente y respecto a lo que no os cuente no me obliguéis a hacerlo. Luego dijo: Un día en una fuente de agua llamada Jumm, entre Meca y Medina, el Mensajero de Allah (s.a.s.) se levantó para dar un sermón. Entonces alabó a Allah y lo ensalzó. Y dio el sermón y exhortó. Luego dijo: “Y después de esto, ¡oh gente! Soy un ser humano y estoy por recibir un mensajero (el ángel de la muerte) de mi Señor y yo responderé. Os dejo dos cosas de peso: La primera de ellas es el Libro de Allah, en él está la guía y la luz. Tomad el Libro de Allah y aferráos a él”. Y nos exhortó a el Libro de Allah. luego dijo: “Y los miembros de mi familia. Os recuerdo por Allah a los miembros de mi familia. Os recuerdo por Allah a los miembros de mi familia. Os recuerdo por Allah a los miembros de mi familia”. Husain le dijo (a Zaid): ¿Y quiénes son los miembros de su familia? ¡Oh Zaid! ¿Acaso sus esposas son los miembros de su familia? Dijo: Sus esposas son los miembros de su familia. Pero (aquí) los miembros de su familia son aquellos para los cuales está prohibido aceptar Zakat. Dijo: ¿Y quiénes son ellos? Dijo: Ellos son la familia de Ali, la familia de Aqil, la familia de Ya’far y la familia de Abbas. Dijo (Husain): ¿Todos ellos tienen prohibido el Zakat? Dijo (Zaid): Si.
        Este hadiz ha sido relatado por Zaid ibn Arqam a través de otra cadena de transmisores.

        Este hadiz ha sido relatado por Abu Haiian pero en este agrega: “El Libro de Allah, en él hay una guía y luz. Quien adhiera y se aferre a él estará guiado y quien se desvíe de él se extraviará”.

        Iazid ibn Haiian relató que fuimos a lo de él (Zaid ibn Arqam) y le dijimos: Tu has obtenido el bien ya que has estado en compañía del Mensajero de Allah (s.a.s.) y rezado detrás suyo. Y el resto del hadiz es el mismo excepto que dice: “¡Mirad! Os dejo dos cosas de peso: Una de ellas es el Libro de Allah, Exaltado Y Majestuoso. Que es la cuerda de Allah. Quien lo siga será guiado y quien lo abandone estará en el error”. Y en él dice: Dijimos: ¿Y quienes son los miembros de su familia? ¿Sus esposas? Dijo: No, ¡por Allah!, una mujer está con un hombre durante cierto tiempo, luego la divorcia y ella regresa con sus padres y su gente. Los miembros de su familia son él mismo y sus parientes (de sangre) para los cuales está prohibido aceptar el Zakat.

        Sahl ibn Sa’d relató que una persona de la familia de Maruán fue nombrado gobernador de Medina. Y mandó a llamar a Sahl ibn Sa’d y le ordenó que insultase a Ali. Pero Sahl no quiso. Entonces le dijo: Si no aceptas hacerlo al menos di: Que Allah maldiga a Abu Turab[15]. Sahl dijo: Para Ali no había un nombre más querido que Abu Turab. Y él se alegraba si se lo llamaba así. Dijo: Cuéntanos la historia de porqué fue llamado Abu Turab. Dijo: El Mensajero de Allah (s.a.s.) llegó a la casa de Fátima y no encontró a Ali en la casa. Entonces dijo: “¿Donde está tu primo?”[16]. Ella (Fátima) dijo: Hubo algo entre nosotros y se enojó conmigo. Salió y no descansó aquí. Y el Mensajero de Allah (s.a.s.) le dijo a una persona: “Mira donde está”. Y volvió y dijo: ¡Oh Mensajero de Allah! Está durmiendo en la mezquita. El Mensajero de Allah (s.a.s.) fue a él y lo encontró acostado, su manto se había caído y estaba cubierto de polvo. Y el Mensajero de Allah (s.a.s.) comenzó a sacudirle el polvo y le dijo: “¡Levántate Abu Turab! ¡Levántate Abu Turab¡” [17].



V
LOS MÉRITOS DE SA’D IBN ABU UAQQAS[18]
QUE ALLAH ESTÉ COMPLACIDO CON ÉL

        A’isha relató: Una noche el Mensajero de Allah (s.a.s.) se acostó y dijo: “¿Si hubiera un hombre recto de entre mis Compañeros que vigilara para mi durante la noche?”. Y entonces escuchamos un ruido de armas. Y el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “¿Quién es?”. Sa’d ibn Abu Uaqqas dijo: ¡Oh Mensajero de Allah! He venido para ser tu guardián. A’isha dijo: Y el Mensajero de Allah (s.a.s.) se durmió hasta que pude escuchar sus ronquidos.

        A’isha relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) se acostó una noche al llegar a Medina y dijo: “Ojalá hubiera un hombre recto de entre mis Compañeros que hiciera la guardia para mi durante la noche”. Ella dijo: Y estábamos en esto cuando escuchamos un ruido de armas. Dijo: “¿Quién es?. Dijo: Sa’d ibn Abu Uaqqas. Y el Mensajero de Allah (s.a.s.) le dijo: “¿Para qué has venido?”. Dijo: Sentí miedo por el Mensajero de Allah (s.a.s.) entonces vine a cuidarte. Y el Mensajero de Allah (s.a.s.) rogó por él. Luego durmió. En el hadiz transmitido por Ibn Rumh hau una pequeña variación de palabras.

        A’isha relató: Esa noche el Mensajero de Allah (s.a.s.) se fue a la cama, el resto del hadiz es el mismo.

        Abdullah ibn Shaddad relató: Escuché a Ali decir: El Mensajero de Allah (s.a.s.) jamás juntó a sus padres excepto para Sa’d ibn Malik cuando en el día de Uhud le dijo: “Arroja la flecha y ¡que mi padre y mi madre sean tu rescate!”[19].
        Este hadiz ha sido relatado por Ali a través de otra cadena de transmisores.

        Sa’d ibn Abu Uaqqas relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) unió para mi a sus padres en el Día de Uhud.
        Este hadiz ha sido relatado por Iahia ibn Sa’d con la misma cadena de transmisores.

        Amir ibn Sa’d relató de su padre que el Profeta (s.a.s.) unió para él a sus padres el Día de Uhud. Un hombre de los idólatras había prendido fuego a los musulmanes. Entonces el Profeta (s.a.s.) le dijo: “Arroja tu flecha. ¡Y qué mi padre y mi madre sean tu rescate!”. Y tomé mi arco y le arrojé una flecha sin plumas que se clavó en su costado, lo hizo caer y sus partes privadas quedaron al desnudo. El Mensajero de Allah (s.a.s.) comenzó a reír hasta que yo pude ver sus dientes frontales.

        Mus’ab ibn Sa’d relató de su padre que numerosas aleyas del Corán fueron reveladas en relación a él. La madre de Sa’d había jurado que no le volvería a hablar hasta que no abandone su religión. Y dejó de comer y de beber. Y le dijo: Allah te ha ordenado tratar bien a tus padres. Y yo soy tu madre y te ordeno que hagas esto. Y ella estuvo tres días así hasta que se desmayó por el esfuerzo. Entonces su hijo que entonces se llamaba Umara le dio de beber y ella lo maldijo. Y entonces Allah, Exaltado y Majestuoso, reveló ésta aleya: “Hemos ordenado al hombre que se porte bien con sus padres. Pero si estos insisten en que Me asocies algo de lo que no tienes conocimiento ¡no les obedezcas!”. (29:8) Y: “En esta vida pórtate amablemente con ellos”. (31:15) Y dijo: El Mensajero de Allah (s.a.s.) había recibido un gran botín de guerra y había una espada en él. Yo la tomé, fui al Mensajero de Allah (s.a.s.) y le dije: Dame esta espada, tu conoces mi estado. El dijo: “Devuélvela de donde la tomaste”. Regresé para dejarla en el depósito pero no me pude contener y volví con él y le dije: Dámela. Y él me dijo con una voz fuerte: “Devuélvela de donde la tomaste”. Y entonces Allah, Exaltado y Majestuoso, dijo: “Te preguntan por el botín”. (8:1) Y dijo: En una oportunidad estuve enfermo y mandé a llamar al Profeta (s.a.s.) y él vino. Le dije: Permíteme distribuir mi propiedad como quiera. Pero no quiso. Y le dije: Entonces la mitad. Pero no quiso. Le dije: ¿Y un tercio? Y se quedó callado. Y fue después de esto que está permitido dar (en caridad) un tercio de los bienes. Y dijo: Fui a un grupo de los Ansares y de los Emigrantes y ellos me dijeron: Ven que te serviremos vino. Y esto fue antes de que el vino fuese prohibido. Y fui con ellos a un jardín donde había una cabeza de camello asada y un odre con vino. Y comí y bebí con ellos. Y comenzó una discusión sobre los Ansares y los Emigrantes. Yo dije: Los Emigrantes son mejores que los Ansares. Entonces uno de los hombres tomó un trozo de la cabeza del camello y me golpeó la nariz. Y yo fui al Mensajero de Allah (s.a.s.) y le conté. Entonces Allah, Exaltado y Majestuoso, reveló las aleyas relacionadas con el vino: “Ciertamente el vino, los juegos de azar, (sacrificar) a las piedras erectas y (la adivinación por) las flechas no son sino abominaciones y obra de Shaitán”. (5:90)

        Este hadiz también ha sido relatado por Simak. Y en el transmitido por Shu’ba dice: Cuando quisieron alimentarla le abrieron la boca con la ayuda de un palo y luego pusieron comida en ella. Y también dice: Golpeó la nariz de Sa’d y lo hirió. Y la nariz de Sa’d tenía la marca de esa herida.

        Sa’d relató que relacionado con él, Ibn Mas’ud y otros siete fue revelado: “No rechaces a quienes invocan a su Señor por la mañana y por la tarde buscando Su agrado”. (6:52) Ya que los idólatras le habían dicho al Profeta (s.a.s.): Aleja a esos.[20]

        Sa’d relató: Estábamos siete hombres en compañía del Mensajero de Allah (s.a.s.) cuando los idólatras le dijeron al Profeta (s.a.s.): Aleja a esos para que no sean insolentes con nosotros. Yo era uno de ellos e Ibn Mas’ud, un hombre de Hudail, Bilal y dos hombres cuyos nombres no conocía. Y entonces le ocurrió al Mensajero de Allah (s.a.s.) lo que Allah quiso que le sucediera. Habló con él mismo. Y Allah, Exaltado y Majestuoso, reveló: “No rechaces a quienes invocan a su Señor por la mañana y por la tarde buscando Su agrado”. (6:52) 



VI
LOS MÉRITOS DE ZUBAIR[21] Y DE TALHA[22]
QUE ALLAH ESTÉ COMPLACIDO CON AMBOS

        Abu Uzmán relató: En uno de los días en los que el Mensajero de Allah (s.a.s.) combatió no había nadie con él excepto Talha y Sa’d.

        Yabir ibn Abdullah relató: El día de la Batalla del Foso el Mensajero de Allah (s.a.s.) exhortó a la gente (a combatir). Y Zubair respondió al llamado. Luego los exhortó. Y Zubair respondió. Luego los exhortó (nuevamente). Y Zubair respondió al llamado. Entonces el Profeta (s.a.s.) dijo: “Todos los profetas tienen asistentes (ayudantes) y mi asistente es Zubair”.
        Yabir relató este hadiz a través de otra cadena de transmisores.

        Abdullah ibn Zubair relató: El día de la Batalla del Foso estaba con Umar ibn Abu Salama en el fuerte de Hasan (ibn Zabit) con las mujeres. El se inclinó hacia mi una vez y yo miré y yo me incliné hacia él una vez y él miró. Y reconocí a mi padre montado en su caballo con sus armas cabalgando hacia los Banu Quraiza. Y Abdullah ibn Urua relató que Abdullah ibn Zubair dijo: Le mencioné esto a mi padre y él me dijo: ¿Tu me viste? ¡Oh hijo mío! Dije: Si. Dijo: ¡Por Allah! Ese día el Mensajero de Allah (s.a.s.) unió para mi a sus padres. Dijo: “Que mi padre y mi madre sean tu rescate”.   

        Abdullah ibn Zubair relató: El día de la Batalla del Foso yo estaba con Umar ibn Abu Salama en el fuerte donde estaban las mujeres, o sea las esposas del Profeta (s.a.s.). El resto del hadiz es el mismo.

        Abu Huraira relató que el Mensajero de Allah (s.a.s.) estaba en la montaña de Hira (una de las montañas de Meca) y con él estaban Abu Bakr, Umar, Uzmán, Ali, Talha y Zubair. Y entonces la montaña tembló. Y el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Tranquila, que sobre ti no hay otra cosa que un Profeta o un Siddiq (un Veraz) o un mártir”[23].

        Abu Huraira relató que el Mensajero de Allah (s.a.s.) estaba en la montaña de Hira cuando ésta tembló. Y el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Cálmate Hira. Que sobre ti no hay sino un Profeta o un Siddiq o un mártir”. Y sobre ella estaban el Profeta (s.a.s.), Abu Bakr, Umar, Uzmán, Ali, Talha, Zubair y Sa’d ibn Abu Uaqqas. Que Allah esté complacido con todos ellos.

        Hisham relató que su padre (Urua Ibn Zubair) dijo: A’isha me dijo: ¡Por Allah! Tus dos padres son (de los mencionados en esta aleya): “Son de aquellos que respondieron a Allah y al Mensajero a pesar la desgracia que los afectó”. (3:172)
(5945) Este hadiz ha sido relatado por Hisham a través de la misma cadena de transmisores, pero agrega: Abu Bakr y Zubair.[24]

        Urua relató: A’isha me dijo: Tus padres están entre aquellos por los que se reveló: “Son de aquellos que respondieron a Allah y al Mensajero a pesar la desgracia que los afectó”.



VII
LOS MÉRITOS DE ABU UBAIDA IBN AL-YARRAH [25]
QUE ALLAH ESTÉ COMPLACIDO CON ÉL

        Anas relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Toda comunidad tiene su hombre de confianza (amin) y el hombre de confianza de esta comunidad es Abu Ubaida ibn al-Yarrah”.

        Anas relató que le gente del Yemen fue al Mensajero de Allah (s.a.s.) y le dijo: Envía con nosotros a un hombre que nos enseñe la Sunna y el Islam. Entonces el Mensajero de Allah (s.a.s.) tomó a Abu Ubaida de la mano y dijo: “Este es el hombre de confianza de esta comunidad”.

        Hudhaifa relató: Llegó gente de Nayran al Mensajero de Allah (s.a.s.) y dijeron: ¡Oh Mensajero de Allah! Envíanos un hombre de confianza. El dijo: “Ciertamente os enviaré un hombre que es realmente digno de confianza, realmente digno de confianza”. La gente miró deseando (ser ese hombre). Pero él envió a Abu Ubaida ibn al-Yarrah.
        Este hadiz ha sido relatado por Abu Ishaq con la misma cadena de transmisores.



VIII
LOS MÉRITOS DE HASAN Y HUSAIN
QUE ALLAH ESTÉ COMPLACIDO CON AMBOS

        Abu Huraira relató que el Profeta (s.a.s.) le dijo a Hasan: “¡Oh Allah! Ciertamente yo lo amo. Entonces ámalo y ama a quien lo ame” [26].

        Abu Huraira relató: Salí con el Mensajero de Allah (s.a.s.) una parte del día y él no me habló ni yo le hablé. Hasta que llegó al mercado de los Banu Qunaiqa. Luego regresó hasta llegar a la casa de Fátima y le dijo: “¿Está el pequeño? ¿Está el pequeño?(refiriéndose a Hasan)”. Nosotros pensamos que su madre lo retenía porque lo estaba bañando, vistiéndolo y arreglándolo. Pero no pasó mucho tiempo que llegó corriendo hasta abrazarse uno con el otro. Y el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “¡Oh Allah! Ciertamente yo lo amo, entonces ámalo y ama a quien lo ame”.

        Al-Bará ibn Azib relató: Vi a Hasan ibn Ali sobre los hombros del Profeta (s.a.s.) y él decía: “¡Oh Allah! Yo lo amo, ámalo”.

        Iias relató que su padre dijo: Yo conduje la mula blanca del Profeta de Allah (s.a.s.) con Hasan y Husain hasta llegar al departamento del Profeta (s.a.s.). Uno de ellos montaba adelante suyo y el otro detrás.



IX
LOS MÉRITOS DE LA FAMILIA DEL PROFETA (s.a.s.)

        A’isha relató: Una mañana el Profeta (s.a.s.) salió usando un manto rayado de pelo de camello negro. Y llegó Hasan ibn Ali y lo envolvió bajo el manto, luego llegó Husain y también lo puso allí, luego llegó Fátima y también la envolvió y llegó Ali y lo envolvió. Luego dijo: “Allah solo quiere libraros de la suciedad. Gente de la casa. Y purificaros por completo”. (33:33)



X
LOS MÉRITOS DE ZAID IBN HARIZ [27] Y USAMA IBN ZAID
 QUE ALLAH ESTÁ COMPLACIDO CON AMBOS

        Salim ibn Abdullah relató que su padre dijo: Nosotros solíamos llamar a Zaid ibn Hariz como Zaid ibn Muhammad hasta que fue revelado en el Corán:Llamadles por el nombre de su padre. Es más equitativo ante Allah”. (33:5)

        Este hadiz ha sido relatado por Abdullah a través de otra cadena de transmisores.

        Ibn Umar relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) envió una expedición y nombró a Usama ibn Zaid al frente de ella. La gente objetó su nombramiento, entonces el Mensajero de Allah (s.a.s.) se levantó y dijo: “Objetáis su nombramiento como antes objetasteis el de su padre. ¡Y por Allah! El era un jefe apropiado y era una de las personas más amadas por mi. Y después de él éste (Usama) es una de las personas más amadas por mi”.

        Salim relató de su padre que el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo desde el púlpito: “Os oponéis a su mando, el de Usama ibn Zaid, como antes os habéis opuesto al mando de su padre. ¡Y por Allah! él era apto para ello. ¡Y por Allah! era una de las personas que yo más amaba. ¡Y por Allah! ciertamente este, Usama ibn Zaid, es apto para ello. ¡Y por Allah! después de él, este es muy amado por mi y os aconsejo que lo tratéis bien, ya que ciertamente es de los más piadosos entre vosotros”.



XI
LOS MÉRITOS DE ABDULLAH IBN YA’FAR
 QUE ALLAH ESTÉ COMPLACIDO CON ÉL

        Abdullah ibn Abu Mulaika relató que Abdullah ibn Ya’far le dijo a Ibn Zubair: ¿Te acuerdas cuando nosotros dos e Ibn Abbas nos encontramos con el Mensajero de Allah (s.a.s.) y nos subió a los dos (a su camello) y te dejó a ti? Dijo: Si.[28]
        Este hadiz ha sido relatado por Habib ibn ash-Shahid.

        Abdullah ibn Ya’far relató: Cuando el Mensajero de Allah (s.a.s.) volvía de un viaje era recibido por los niños de su familia. (En una oportunidad) al regresar de un viaje yo me adelanté y él me hizo montar frente a él, luego llegó uno de los hijos de Fátima y lo montó detrás de él. Y así fue que los tres entramos en Medina montados en la bestia.

        Abdullah ibn Ya’far relató: Cuando el Profeta (s.a.s.) volvió de un viaje se encontró con nosotros. Y me encontró a mi y a Hasan o a Husain. Y montó a uno de nosotros adelante y al otro detrás y así entramos a Medina.

        Abdullah ibn Ya’far relató: Un día el Mensajero de Allah (s.a.s.) me montó detrás suyo y me relató un secreto que no le contaré a nadie de la gente.



XII
LOS MÉRITOS DE JADIYA[29], LA MADRE DE LOS CREYENTES
 QUE ALLAH ESTÉ COMPLACIDO CON ELLA

        Abdullah ibn Ya’far relató: Escuché a Ali en Kufa decir: Escuché al Mensajero de Allah (s.a.s.) decir: “La mejor mujer de su tiempo fue María bint Imran y la mejor mujer de su tiempo fue Jadiya bint Juuailid”. Abu Kuraib dijo: Uaki’ señaló hacia el cielo y hacia la tierra.[30]

        Abu Musa relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Entre los hombres ha habido muchos perfectos, pero entre las mujeres solo María bint Imran y Asiia, la esposa de Faraón. Y el mérito de A’isha sobre las otras mujeres es como la del zarid[31] sobre las otras comidas”.

        Abu Huraira relató: Gabriel fue al Profeta (s.a.s.) y le dijo: ¡Oh Mensajero de Allah! Jadiya viene a ti con un plato de comida condimentada y pan o con una bebida. Cuando llegue dale saludos de su Señor, Exaltado y Majestuoso, y míos. Y dale las buenas nuevas de una casa de joyas en el Paraíso donde no habrá ruidos ni fatigas. Este hadiz ha sido relatado por Abu Huraira a través de otra cadena de transmisores con una pequeña variación de palabras.

        Ismael relató: Le dije a Abdullah ibn Abu Aufa: ¿El Mensajero de Allah (s.a.s.) le anunció a Jadiya una casa en el Paraíso? Dijo: Si, él le anunció una casa de joyas en el Paraíso donde no habrá ruidos ni fatigas.
        Este hadiz ha sido relatado por Ibn Abu Aufa a través de otras cadenas de transmisores.

        A’isha relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) le dio a Jadiya bint Juuailid las buenas nuevas de una casa en el Paraíso.

        A’isha relató: Nunca estuve celosa de una mujer como lo estuve de Jadiya. Y ella había muerto tres años antes de que se casase conmigo. Yo escuchaba que la mencionaba y que su Señor le ordenó que le diese las buenas nuevas de una casa de joyas en el Paraíso. Y siempre que sacrificaba una oveja enviaba carne a las amistades de ella.

        A’isha relató: Nunca estuve celosa de las esposas del Profeta (s.a.s.) excepto de Jadiya, a pesar de no haberla conocido. Y cada vez que el Mensajero de Allah (s.a.s.) sacrificaba una oveja decía: “Enviadla a las amigas de Jadiya”. Un día me enojé y le dije: ¿Jadiya (de nuevo)? Y el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Ciertamente mi amor por ella ha ido nutrido (por Allah en mi corazón)”.

        Este hadiz ha sido relatado por Abu Usama hasta el sacrificio de una oveja, pero no menciona lo que sigue.

        A’isha relató: Nunca tuve tantos celos de ninguna de las esposas del Profeta (s.a.s.) como los tuve de Jadiya, porque él la recordaba mucho. Y yo nunca la había visto.

        A’isha relató: El Profeta (s.a.s.) no se casó con ninguna otra mujer hasta muerte de Jadiya.

        A’isha relató: Hala bint Juuailid, la hermana de Jadiya, pidió permiso al Mensajero de Allah (s.a.s.) para verlo. Su forma de pedir permiso le recordó a Jadiya y se sobrecogió por ello. Entonces dijo: “¡Oh Allah! Es Hala bint Juuailid”. Yo sentí celos y dije: ¡Estas recordando a las viejas de encías rojas de los Quraish que han muerto hace rato y Allah te ha dado en su lugar algo mejor![32]



XIII
LOS MÉRITOS DE A’ISHA[33]
 QUE ALLAH ESTÉ COMPLACIDO CON ELLA

        A’isha relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Te vi en un sueño por tres noches. Y llegaba un ángel trayéndote vestida de seda y me decía: Esta es tu esposa. Y descubría tu rostro y eras tu. Y yo decía: Si esto es de Allah que El lo lleve a cabo”.
        Este hadiz ha sido relatado por Hisham a través de otra cadena de transmisores.

        A’isha dijo: El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Yo me doy cuenta cuando estás contenta conmigo y cuando estás enojada”. Yo le dije: ¿Y cómo lo sabes? Dijo: “Porque cuando estás contenta conmigo dices: No, ¡por el Señor de Muhammad! Y cuando estás enojada dices: No, ¡por el Señor de Abraham!”. Yo le dije: Así es, ¡por Allah! ¡oh Mensajero de Allah! yo dejo tu nombre (cuando estoy enojada contigo).

        Este hadiz ha sido relatado por Hisham ibn Urua con la misma cadena de transmisores hasta su dicho: No, ¡por el Señor de Abraham! Y no menciona lo que sigue.

        A’isha relató que ella solía jugar con sus amigas en lo del Mensajero de Allah (s.a.s.). Y sus amigas iban a ella pero como tenían vergüenza del Mensajero de Allah (s.a.s.) se iban. Y el Mensajero de Allah (s.a.s.) las enviaba con ella.

        Este hadiz ha sido relatado por Hisham con la misma cadena de transmisores pero con un pequeño cambio de palabras.

        A’isha relató que la gente solía enviarle obsequios cuando era su turno buscando así complacer al Mensajero de Allah (s.a.s.).

        A’isha, la esposa del Profeta (s.a.s.), relató: Las esposas del Profeta (s.a.s.) enviaron a Fátima, la hija del Mensajero de Allah (s.a.s.), al Mensajero de Allah (s.a.s.). Ella le pidió permiso (para entrar) y él estaba acostado conmigo en mi manto. El le dio permiso y ella dijo: ¡Oh Mensajero de Allah! tus esposas me han enviado a ti para pedirte que seas ecuánime respecto a la hija de Abu Quhafa (A’isha). Yo me quedé callada. Y el Mensajero de Allah (s.a.s.) le dijo: “¡Oh hija mía! ¿Acaso no amas a quien yo amo?”. Ella dijo: Por supuesto que si. Dijo: “Yo amo a esta”. Cuando Fátima escuchó esto del Mensajero de Allah (s.a.s.) se levantó y volvió con las esposas del Profeta (s.a.s.) y les contó lo que ella le había dicho y lo que el Mensajero de Allah (s.a.s.) le había contestado. Entonces ellas le dijeron: No nos has sido útil, vuelve con el Mensajero de Allah (s.a.s.) y dile: Tus esposas te piden que seas ecuánime respecto a la hija de Abu Quhafa. Y Fátima les dijo: ¡Por Allah! Nunca más le vuelvo a hablar de esto. A’isha dijo: Entonces las esposas del Profeta (s.a.s.) enviaron a Zainab bint Yahsh, la esposa del Profeta (s.a.s.). Y ella, en cierto modo, tenía la misma posición que yo frente al Mensajero de Allah (s.a.s.). Y no he visto una mujer más piadosa en la religión que Zainab, ni más temerosa de Allah, ni más veraz, ni más cumplidora con sus familiares, ni más generosa, ni más dispuesta al sacrificio en las acciones, ni más cercana a Allah, Exaltado sea. Sin embargo se irritaba rápidamente y rápidamente volvía a calmarse. Ella pidió permiso al Mensajero de Allah (s.a.s.) y él estaba con A’isha en su manto en el mismo estado que estaba cuando entró Fátima. El Mensajero de Allah (s.a.s.) le concedió permiso y ella dijo: ¡Oh Mensajero de Allah! Tus esposas me han enviado a ti para pedirte que seas ecuánime respecto a la hija de Abu Quhafa. Luego se dirigió a mi de un modo áspero. Mientras yo observaba al Mensajero de Allah (s.a.s.) para ver si él me iba a permitir responderle. Y Zainab continuó (agrediéndome) hasta que me di cuenta que el Mensajero de Allah (s.a.s.) no desaprobaría mi réplica. Entonces intercambié con ella palabras fuertes hasta que la hice callar. Y el Mensajero de Allah (s.a.s.) sonrió y dijo: “Ciertamente ella es la hija de Abu Bakr”. Esta hadiz ha sido relatado por Zuhri a través de la misma cadena de transmisores, pero con un pequeño cambio de palabras.

        A’isha relató: Cuando el Mensajero de Allah (s.a.s.) estaba en su última enfermedad terminal decía: “¿Dónde estoy hoy? ¿Dónde estaré mañana?”. Pensando que el turno de A’isha no estaba cerca. Ella dijo: Cuando llegó mi turno Allah se lo llevó mientras su cabeza estaba entre mi pecho y mi cuello”.
       
        A’isha relató que escuchó al Mensajero de Allah (s.a.s.) antes de morir y mientras estaba reclinado sobre su pecho y ella inclinada sobre él, decir: “¡Oh Allah! Perdóname y ten misericordia de mi. Y dame la compañía de los justos y veraces”.
        Este hadiz ha sido relatado por Hisham a través de otra cadena de transmisores.

        A’isha relató: Yo he escuchado que un profeta no muere sin que antes se le haya dado la posibilidad de elegir entre este mundo o el otro. Durante la enfermedad de la que murió el Profeta (s.a.s.) lo escuché decir con un sonido áspero: “Con aquellos que Allah ha agraciado de los profetas, los veraces, los mártires y los justos. ¡Ellos son una compañía excelente!”. (4:69) Y entonces pensé que se le había dado la elección (y había elegido la compañía de la gente piadosa).
        Este hadiz ha sido relatado por Sa’d con la misma cadena de transmisores.

        A’isha, la esposa del Profeta (s.a.s.), relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) solía decir: “Un profeta no muere hasta no ver su morada en el Paraíso, luego elige”. Y dijo A’isha: Cuando el Mensajero de Allah (s.a.s.) estaba por dejar este mundo, su cabeza estaba apoyado sobre mi muslo y se había desmayado tres veces. Luego se sintió mejor y con sus ojos fijos en el techo dijo: “¡Oh Allah! Con los compañeros de lo Alto (con los profetas que habitan los lugares más elevados del Paraíso)”. Y A’isha dijo: (Cuando escuché esto) supe que no nos eligiría a nosotros. Y recordé un hadiz que él nos solía relatar cuando estaba sano y decía: “Ningún profeta muere sin ver antes su morada en el Paraíso, luego se le permita elegir”. A’isha dijo: Y estas fueron las últimas palabras que habló el Mensajero de Allah (s.a.s.): “¡Oh Allah! Con los compañeros de lo Alto”.

        A’isha relató: Cuando el Mensajero de Allah (s.a.s.) salía de viaje echaba la suerte entre sus esposas. (Una vez) la suerte le tocó a A’isha y a Hafsa y las dos se fueron con él. Cuando llegaba la noche el Mensajero de Allah (s.a.s.) solía viajar con A’isha y hablaba con ella. Y Hafsa le dijo a A’isha: ¿Te gustaría esta noche viajar en mi camello y yo en el tuyo así tu ves (lo que normalmente no ves) y yo veo (lo que normalmente no veo)? Ella dijo: Si. Y A’isha montó el camello de Hafsa y Hafsa montó el camello de A’isha. Y el Mensajero de Allah (s.a.s.) fue cerca del camello de A’isha, sobre el que estaba Hafsa, la saludó y viajó con ella hasta que descendieron de ellos. A’isha lo extrañó y tuvo celos. Y cuando descendió y puso su pie sobre la hierba dijo: ¡Oh Señor! Que me pique un escorpión o me muerda una serpiente. Y en cuanto a Tu mensajero no puedo decir nada de él.

        Anas ibn Malik relató: Escuché al Mensajero de Allah (s.a.s.) decir: “La excelencia de A’isha sobre las otras mujeres es como la excelencia del Zarid sobre las otras comidas”.

        Este hadiz ha sido relatado por Anas ibn Malik a través de otras cadenas de transmisores.

        A’isha relató que el Mensajero de Allah (s.a.s.) le dijo. “Gabriel te envía sus saludos (salam)”. Y yo le dije: Y sobre él sea la paz y la misericordia de Allah.
        Este hadiz ha sido relatado por A’isha a través de otra cadena de transmisores.
        Este hadiz ha sido relatado por Zakariah con otra cadena de transmisores.

        A’isha, la esposa del Profeta (s.a.s.), relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “¡Oh A’isha! Aquí está Gabriel que te envía sus saludos”. Yo le contesté: Y sobre él sea la paz y la misericordia de Allah. Y él ve lo que yo no veo.


XIV
EL HADIZ DE UMM ZARA

        A’isha relató: Se sentaron once mujeres comprometiéndose a no ocultar nada respecto a sus esposos. La primera dijo: Mi esposo es una especie de camello flaco encima de una colina difícil de escalar. (Cuya carne) no es suficientemente buena como para que uno sienta necesidad de tomarla (de encima de la colina)[34]. La segunda dijo: Mi esposo (es tan malo) que temo ser incapaz de describir completamente sus defectos, visibles e invisibles. La tercera dijo: Mi esposo es alto (sin inteligencia). Si hablo me divorciará y si me quedo callada estaré atrapada (ni abandonada ni bien tratada). La cuarta dijo: Mi esposo es como la noche de Tihama (la noche del Hiyaz, Meca y Medina). Ni caliente ni frío. Y ni asusta ni aflige. La quinta dijo: Mi esposo cuando entra en la casa es como un leopardo y cuando sale es como un león. Y no se preocupa por lo que deja. La sexta dijo: Mi esposo cuando come no deja nada y cuando bebe no queda un una gota. Y cuando se acuesta se envuelve y no se acerca a mi para conocer mis tristezas[35]. La séptima dijo: Mi esposo es de espíritu pesado, sin brillo e impotente. Tiene todas las enfermedades posibles. Es tan rudo que puede romperme la cabeza o herir mi cuerpo o ambos a la vez. La octava dijo: Mi esposo es tan dulce como el dulce perfume de una planta y tan suave como una liebre[36]. La novena dijo: Mi esposo posee un edificio elevado, de estatura elevada. Con montones de cenizas (en su puerta)[37] y su casa está cerca de el lugar de encuentro y del albergue[38]. La décima dijo: Mi esposo es Malik. ¿Y cómo es Malik? Malik está más allá de lo que yo lo pueda elogiar. Tiene numerosos camellos, tantos que no le bastan las pasturas. Y cuando escuchan el sonido de la música saben que serán sacrificados[39]. La onceava dijo: Mi esposo es Abu Zara. ¿Y cómo es Abu Zara? Ha colgado pesados aros en mis orejas y (me da alimentos) de tal modo que mis nervios y huesos están cubiertos por grasa. Y así me hace feliz. Me encontró entre los pastores que viven al costado de la montaña[40]. Y me hizo dueña de caballos, camellos, tierras y pilas de granos. No encuentra defectos en mi. Duermo y me levanto a la mañana (cuando quiero). Bebo a mi satisfacción. Y la madre de Abu Zara. ¿Cómo es la madre de Abu Zara? Sus fardos son pesados (o están llenos hasta el tope) y su casa es espaciosa. Y en cuanto al hijo de Abu Zara. ¿Cómo es el hijo de Abu Zara? Su lecho es suave como la madera verde de la corteza de la palmera o como una espada que se saca de su vaina y con solo una pata de cordero se queda satisfecho. Y en cuanto a la hija de Abu Zara. ¿Cómo es la hija de Abu Zara? Obediente con su padre y obediente con su madre. Con suficientes carnes y (tan bella) que las otras esposas (de su marido) le tienen celos. Y la sierva de Abu Zara. ¿Cómo es la sierva de Abu Zara? Ella no cuenta nuestros asuntos a otros fuera de la casa. Ella no toma nuestro trigo o nuestras provisiones y los derrocha, sino que los cuida y los preserva. Y no deja que la casa se llene de basura. Un día Abu Zara salió de la casa cuando la leche estaba siendo agitada (para hacer la manteca) y se encontró con una mujer con dos hijos como leopardos que jugaban bajo su vestido con sus frutos (sus pechos). Y me divorció y se casó con ella. Y yo me casé con un hombre que era un jefe, un jinete experto y buen arquero. Me dio muchos regalos, un par de cada clase de animal y me dijo: Usa lo que quieras Umm Zara y envía a tu familia. Pero si junto todo lo que me dio no se pude comparar con lo más pequeño que me dio Abu Zara. A’isha relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) me dijo: “Yo soy para ti como Abu Zara para Umm Zara”. Este hadiz también ha sido relatado por Hisham ibn Urua  con una pequeña variación de palabras.


XV
LOS MÉRITOS DE FÁTIMA, LA HIJA DEL PROFETA (s.a.s.)

            Misuar ibn Mahramah relató que escuchó al Mensajero de Allah (s.a.s.) decir desde el púlpito: “Los hijos de Hisham ibn Mughira me han pedido permiso para casar sus hijas con Ali ibn Abu Talib[41]. Pero yo no les daré permiso, yo no les daré permiso, yo no les daré permiso. Excepto que Ibn Abu Talib quiera divorciar mi hija y entonces que después se case. Ella es parte de mi. Quien la molesta me molesta a mi y quien la ofende me ofende a mi”.
       
        Misuar ibn Mahramah relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Ciertamente Fátima es una parte de mi, quien la molesta me molesta a mi”.

        Ali ibn Husain (Zain ul-Abidin) relató que cuando llegaron a Medina de lo de Iazid ibn Muauiia, después del martirio de Husain ibn Ali, que Allah esté complacido con ambos, se encontraron con Misuar ibn Mahramah que le dijo: ¿Quieres que yo haga algo por ti? Y yo le dije: No. Y me dijo: ¿Me darías la espada del Mensajero de Allah (s.a.s.)? Ya que temo que la gente te la saque. ¡Por Allah! Si me la das nadie será capaz de sacármela mientras está vivo. Ciertamente Ali ibn Abu Talib envió una propuesta de matrimonio a la hija de Abu Yahl, a pesar de que estaba casado con Fátima. Y yo escuché al Mensajero de Allah (s.a.s.) dirigirse a la gente respecto a este tema desde el púlpito, en esa época yo era un adolescente. Y él dijo: “Ciertamente Fátima es parte de mi. Y temo que ella sea puesta a prueba en su religión”. Luego mencionó a su yerno [42] que era de los Banu Abdu Shams y elogió su excelente comportamiento como yerno. Y dijo: “Lo que me decía era verdad y lo que me prometió lo cumplió. Y yo no voy a prohibir lo que es lícito ni a hacer lícito lo que está prohibido. Pero, ¡por Allah! la hija del Mensajero de Allah (s.a.s.) y la hija del enemigo de Allah jamás pueden convivir en un mismo lugar”.

        Ali ibn Husain relató que Misuar ibn Mahramah le informó que Ali ibn Abu Talib propuso matrimonio a la hija de Abu Yahl cuando Fátima, la hija del Mensajero de Allah (s.a.s.) era su esposa. Cuando Fátima escuchó esto fue al Profeta (s.a.s.) y le dijo: La gente dice que tu nunca te enojas por tus hijas y ahora Ali se va a casar con la hija de Abu Yahl. Misuar dijo: El Profeta (s.a.s.) se levantó y yo lo escuché repitiendo la shahada (el testimonio de fe). Luego dijo: “Y ahora vamos al tema. Yo casé (a mi hija Zainab) con Abu’l-As ibn Rabi’a y él me habló y me dijo la verdad. Y Fátima, la hija de Muhammad, es parte de mi y detesto que se la ponga a prueba. Y, ¡por Allah! ciertamente la hija del Mensajero de Allah y la hija del enemigo de Allah jamás pueden estar (casadas) con el mismo hombre”. Entonces Ali abandonó la idea de casarse [43]. Este hadiz ha sido relatado por Zuhri con la misma cadena de transmisores.

        A’isha relató que el Mensajero de Allah (s.a.s.) mandó a llamar a su hija Fátima. Y le dijo algo en secreto y ella se puso a llorar, luego le dijo otra cosa en secreto y ella se rió. (Más adelante) A’isha le preguntó a Fátima: ¿Qué fue lo que te dijo en secreto el Mensajero de Allah (s.a.s.) que te hizo llorar y luego te hizo reír? Ella dijo: Me informó en secreto de su muerte entonces me puse a llorar, luego me informó secretamente de que yo sería la primera de su familia en seguirle entonces me puse a reír.

        A’isha relató: Nosotras las esposas del Profeta (s.a.s.) estábamos con él (durante su última enfermedad) y ninguna estaba ausente. Y llegó Fátima caminando de un modo que se parecía en algo al modo de caminar del Mensajero de Allah (s.a.s.). Cuando la vimos le dimos la bienvenida. Y él dijo: “Bienvenida hija mía”. Luego la hizo sentar a su derecha o a su izquierda. Luego le dijo un secreto y ella lloró intensamente. Cuando vio su tristeza le dijo otro secreto y ella se rió. Yo le dije a ella: El Mensajero de Allah (s.a.s.) te ha distinguido entre las mujeres de su familia con un secreto que te ha hecho llorar. Cuando el Mensajero de Allah (s.a.s.) se mejoró le pregunté: ¿Qué te dijo el Mensajero de Allah (s.a.s.)? Ella dijo: No voy a contar los secretos del Mensajero de Allah (s.a.s.). Y cuando falleció el Mensajero de Allah (s.a.s.) le dije: Te exhorto, por los derechos que tengo sobre ti, que me cuentes lo que te dijo el Mensajero de Allah (s.a.s.). Ella dijo: Ahora si. Cuando me habló en secreto por primera vez me informó que Gabriel solía recitarle el Corán una o dos veces en el año [44], pero esta vez ya lo había hecho dos veces entonces le parecía que su tiempo estaba cerca. Y que temiese a Allah y tuviese paciencia. Ya que él sería un digno adelantado para mi. Entonces me puse a llorar como habéis visto. Y cuando vio mi tristeza me dijo un segundo secreto, dijo: ¡Oh Fátima! ¿No estás contenta de ser la jefa de las creyentes o la jefa de la mujeres de esta comunidad? Entonces me reí del modo en que me visteis.

        A’isha relató: Las esposas del Profeta (s.a.s.) se reunieron (durante su enfermedad), ninguna estuvo ausente. Y llegó Fátima caminando del modo que lo hacía el Mensajero de Allah (s.a.s.). El le dijo: “Bienvenida hija mía”. Y la hizo sentar a su derecha o a su izquierda. Luego le dijo un secreto que hizo llorar a Fátima, luego le dijo otro que la hizo reír. Y yo le dije a ella: ¿Qué es lo que te hizo llorar? Ella dijo: No voy a divulgar un secreto del Mensajero de Allah (s.a.s.). Yo dije: Nunca como hoy he visto a la alegría tan cerca de la tristeza. Cuando ella lloraba le dije: ¿El Mensajero de Allah (s.a.s.) te distinguió con un secreto dejándonos a nosotras de lado y tu lloras? Y le pregunté lo que le había dicho. Ella dijo: No voy a divulgar los secretos del Mensajero de Allah (s.a.s.). Cuando él falleció le pregunté nuevamente y ella me dijo: El me dijo: “Gabriel me recita el Corán una vez al año pero este año lo ha hecho dos veces y entonces pienso que mi fin está cerca. Y ciertamente tu serás la primera de mi familia que se encontrará conmigo. Y yo seré un digno adelantado para ti”. Y lloré por esto. Luego me dijo en secreto: “¿No estás complacida de que serás la jefa de las creyentes o la jefa de las mujeres de esta comunidad?”. Y esto me hizo reír.


XVI
LOS MÉRITOS DEL UMM SALAMA, LA MADRE DE LOS CREYENTES
QUE ALLAH ESTÉ COMPLACIDO CON ELLA

        Abu Uzmán relató que Salmán dijo: Si podéis no seaís las primeras en entrar en el mercado ni las últimas en salir de él, ya que allí hay un bullicio de Shaitán y sus normas están establecidas allí. [45] Y dijo: Me informaron que Gabriel, la paz sea con él, fue al Profeta de Allah (s.a.s.) y Umm Salama estaba con él. Y estuvo hablando con él, luego se levantó y el Profeta de Allah (s.a.s.) le dijo a Umm Salama: “¿Quién era ese?”. O como haya dicho. Ella dijo: Era Dihia [46]. Y dijo Umm Salama: ¡Por Allah! Yo pensé simplemente que era él (Dihia) hasta que escuché al Profeta de Allah (s.a.s.) informándolo a él sobre nosotros. Yo le dije a Abu Uzmán: ¿De quién lo escuchaste? Dijo: De Usama ibn Zaid.


XVII
LOS MÉRITOS DE ZAINAB, LA MADRE DE LOS CREYENTES
 QUE ALLAH ESTÉ COMPLACIDO CON ELLA

        A’isha, la Madre de los Creyentes, relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Aquella de vosotras que tenga las manos más largas [47] será la primera en encontrarse conmigo”. Y ellas solían medirse las manos para ver cual era las más larga. Y la más larga era la de Zainab, ya que ella trabajaba con sus manos y (lo que ganaba) lo daba en caridad.


XVIII
LOS MÉRITOS DE UMM AIMAN
QUE ALLAH ESTÉ COMPLACIDO CON ELLA

            Anas relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) fue a lo de Umm Aiman y yo fui con él. Y ella le sirvió un recipiente con una bebida. Y yo no se si fue porque estaba ayunando o por alguna otra razón pero él no quiso beberla. Entonces ella le levantó la voz y le demostró su enojo. [48]
            Anas relató: Luego de la muerte del Mensajero de Allah (s.a.s.) Abu Bakr le dijo a Umar: Vayamos a visitar a Umm Aiman como solía hacerlo el Mensajero de Allah (s.a.s.). Cuando llegamos, ella se puso a llorar. Y ellos le dijeron: ¿Porqué lloras? Lo que hay para el Mensajero de Allah (s.a.s.) es mejor (que lo que había en este mundo). Ella dijo: Yo no lloro porque desconozca que lo que Allah tiene reservado para el Mensajero de Allah (s.a.s.) es mejor, sino que lloro porque la revelación que viene del cielo se ha terminado. Entonces ambos se conmovieron hasta las lágrimas y comenzaron a llorar con ella.


XIX
LOS MÉRITOS DE UMM SULAIM, LA MADRE DE ANAS IBN MALIK Y DE BILAL
QUE ALLAH ESTÉ COMPLACIDO CON AMBOS

            Anas relató: El Profeta (s.a.s.) no entraba a la casa de ninguna mujer excepto sus esposas y Umm Sulaim [49]. El solía visitarla. Le preguntaron porque lo hacía y él dijo: “Tengo compasión por ella, ya que su hermano fue asesinado cuando estaba conmigo”.

        Anas relató que el Profeta (s.a.s.) dijo: “Entré en el Paraíso y escuché unos pasos. Entonces dije: ¿Quién es? Dijeron: Es Gumaisa bint Milhan, la madre se Anas ibn Malik”.

        Yabir ibn Abdullah relató que el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Vi el Paraíso y vi a la esposa de Abu Talha, luego escuché unos pasos frente a mi y eran los de Bilal”.


XX
LOS MÉRITOS DE ABU TALHA AL-ANSARI [50]
QUE ALLAH ESTÉ COMPLACIDO CON ÉL

                Anas relató: El hijo que Abu Talha tuvo con Umm Sulaim murió. Y ella le dijo a su familia: No le contéis a Abu Talha sobre su hijo hasta que yo se lo diga. Y cuando él llegó ella le sirvió la comida y él comió y bebió. Luego ella se arregló como no lo había hecho antes. Y tuvieron relaciones sexuales. Cuando vio que él había quedado satisfecho le dijo: ¡Oh Abu Talha! Si una gente pide prestado algo a una familia y después les piden que lo devuelva, ¿les gustaría devolverlo?. Dijo: No. Ella le dijo: Te informo que tu hijo ha muerto. El se enojó y le dijo: Me dejaste tener relaciones sexuales y recién entonces me informaste lo de mi hijo.  Entonces él se fue a ver al Mensajero de Allah (s.a.s.) y lo informó de esto. Y el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Que Allah os bendiga en la noche que habéis pasado juntos”. Ella quedó embarazada. Y el Mensajero de Allah (s.a.s.) estaba en un viaje y ella estaba con él. Y cuando el Mensajero de Allah (s.a.s.) regresaba a Medina de un viaje no entraba en su casa de noche. Cuando se acercaban a Medina ella sintió los dolores del parto. Abu Talha se quedó con ella y el Mensajero de Allah (s.a.s.) siguió adelante. Abu Talha dijo: Ciertamente ¡oh mi Señor! tu sabes cuanto me gusta salir con el Mensajero de Allah (s.a.s.) cuando sale y regresar con él cuando regresa. Y como Tu ves me he tenido que quedar. Umm Sulaim dijo: ¡Oh Abu Talha! Ya no siento lo que sentía. Podemos seguir adelante. Y avanzaron. Al llegar (a Medina) sintió (nuevamente) los dolores de parto y dio a luz a un niño. Mi madre me dijo: ¡Oh Anas! Que nadie le de el pecho hasta que mañana lo lleves al Mensajero de Allah (s.a.s.). Cuando amaneció lo tomé y lo llevé al Mensajero de Allah (s.a.s.). El tenía en sus manos el instrumento para cauterizar a los camellos. Cuando me vio me dijo: “¿Acaso es el hijo de Umm Sulaim?”. Dije: Si. El dejó el instrumento en el suelo. Yo se lo alcancé y se lo puse en la falda. Y el Mensajero de Allah (s.a.s.) pidió que le trajesen dátiles de Medina. Y los ablandó en su boca y luego los puso en la boca del bebé que los empezó a chupar. Y el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Mirad como les gustan los dátiles a los Ansares”. Y le pasó la mano por su rostro y lo llamó Abdullah.
                Este hadiz ha sido relatado por Anas ibn Malik a través de otra cadena de transmisores.


XXI
LOS MÉRITOS DE BILAL[51]
QUE ALLAH ESTÉ COMPLACIDO CON ÉL

                Abu Huraira relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) le dijo a Bilal en la oración de la mañana: “¡Oh Bilal! Cuéntame que has hecho por el Islam esperando ser recompensado ya que durante la noche yo escuché el sonido de tus pasos frente a mi en el Paraíso”. Bilal dijo: Lo único que he hecho por el Islam esperando una recompensa es que cuando hago la ablución completa, sea durante la noche o el día, rezo con ella la oraciones que Allah me ordenó. 


XXII
LOS MÉRITOS DE ABDULLAH IBN MAS’UD [52] Y DE SU MADRE
QUE ALLAH ESTÉ COMPLACIDO CON ELLOS

            Abdullah relató: Cuando esta aleya fue revelada: “No hay daño para aquellos que creen y hacen buenas acciones, con lo que ellos han comido antes y evitan ahora y luego temen a Allah y creen”. (5:93) Hasta el final de la aleya. El Mensajero de Allah (s.a.s.) me dijo: “Tu eres uno de ellos”.
   
        Abu Musa relató: Cuando mi hermano y yo llegamos del Yemén considerábamos a Ibn Mas’ud y a su madre como miembros de la familia del Mensajero de Allah (s.a.s.) por lo mucho que lo visitaban y las largas estadías con él.

        Abu Musa relató: Fui a lo del Mensajero de Allah (s.a.s.) y yo creía que Abdullah era de su familia.

        Abu Ishaq relató: Escuché a Abu’l-Ahuas decir: Yo estaba con Abu Musa y Abu Mas’ud cuando Ibn Mas’ud murió. Y uno de ellos le dijo al otro: ¿Habrá otro como él? (Y el otro) dijo: Tu dices eso (y es así ya que) él era admitido (en la casa del Profeta) y nosotros no y él estaba presente mientras que nosotros estábamos ausentes.

        Abu’l-Ahuas relató: Estábamos en la casa de Abu Mas’ud con algunos de los compañeros de Abdullah y ellos estaban mirando el Libro (el Corán). Abdullah se paró. Entonces Abu Mas’ud dijo: Yo no se si el Mensajero de Allah (s.a.s.) dejó alguien que conozca mejor lo que Allah ha revelado que el que se ha levantado. Abu Mas’ud dijo: Lo que tu dices ya que estaba cuando nosotros no estábamos y se le dio permiso cuando nosotros no lo teníamos.

        Zaid ibn Uahab relató: Estaba sentado con Hudhaifa y Abu Musa, el resto del hadiz es el mismo.

        Abdullah (ibn Mas’ud) relató (que le dijo a sus compañeros que ocultasen sus copias del Corán) y luego les dijo: Quien oculta algo deberá traerlo en el Día del Juicio. Y les dijo: ¿Al modo de quien me ordenáis que recite?  De hecho yo recité frente al Mensajero de Allah (s.a.s.) más de setenta capítulos y los Compañeros del Mensajero de Allah (s.a.s.) sabían que yo era el que mejor conocía el Libro de Allah. y si supiese de alguien que conoce más que yo iría a él. Shaqiq dijo: Yo me senté con los Compañeros del Mensajero de Allah (s.a.s.) y no escuché que ninguno de ellos rechazase (su recitación) o que le encontrase alguna falta. 

        Abdullah relató: ¡Por Aquel más allá de Quien no hay otro dios! Yo conozco donde se reveló cada capítulo del Libro de Allah y el contexto en el que se reveló cada aleya. Y si supiese de alguien que conociese el Libro de Allah mejor que yo iría a él montado en encima de un camello.

        Masruq relató: Solíamos ir a lo de Abdullah ibn Amr a hablar con él. Ibn Numair dijo: Un día en su casa mencionamos a Abdullah ibn Mas’ud y él dijo: Habéis mencionado una persona que amo más que ninguna otra cosa. Yo escuché al Mensajero de Allah (s.a.s.) decir: “Aprended el Corán de cuatro personas: De Ibn Umm Abd (Abdullah ibn Mas’ud) (comenzó con él), Mu’adh ibn Yabal, Ubaii ibn Ka’b y Salim, el esclavo liberado de Hudhaifa”.

        Masruq relató: Estábamos en lo de Abdullah ibn Amr y mencionamos un hadiz de Abdullah ibn Mas’ud. Y él dijo: Ciertamente él es una persona que yo sigo amando después de haber escuchado al Mensajero de Allah (s.a.s.) decir: “Recitad el Corán de cuatro personas: De Ibn Umm Abd (empezó con él), de Ubaii ibn Ka’b, de Salim, el esclavo liberado de Hudhaifa y de Mu’adh ibn Yabal”. Zuhri en su transmisión elimina una palabra.

        Este hadiz ha sido transmitido por Abu Bakr ibn Abu Shaiba y Abu Kuraib y ambos dicen: Abu Muauiia nos lo relató de A’mash de Yarir y Uaki’. Y en la transmisión de Abu Bakr relatada de Abu Muauiia de menciona a Mu’adh antes de Ubaii. Y la de Abu Kuraib el nombre de Ubaii precede al de Mu’adh. Este hadiz también ah sido relatado por Shu’ba a través de A’mash pero hay una diferencia en el orden de los cuatro.

        Masruq relató: Mencionaron a Ibn Mas’ud frente a Abdullah ibn Amr y él dijo: Esa es una persona cyo amor por él está fresco en mi corazón después de haber escuchado al Mensajero de Allah (s.a.s.) decir: “Aprended la recitación del Corán de cuatro personas: De Ibn Mas’ud, de Salim, el esclavo liberado de Hudhaifa, de Ubaii ibn Ka’b y de Mu’adh ibn Yabal”.

        Este hadiz ha sido relatado por Shu’ba que agrega: Empezó con estos dos pero no se a cual mencionó primero.


XXIII
LOS MÉRITOS DE UBAII IBN KA’B Y DE UN GRUPO DE LOS ANSARES
QUE ALLAH ESTÉ COMPLACIDO CON ELLOS

            Anas relató: En vida del Mensajero de Allah (s.a.s.) hubo cuatro personas que recopilaron el Corán y todos ellos eran de los Ansares: Mu’adh ibn Yabal, Ubaii ibn Ka’b, Zaid ibn Zabit y Abu Zaid. Qatada dijo: Le pregunté a Anas: ¿Quién es Abu Zaid? Dijo: Uno de mis tíos. [53]

        Hammam relató: Le pregunté a Anas ibn Malik: ¿Quién recopiló el Corán en vida del Mensajero de Allah (s.a.s.)? Dijo: Cuatro personas y todos ellos eran de los Ansares: Ubaii ibn Ka’b, Mu’adh ibn Yabal, Zaid ibn Zabit y un hombre de los Ansares llamado Abu Zaid.

        Anas ibn Malik relató que el Mensajero de Allah (s.a.s.) le dijo a Ubaii ibn Ka’b: “Ciertamente Allah, Exaltado y Majestuoso, me ordenó que te recite el Corán”. El dijo: ¿Allah te mencionó mi nombre? Dijo: “Allah me mencionó tu nombre”. Entonces Ubaii comenzó a llorar.

        Anas ibn Malik relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) le dijo a Ubaii ibn Ka’b: “Allah me ordenó que te recitase: Los que no creen...”. (Sura 98 La Prueba Clara) Dijo: ¿Mencionó mi nombre? Dijo: “Si”. Entonces lloró. Este hadiz ha sido relatado por Anas a través de otra cadena de transmisores.


XXIV
LOS MÉRITOS DE SA’D IBN MU’ADH [54]
QUE ALLAH ESTÉ COMPLACIDO CON ÉL

            Yabir ibn Abdullah relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo cuando la mortaja de Sa’d ibn Mu’adh estaba frente a él: “El Trono del Misericordioso tembló con la muerte de Sa’d”.

        Yabir relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “El Trono del Misericordioso tembló cuando murió Sa’d ibn Muadh”.

        Anas ibn Malik relató que el Profeta de Allah (s.a.s.) dijo en el funeral de Sa’d: “El Trono del Misericordioso ha temblado por él”.

        Al-Bará relató: Le regalaron al Mensajero de Allah (s.a.s.) una vestimenta de seda. Sus Compañeros la tocaron y admiraron su suavidad. Y él dijo: “¿Os gusta su suavidad? Pues los pañuelos de Sa’d ibn Mu’adh en el Paraíso son mejores y más suaves que esto”.

        Este hadiz ha sido relatado por Anas ibn Malik a través de otra cadena de transmisores. Y también ha sido relatado por Shu’ba combinando dos cadenas de transmisores.

        Anas ibn Malik relató que le regalaron al Mensajero de Allah (s.a.s.) una ropa de sundus (tela con seda) cuando él había prohibido el uso de la seda. La gente la admiró. Y él dijo: “¡Por Aquel en cuyas manos está la vida de Muhammad! Ciertamente los pañuelos de Sa’d ibn Mu’adh en el Paraíso son mejores que esto”.

        Anas relató que el rey de Dumat al-Yandal le regaló al Mensajero de Allah (s.a.s.) una vestimenta. El resto del hadiz es el mismo pero no menciona: Cuando había prohibido el uso de la seda.


XXV
LOS MÉRITOS DE ABU DUYANA
QUE ALLAH ESTÉ COMPLACIDO CON ÉL

            Anas relató que el Mensajero de Allah (s.a.s.) tomó su espada el día de la batalla de Uhud y dijo: “¿Quién tomará esto de mi?”. Todos alargaron sus manos diciendo: Yo, yo. El dijo: “¿Quién la tomará para darle sus derechos?”. Entonces la gente retiró sus manos. Y Simak ibn Jarasha Abu Duyana dijo: Yo la tomo y le daré sus derechos. Y la tomó y con ella golpeó las cabezas de los idólatras.


XXVI
LOS MERITOS DE ABDULLAH IBN AMR IBN HARAM, EL PADRE DE YABIR
QUE ALLAH ESTÉ COMPLACIDO CON AMBOS

            Yabir ibn Abdullah relató: El día de Uhud trajeron el cadáver de mi padre cubierto por una tela, su cuerpo había sido mutilado. Yo quería levantar la tela, pero la gente me lo prohibió. Luego lo intenté nuevamente, pero la gente me lo volvió a prohibir. Y el Mensajero de Allah (s.a.s.) la levantó u ordenó que la levantasen. Entonces se escuchó el llanto o el lamento de una mujer. Y dijo: “¿Quién es?”. Dijeron: La hija de Amr o la hermana de Amr. Dijo: “¿Porqué lloras? Los ángeles le proveen sombra con sus alas hasta que sea elevado (a su morada celestial)”.

        Yabir ibn Abdullah relató: Mi padre fue asesinado el día de la batalla de Uhud. Yo intenté descubrir su rostro y lloré. Y me prohibieron hacerlo, pero el Mensajero de Allah (s.a.s.) no me lo prohibió. Y Fátima bint Amr lloraba. Y el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Llores o no llores los ángeles le darán sombra con sus alas hasta que lo levantéis (para llevarlo a su tumba)”.

        Este hadiz ha sido relatado por Yabir a través de otra cadena de transmisores. Pero en este no se menciona a los ángeles ni el llanto de una mujer.

        Yabir relató: El día de Uhud trajeron a mi padre, sus orejas habían sido cortadas y pusieron su cuerpo frente al Profeta (s.a.s.). El resto del hadiz es el mismo.


XXVII
LOS MÉRITOS DE YULAIBIB
QUE ALLAH ESTÉ COMPLACIDO CON ÉL

            Abu Barza relató que el Profeta (s.a.s.) estaba en un campo de batalla cuando Allah le otorgó el botín de guerra. Y le dijo a sus Compañeros: “¿Falta alguno de vosotros?”. Dijeron: Si, fulano, fulano y fulano. Luego dijo: “¿Falta alguno de vosotros?”. Dijeron: Si, fulano, fulano y fulano. Luego dijo: “¿Falta alguno de vosotros?”. Dijeron: No. Dijo: “Pero es que falta Yulaibib, buscadlo”. Y lo buscaron entre los muertos y lo encontraron al lado de siete que él había matado y que lo habían matado a él. Y llegó el Profeta (s.a.s.), se puso a su lado y dijo: “Mató a siete, luego ellos lo mataron. El es mío y yo soy de él. El es mío y yo soy de él”. Luego puso sus manos sobre él y no había quien lo levantase excepto el Profeta (s.a.s.). Se cavó su tumba y se lo ubicó en ella. No se menciona la ablución [55].


XXVIII
LOS MÉRITOS DE ABU DHARR [56]
QUE ALLAH ESTÉ COMPLACIDO CON ÉL

            Abdullah ibn Samit relató: Abu Dharr dijo: Salimos de nuestra tribu Ghifar que consideraba como permitidos a los meses prohibidos (o sagrados). Salimos con mi hermano Unais y nuestra madre y nos quedamos con nuestro tío materno que nos recibió generosamente y nos trató muy bien. Pero su gente estaba celosa de nosotros entonces dijeron: Cuando sales de tu casa Unais se acuesta con tu mujer. Y nuestro tío vino y nos acusó de lo que le habían dicho. Yo le dije: Has deshecho el bien que nos habías hecho, después de esto no podemos quedarnos más contigo. Y fuimos a nuestros camellos y cargamos el equipaje. Y nuestro tío se cubrió con una tela y comenzó a llorar. Nosotros partimos hasta acampar en las cercanías de Meca. Unais apostó (con otro hombre) nuestros camellos y un número igual de ellos. (Luego) fueron a un Kahin (un adivino) que decidió a favor de Unais, entonces Unais volvió con nuestros camellos más un número igual de ellos.            (Abu Dharr) dijo: ¡Oh mi sobrino (a Abdullah ibn Samit)! Yo solía hacer el salat tres años antes de encontrarme con el Mensajero de Allah (s.a.s.). Yo le dije: ¿A quién le rezabas? Dijo: A Allah. Dije: ¿Hacia dónde rezabas? Dijo: Rezaba hacia donde mi Señor dirigía mi rostro. Rezaba la oración de la noche al final de la noche y me prosternaba como un manto hasta que el sol se levantaba.      Unais dijo: Tengo una cosa que hacer en Meca y mejor tu te quedas aquí. Unais partió y llegó a Meca y luego regresó. Yo le dije: ¿Qué has hecho? Dijo: En Meca me encontré con un hombre de tu religión que pretende ser un enviado de Allah. Dije: ¿Y la gente que dice? Dijo: Ellos dicen: Poeta, adivino o brujo. Y Unais era uno de los poetas. Unais dijo: He escuchado las palabras de un adivino y no se parecen a las de él. Y comparé sus palabras con las de los poetas, pero sus palabras no pueden ser pronunciadas por ningún poeta. ¡Por Allah! El dice la verdad mientras que ellos son unos mentirosos. Yo le dije: Tu te quedas aquí que yo voy a ver. Y fui a Meca. Elegí alguien insignificante de entre ellos  y le dije: ¿Dónde esté ese que llamáis un sabi [57]? Entonces me señaló diciéndo: Este es un sabi. Y la gente del valle me atacó con tierra y arcos hasta que caí desmayado. Cuando me recuperé me levanté y parecía un ídolo rojo (cubierto de sangre). Fui a (la fuente de) Zamzam, me limpié la sangre y bebí de su agua. Y ¡oh mi sobrino! Estuve allí treinta días y noches sin otra comida que el agua de Zamzam y engordé hasta tener pliegues en mi estómago y no sentí hambre. Y la gente de Meca dormía durante la noche y nadie circunvalaba la Casa (la Ka’ba) excepto dos mujeres de ellos que estaban rogando a Isafa y Na’ila (dos ídolos) y se acercaron a mi en su circunvalación y yo les dije: Casad a (un ídolo) con el otro. Pero ellas no dejaron de invocarlos. Y vinieron a mi y yo les dije: Metédles madera (a los ídolos en sus partes privadas). (Se lo dije de tal modo) que no podía expresarse de modo metafórico. Las mujeres se fueron gritando y diciendo: ¡Si hubiera uno de los nuestros (le darían una lección por sus palabras obscenas)! Y ellas se encontraron con el Mensajero de Allah (s.a.s.) y Abu Bakr que descendían de la colina. El les dijo: “¿Qué os sucede?”. Ellas dijeron: Hay un sabi escondido entre la Ka’ba y sus cortinas. Dijo: “¿Y qué os dijo?”. Ellas dijeron: Nos dijo palabras que no podemos repetir. Y el Mensajero de Allah (s.a.s.) fue y besó la Piedra Negra, circunvaló la Casa con su Compañero y luego rezó. Cuando terminó su oración. Dijo Abu Dharr: Yo fui el primero en utilizar como saludo el salam (la paz). Y le dije: La paz sea contigo ¡oh Mensajero de Allah! Y él dijo: “Y sobre ti y la misericordia de Allah”. Luego dijo: “¿Quién eres?”. Dije: De los Ghifar. El alargó su mano y puso su dedo en la frente. Entonces yo me dije: Detesta que yo pertenezca a los Ghifar. Y traté de tomar su mano pero su amigo que lo conocía mejor que yo me disuadió. Luego levantó su cabeza y dijo: “¿Hace cuanto que estás aquí?”. Dije: He estado treinta entre las noches y los días. Dijo: “¿Y quién te ha dado de comer?”. Dije: No he comido otra cosa que el agua de Zamzam. Y he engordado hasta tener pliegues en mi estómago y no he tenido hambre. Dijo: “Ciertamente es bendita y sirve como alimento”. Abu Bakr dijo: ¡Oh Mensajero de Allah! Permíteme ser su anfitrión esta noche. y el Mensajero de Allah (s.a.s.) y Abu Bakr partieron y yo fui con ellos. Abu Bakr abrió la puerta y luego nos sirvió uvas pasas de Ta’if. Y esa fue la primera comida que comí allí. Luego me quedé el tiempo que tenía que quedarme. Luego fui al Mensajero de Allah (s.a.s.) y me dijo: “Se me ha mostrado una tierra con abundancia de palmeras y yo creo que no puede ser otra que Iazrib (antiguo nombre de Medina) ¿Quieres predicar a tu gente de parte mía? Espero que Allah los beneficie a través tuyo y que te recompense”. Entonces fui con Unais y me dijo: Lo que he hecho es aceptar el Islam y afirmar su veracidad. Dijo: Yo no rechazo tu religión y (también) acepto el Islam y afirmo su veracidad. Y fuimos con nuestra madre y ella dijo: Yo no rechazo vuestra religión y (también) acepto el Islam y afirmo su veracidad. Y cargamos nuestro camellos y fuimos con nuestra gente los Ghifar y la mitad de ellos se islamizaron. El que los dirigía era Aima ibn Rahadha al-Ghifari, él era su jefe. La mitad de ellos decía: Si el Mensajero de Allah (s.a.s.) va a Medina aceptaremos el Islam. Y el Mensajero de Allah (s.a.s.) llegó a Medina y la mitad restante aceptó el Islam. Y llegó (la tribu) Aslam y dijeron: ¡Oh Mensajero de Allah! Ellos son nuestros hermanos y aceptamos el Islam como lo hicieron ellos. Y se islamizaron. Y el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Que Allah perdone a los Ghifar y proteja a los Aslam”.

        Este hadiz ha sido relatado por Humaid ibn Hilal con al misma cadena de transmisores, pero después de: Tu te quedas aquí que yo voy a ver, agrega: Ve pero cuídate de la gente de Meca ya que son sus enemigos y están enojados con él.

        Abdullah ibn Samit relató: Abu Dharr dijo: ¡Oh mi sobrino! Yo recé durante dos años antes del advenimiento del Profeta (s.a.s.). Dije: ¿Y hacia dónde rezabas? Dijo: Hacia el lugar al que Allah dirigía mi rostro. El resto del hadiz es el mismo, pero en este dice: Fuimos a un hombre de los adivinos y mi hermano Unais lo alabó hasta que lo venció (en un desafío poético). Y ganamos sus camellos más los nuestros. Y también dice en este hadiz: Y llegó el Profeta (s.a.s.), circunvaló la Casa y rezó dos rak’ats detrás de la Estación de Abraham. Y yo fui a él y fui el primer hombre en saludarlo con el salam. Y le dije: La paz sea contigo ¡oh Mensajero de Allah! Dijo: “Y sobre ti sea la paz. ¿Quién eres?”. Y también dice en el hadiz: “¿Desde cuando estás aquí?”.  Dije: Hace veinticinco (días). Y también: Abu Bakr dijo: Que sea mi huésped esta noche.

        Ibn Abbas relató: Cuando Abu Dharr supo del advenimiento del Profeta (s.a.s.) en Meca le dijo a su hermano: Monta hacia ese valle y tráeme noticias de ese hombre que pretende recibir información del cielo. Escucha sus palabras y luego vuelve a mi. Entonces partió hasta llegar a Meca y escuchó sus palabras. Luego regresó a Abu Dharr y le dijo: Lo vi exhortando a la gente a comportarse correctamente y sus palabras no son poesía. (Abu Dharr) dijo: No estoy conforme respecto a lo que quería saber. Y entonces tomó provisiones y un pequeño odre con agua y se fue a Meca. Llegó a la mezquita y buscó al Profeta (s.a.s.) pero no lo conocía y no quería preguntar por él. Llegó la noche y se quedó dormido. Ali lo vio y supo que era un extranjero. Y se fue con él y ninguno de los dos le preguntó nada al otro hasta que amaneció. Y llevó el agua y sus provisiones a la mezquita y pasó el día allí. Pero no vio al Profeta (s.a.s.). Cuando llegó la tarde volvió a su lugar de reposo (en la mezquita) y Ali pasó cerca suyo y se dijo: Este hombre todavía no ha encontrado su destino. Entonces lo hizo levantar y estuvieron juntos sin que ninguno le preguntase nada al otro. Cuando llegó el tercer día hizo lo mismo y Ali estuvo con él. Y le dijo: ¿Porqué no me dices lo que te trajo a esta ciudad? Dijo: Te lo diré si prometes que me guiaras correctamente. Y así lo hizo y lo informó y le dijo: Ciertamente es verdad y él es el Mensajero de Allah (s.a.s.). Cuando amanezca sígueme y si veo algo que me haga temer por ti me detendré y haré como si arrojase agua y cuando me mueva sígueme hasta que lleguemos (a una casa). Así hizo y lo siguió hasta que llegó al Profeta (s.a.s.) y entró con él. Escuchó sus palabras y aceptó el Islam en ese mismo lugar. Y el Profeta (s.a.s.) le dijo: “Vuelve con tu gente e infórmalos hasta que te lleguen mis órdenes”. El dijo: ¡Por Aquel en cuyas manos está mi vida! Les diré esto (a la gente de Meca) con toda mi voz. Y salió hasta llegar a la mezquita. Y llamó a toda voz diciendo: Atestiguo que no hay más dios que Allah y que Muhammad es el Mensajero de Allah. Y la gente lo atacó golpeándolo hasta hacerlo caer. Y vino Abbas, se inclinó sobre él y dijo: ¡Ay de vosotros! No os habéis dado cuenta que es de los Ghifar y que vuestras rutas comerciales hacia Siria pasan por ellos. Y lo rescató de ellos. Al día siguiente volvió e hizo lo mismo y lo atacaron y lo golpearon y Abbas se inclinó sobre él y volvió a rescatarlo.


XXIX
LOS MÉRITOS DE YARIR IBN ABDULLAH [58]
QUE ALLAH ESTÉ COMPLACIDO CON ÉL

            Yarir ibn Abdullah relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) nunca rehusó verme desde que acepté el Islam y siempre me miró con una sonrisa.

        Yarir relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) jamás se negó a recibirme y siempre lo hizo con una sonrisa en su rostro. Ibn Numair agregó en el hadiz transmitido por Ibn Idris: Yo me quejé a él de que no podía estar firme sobre el caballo, entonces golpeó mi pecho con su mano y dijo: “¡Oh Allah! Dale firmeza y que sea un buen guía y que sea bien guiado”.

        Yarir relató: En los tiempos pre-islámicos había un templo llamado Dhu’l-Jalasa. Y era conocido como la Ka’ba Yemenita o la Ka’ba del Norte. El Mensajero de Allah (s.a.s.) me dijo: “¿Tu eliminarías para mi a Dhu’l-Jalasa?”. Entonces salí a la cabeza de ciento cincuenta jinetes de los Ahmas. Y lo destruimos y matamos a los que encontramos. Luego volvimos a él y lo informamos. Y él rogó por nosotros y por los Ahmas.

        Yarir ibn Abdullah al-Bajali relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) me dijo: “¡Oh Yarir! ¿Puedes suprimir a Dhu’l Jalasa?”. La casa de Jash’am, llamada la Ka’ba del Norte. Entonces fui con ciento cincuenta jinetes, pero yo no podía mantenerme firmemente sobre mi caballo. Le mencioné esto al Mensajero de Allah (s.a.s.) y el golpeó mi pecho con su mano y dijo: “¡Oh Allah! Dale firmeza y haz que sea un buen guía y que sea bien guiado”. 

        Esta hadiz ha sido relatado  por Isma’il a través de diferentes cadenas de transmisores. En el transmitido a través de Maruan dice: Y llegó una persona, Abu Artá, de parte de Yarir con buenas nuevas o Husain ibn Rabi’a dio buenas nuevas al Profeta (s.a.s.).


XXX
LOS MÉRITOS DE ABDULLAH IBN ABBAS [59]
QUE ALLAH ESTÉ COMPLACIDO CON AMBOS (ÉL Y SU PADRE)

        Ibn Abbas relató que el Profeta (s.a.s.) fue al servicio y yo le puse agua para su ablución. Cuando salió dijo: “¿Quién puso esto?”. En la versión de Zuhair: Dijeron: Ibn Abbas. Y en la de Abu Bakr: Dije: Ibn Abbas. Dijo: “¡Oh Allah! Otórgale una comprensión profunda de la religión” [60].


XXXI
LOS MÉRITOS DE ABDULLAH IBN UMAR [61]
QUE ALLAH ESTÉ COMPLACIDO CON AMBOS

            Ibn Umar relató: Durante un sueño vi como si tuviera en mi mano un pedazo de tela de seda y (esta tela) volaba hasta cualquier lugar del Paraíso que yo quisiera alcanzar. Le conté esto a Hafsa (su hermana) y ella se lo contó al Profeta (s.a.s.) (su esposo) que dijo: “Abdullah es un hombre piadoso”.

        Ibn Umar relató: En vida del Mensajero de Allah (s.a.s.) cuando una persona veía algo en un sueño se lo contaba al Mensajero de Allah (s.a.s.). Y yo tenía el deseo de ver algo para poder contárselo al Profeta (s.a.s.). En esa época yo era un joven soltero y solía dormir en la mezquita cuando vi durante un sueño como dos ángeles me tomaban y me llevaban al Fuego y este estaba construido como la cubierta de un aljibe y tenía dos pilares como los de un aljibe. Y allí había gente conocida mía, entonces yo decía: Me refugio en Allah del Fuego. Me refugio en Allah del Fuego. Y otro ángel se juntaba con los otros dos y me decía: No debes temer. Se lo conté a Hafsa y ella al Mensajero de Allah (s.a.s.). Y el Profeta (s.a.s.) dijo: “¡Abdullah es un hombre meritorio! ¡Ah! si rezase durante la noche”. Salim dijo: Después de esto Abdullah dormía solo un poco de noche.

        Ibn Umar relató: Yo solía pasar el tiempo en la mezquita y en ese tiempo no tenía familia. Y en un sueño vi como si me llevasen a un aljibe. Y se lo mencioné al Profeta (s.a.s.). El resto del hadiz es el mismo.


XXXII
LOS MÉRITOS DE ANAS IBN MALIK [62]
QUE ALLAH ESTÉ COMPLACIDO CON ÉL

            Anas relató que Umm Sulaim (su madre) dijo: ¡Oh Mensajero de Allah! Este es tu sirviente Anas. Ruega a Allah por él. Entonces dijo: “¡Oh Allah! Incrementa sus bienes y su descendencia. Y bendícelo en lo que le has otorgado”.

         Anas  relató: Umm Sulaim dijo: ¡Oh Mensajero de Allah! Aquí está tu sirviente Anas. El resto del hadiz es el mismo.
        Este hadiz ha sido relatado por Anas a través de otra cadena de transmisores.

        Anas relató: El Profeta (s.a.s.) nos visitó. Y estábamos solamente mi madre , mi tía Umm Haram y yo. Y mi madre dijo: ¡Oh Mensajero de Allah! Este es un pequeño sirviente para ti. Ruega a Allah por él. Y pidió para mi todo tipo de bien y al final de su ruego dijo: “¡Oh Allah! Incrementa sus bienes y su descendencia. Y bendícelo en ellos”.

        Anas relató: Fui con mi madre Umm Anas al Mensajero de Allah (s.a.s.) y ella me había hecho la tela para cubrir mi parte inferior (izar) con la mitad de la tela con que cubría su cabeza y con la otra mitad la tela para cubrir la parte superior de mi cuerpo (ridá). Y ella dijo: ¡Oh Mensajero de Allah! Este es Mi hijo Unais. Lo he traído para que te sirva. Ruega a Allah por él. Entonces dijo: “¡Oh Allah! Incrementa sus bienes y su descendencia”. Anas dijo: ¡Por Allah! Ciertamente mis bienes son numerosos y hoy mis hijos y los hijos de mis hijos son más de cien.

        Anas ibn Malik relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) pasó (por nuestra casa), mi madre, Umm Sulaim, escuchó su voz y le dijo: ¡Que mi padre y mi madre te sirvan de rescate! ¡Oh Mensajero de Allah! Aquí está Unais. Entonces el Mensajero de Allah (s.a.s.) pidió tres cosas para mi. Yo he visto dos de ellas en este mundo y espero ver la tercera en el Más Allá.

        Zabit relató que Anas dijo: El Mensajero de Allah (s.a.s.) vino a mi cuando yo estaba jugando con mis amigos. Nos saludó y me envió con un recado, entonces tardé en volver con mi madre. Cuando regresé ella me dijo: ¿Qué es lo que te ha retrasado? Dije: El Mensajero de Allah (s.a.s.) me envió con un recado. Ella dijo: ¿Cuál era el recado? Dije: Es secreto. Ella dijo: No cuentes los secretos del Mensajero de Allah (s.a.s.) a nadie. Anas dijo: ¡Por Allah! Si se lo hubiera contado a alguien te lo hubiera contado a ti, ¡oh Zabit!

        Anas ibn Malik relató: El Profeta de Allah (s.a.s.) me dijo un secreto y yo no se lo conté a nadie. Y (mi madre) Umm Sulaim me preguntó sobre ello pero no le dije nada.


XXXIII
LOS MÉRITOS DE ABDULLAH IBN SALAM([63]
QUE ALLAH ESTÉ COMPLACIDO CON ÉL

            Amir ibn Sa’d relató: Escuché a mi padre (Sa’d ibn Abu Uaqqas) decir: No he escuchado al Mensajero de Allah (s.a.s.) decir a alguien vivo y en movimiento que estará en el Paraíso excepto a Abdullah ibn Salam.

        Qais ibn Ubada relató: Estaba en Medina con alguna gente entre los que estaban algunos de los Compañeros del Profeta (s.a.s.) cuando llegó un hombre en cuyo rostro había signos de su temor de Allah. y alguna gente dijo: Ese hombre es de la gente del Paraíso, ese hombre es de la gente del Paraíso. El rezó dos rak’ats cortos, luego salió y yo lo seguí. Entró en su casa y yo también y comenzamos a hablar. Cuando nos habíamos familiarizado le dije: Antes, cuando entraste (en la mezquita), una persona dijo esto y esto. El dijo: ¡Gloria a Allah! Nadie debería hablar de lo que no sabe. Y te diré porqué. Yo tuve un sueño en vida del Mensajero de Allah (s.a.s.) y se lo conté. Soñé que estaba en un jardín, y describió su tamaño, sus frutos y su verdor, y en el medio del jardín había un pilar de hierro, su base estaba en la tierra y su tope en el cielo. En su tope había una agarradera. Y se me dijo: Sube. Y yo dije: No puedo. Y entonces llegó un ayudante y tomó mis ropas por detrás y me ayudó a trepar con sus manos. Y subí hasta llegar al tope del pilar y tomé la agarradera. Y se me dijo: Tómala con fuerza. Y me desperté cuando tenía la agarradera con mis manos. Se lo conté al Profeta (s.a.s.) y me dijo: ”Ese jardín es el Islam, el pilar es el pilar del Islam, la agarradera es la agarradera de la fe firme y tu estarás en el Islam hasta que te mueras”. Y ese hombre era Abdullah ibn Salam.

        Qais ibn Ubada relató: Estaba con un grupo entre los que estaban Sa’d ibn Malik e Ibn Umar cuando pasó Abdullah ibn Salam. Ellos dijeron: Ese hombre es de la gente del Paraíso. Entonces me paré y le dije: Ellos dijeron esto y esto. El dijo: ¡Gloria a Allah! Ellos no deberían hablar de lo que no conocen. Ciertamente yo vi (en un sueño) un pilar en el medio de un jardín verde y en su parte superior había una agarradera y abajo un ayudante. Y se me dijo: Sube, entonces subí hasta tomar la agarradera. Se lo conté al Mensajero de Allah (s.a.s.) y él me dijo: “Abdullah morirá tomado de la firme agarradera de la fe”.

        Jarasha ibn Hurr relató: Estaba sentado en uno de los círculos de gente en la mezquita de Medina y allí estaba un anciano de buen aspecto que era Abdullah ibn Salam dirigiéndoles excelentes palabras. Cuando se levantó para retirarse la gente dijo: Quien desee ver a una persona del Paraíso que lo mire a él. Yo me dije: ¡Por Allah! Lo seguiré para saber donde vive. Y lo seguí hasta llegar a las afuera de Medina. Luego entró en su casa. Yo le pedí permiso para entrar y él me lo concedió y me dijo: ¿Qué necesitas? ¡Oh mi sobrino! Yo le dije: Cuando te levantaste escuché que la gente decía de ti: Quien desee ver a una persona del Paraíso que lo mire a él. Entonces me sorprendí y quise estar contigo. El dijo: Es Allah quien conoce a la gente del Paraíso. Te voy a contar porque ellos dicen eso. En sueños vino a mi un hombre y me dijo: Levántate.  Y me tomó de la mano y partí con él. A mi izquierda había unos caminos y yo estuve por tomar uno de ellos. Pero él me dijo: No vayas por ellos ya que son los senderos de la gente de la izquierda.[64] Luego había caminos que llevaban hacia la derecha. Entonces él me dijo: Toma uno de ellos.[65] (Luego) llegamos a una colina y me dijo: Trépala. Yo trataba de treparla pero me caía sobre mi trasero. Lo intenté muchas veces (pero no lo logré). Luego fui con él hasta llegar a un pilar cuya parte superior llegaba al cielo y la inferior estaba en al tierra. En la parte superior había una agarradera. Y me dijo: Trépalo. Yo le dije: ¿Cómo lo voy a trepar si su parte superior toca el cielo? Entonces me tomó de la mano, me empujó y me encontré tomado de la agarradera. Luego golpeó el pilar y este se cayó, pero yo me quedé tomado de la agarradera hasta el amanecer. (o sea hasta que me desperté) Y fui al Profeta (s.a.s.) y se lo conté. Y él me dijo: “En cuanto a los senderos que viste a tu izquierda son los senderos de la gente de la izquierda y los senderos que viste a tu derecha son los senderos de la gente de la derecha. Y la colina es el destino de los mártires que tu no podrás alcanzar. Y el pilar es el pilar del Islam y tu estarás aferrado a él hasta que te alcance la muerte”.    


XXXIV
LOS MÉRITOS DE HASSAN IBN ZABIT [66]
QUE ALLAH ESTÉ COMPLACIDO CON ÉL

            Abu Huraira relató que Umar pasó cerca de Hassan que estaba recitando unos poemas en la mezquita entonces lo miró (críticamente). Y él le dijo: Yo solía recitarlos cuando alguien mejor que tu estaba aquí. Luego miró hacia Abu Huraira y dijo: ¡Te pido por Allah! ¿Acaso no has escuchado al Mensajero de Allah (s.a.s.) decir: “Responde por mi (oh Hassan), ¡Oh Allah! Ayúdalo con el Espíritu Santo (el ángel Gabriel)”. Dijo (Abu Huraira): ¡Por Allah! Si.

        Ibn Musaiib relató que Hassan dijo dirigiéndose a un grupo en el que estaba Abu Huraira: ¡Oh Abu Huraira! ¿Has escuchado al Mensajero de Allah (s.a.s.)”. El rsto del hadiz es el mismo.

        Abdur Rahman relató que escuchó a Hassan ibn Zabit al-Ansari poner a Abu Huraira de testigo diciendo: ¡Te suplico por Allah! ¿Escuchaste al Profeta (s.a.s.) decir: “¡Oh Hassan! Responde en nombre del Mensajero de Allah (s.a.s.) ¡Oh Allah! Ayúdalo con el Espíritu Santo”. Abu Huraira dijo: Si (lo he oído).

        Al-Bará ibn Azib relató: Escuché al Mensajero de Allah (s.a.s.) decir a Hassan ibn Zabit: “Satirízalos (a los incrédulos) que Gabriel está contigo”. Este hadiz ha sido relatado por Shu’ba con la misma cadena de transmisores.

        Hisham relató de su padre que Hassan ibn Zabit era de los que hablaba mucho de A’isha, entonces yo lo increpé. Y ella me dijo: ¡Oh mi sobrino! Déjalo que él defendió al Mensajero de Allah (s.a.s.).

        Este hadiz ha sido relatado por Hisham con la misma cadena de transmisores.

        Masruq relató: Visité a A’isha y Hassan ibn Zabit estaba allí recitando versos de poemas suyos: Ella es casta y prudente y no hay calumnia contra ella. Se levanta temprano en la mañana sin criticar a los otros. Y A’isha le dijo: Pero tu no eres así. [67] Masruq dijo: Yo le dije a ella: ¿Porqué permites que te visite? Yo que Allah ha dicho: “pero el que se cargue con más culpa tendrá un castigo terrible”. (24:11) [68] Ella dijo: ¿Qué castigo hay que sea peor que la ceguera? (Además) él solía satirizar para defender al Mensajero de Allah (s.a.s.).

        Este hadiz ha sido relatado por Shu’ba a través de la misma cadena de transmisores pero con una pequeña variación de palabras.

        A’isha relató: Hassan dijo: ¡Oh Mensajero de Allah! Permíteme burlarme de Abu Sufian. Dijo: “¿Cómo vas a hacerlo si es mi pariente?” [69]. Dijo: ¡Por Aquel que te ha honrado! Te sacaré de ellos (de su familia) como se saca un pelo de la harina fermentada. Y Hassan dijo: Ciertamente la dignidad y la grandeza dentro de los Háshim pertenece a los descendientes de la hija de Majzúm, mientras que tu padre era un esclavo. [70]

        Urua relató a través de la misma cadena de transmisores que Hassan ibn Zabit pidió permiso al Profeta (s.a.s.) para burlarse de los idólatras, pero no menciona a Abu Sufián.

        A’isha relató que el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Satirizad a los Quraish ya que eso es peor para ellos que la herida de una flecha”. Y le mandó a decir a Ibn Rauaha: “Satirízalos”. Y lo hizo pero no lo conformó. Entonces le pidió a Ka’b ibn Malik (que lo hiciera, pero tampoco le gusto) y luego a Hassan ibn Zabit. Cuando Hassan llegó a su presencia le dijo: Ahora has mandado a llamar a éste león que golpea a sus enemigos con su cola. Luego sacó su lengua, comenzó a moverla y dijo: ¡Por Aquel que te ha enviado con la verdad! Los destrozaré con mi lengua como se destroza el cuero. El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “No te apresures. Abu Bakr es el que mejor conoce el linaje de los Quraish y yo comparto mi linaje con ellos, entonces que él te enseñe a distinguir el mío del de ellos”. Y Hassan fue y luego regresó y dijo: ¡Oh Mensajero de Allah! El me ha ayudado a distinguir tu linaje. ¡Por Aquel que te ha enviado con la verdad! Yo te distinguiré de entre ellos como se distingue un pelo en la harina. A’isha dijo: Escuché al Mensajero de Allah (s.a.s.) decirle a Hassan: “Ciertamente el Espíritu Santo seguirá ayudándote siempre que defiendas a Allah y a Su Mensajero”. Y ella dijo: Escuché al Mensajero de Allah (s.a.s.) decir: “Hassan los satirizó y dejó conformes (a los musulmanes) e inquietó (a los incrédulos)”. Hassan dijo: Habéis satirizado a Muhammad, pero yo os respondo en su nombre. Habéis satirizado a Muhammad, virtuoso y recto. Mensajero de Allah cuyo atributo es la veracidad. Ciertamente mi padre, su padre y mi honor son una protección del honor de Muhammad. Que yo pierda a mi hija si no la veis sacando el polvo de los dos costados de Kada [71] Ellos tiran de la riendas al subir, de sus hombros cuelgan espadas sedientas. Nuestros corceles transpiran y nuestras mujeres los secan con sus mantos. Si no lo hubieseis impedido hubiéramos realizado nuestra Umra, y luego llegó la Victoria y las sombras se disiparon. Y si no, esperad la lucha en el día en el que Allah honrará a quien El quiera. Y Allah dice: Ciertamente os he enviado un siervo que dice la verdad en la que no hay confusión. Y Allah dice: He preparado un ejército, ellos son los Ansares cuyo objetivo es luchar. Todos los días nos llegan de Ma’add (los Quraish) insultos, peleas y burlas. Que alguno de vosotros que se burle del Mensajero de Allah, lo alabe o lo ayude es lo mismo. Y Gabriel el Mensajero de Allah está entre nosotros, el Espíritu Santo no tiene par.


XXXV
LOS MÉRITOS DE ABU HURAIRA AL-DAUSI [72]
QUE ALLAH ESTÉ COMPLACIDO CON ÉL

            Abu Huraira relató: Invité a mi madre, que era una idólatra, al Islam. La invité un día y ella me dijo algo respecto al Mensajero de Allah (s.a.s.) que yo detesté. Y fui al Mensajero de Allah (s.a.s.) llorando y le dije: ¡Oh Mensajero de Allah! Invité a mi madre al Islam pero ella la rechazó. Y hoy la invité y ella me contestó algo detestable. Ruega a Allah que guíe a la madre de Abu Huraira. Y entonces el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “¡Oh Allah! Guía a la madre de Abu Huraira”. Y me fui contento por el ruego del Profeta de Allah (s.a.s.). Cuando llegué, me acerqué a la puerta pero estaba cerrada por dentro. Mi madre escuchó mis pasos y dijo: Espera ¡Oh Abu Huraira!. Y escuché el ruido del correr del agua. Ella tomó una ablución completa, se puso una túnica, cubrió rápidamente su cabeza y abrió la puerta. Luego dijo: ¡Oh Abu Huraira! Atestiguo que no hay más dios que Allah y atestiguo que Muhammad es Su siervo y Su Mensajero. Y regresé con el Mensajero de Allah (s.a.s.) y llegué llorando de felicidad. Y le dije: ¡Oh Mensajero de Allah! Te doy buenas nuevas. Allah ha contestado tus ruegos y ha guiado a la madre de Abu Huraira. El alabó a Allah, lo glorificó y dijo buenas palabras. Y yo le dije: ¡Oh Mensajero de Allah! Ruega a Allah que haga que mi madre y yo seamos queridos por los siervos creyentes y que ellos sean amados por nosotros. Entonces el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “¡Oh Allah! Haz que este siervo sea amado, o sea Abu Huraira, y también su madre por los siervos creyentes y que ellos amen a los creyentes”. Y así no ha nacido creyente que supo de mi o que me vio sin que me haya amado.

        Al-Aray relató: Escuché a Abu Huraira decir: Ciertamente vosotros pensáis que Abu Huraira ha transmitido numerosos hadices del Mensajero de Allah (s.a.s.). Y Allah es El que Recompensa. Yo era un hombre pobre. Servía al Mensajero de Allah (s.a.s.) y me conformaba con poco. Los Emigrantes estaban ocupados con sus negocios en el mercado. Y los Ansares estaban ocupados en cuidar sus propiedades. Y el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Quien extienda su túnica no olvidará nada que haya escuchado de mi”. Y yo extendía mi túnica cuando él relataba algo, luego la apretaba contra mi pecho y así no olvidé nada de lo que escuché de él.

        Este hadiz ha sido relatado por Abu Huraira, pero el transmitido por Malik termina con las palabras de Abu Huraira y no menciona que el Profeta (s.a.s.) dijo: “Quien extienda su túnica...” hasta el final.

        A’isha relató: ¿No os sorprendéis de Abu Huraira? El llegó y se sentó a un costado de mi departamento relatando hadices del Profeta (s.a.s.). Mientras yo estaba glorificando a Allah (Subhanallah). El se paró (y se fue) antes de que yo terminase mi repetición. Si me hubiera encontrado con él lo hubiera retado (con estas palabras): Ciertamente el Mensajero de Allah (s.a.s.) no hablaba tan rápido como tu lo haces. Ibn Shihab relató de Ibn al-Musaiib que Abu Huraira dijo: La gente decía: Ciertamente Abu Huraira transmite numerosos hadices y Allah es El que Recompensa. Y decían: ¿Porqué los Emigrantes y los Ansares no relatan tantos hadices como él? (Abu Huraira) dijo: Os diré porque. Mis hermanos de los Ansares estaban ocupados con sus tierras y mis hermanos de los Emigrantes estaban ocupados con sus negocios en el mercado. Y yo estaba con el Mensajero de Allah (s.a.s.) conformándome con poco. Yo estaba presente y ellos estaban ausentes. Y yo memorizaba mientras ellos olvidaban. Y un día el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Aquel de vosotros que extienda su tela, escuche mis palabras y luego la apriete contra su pecho, no olvidará nada de lo que haya escuchado”. Entonces extendí mi manto y cuando terminó de hablar lo apreté contra mi pecho. Y después de ese día no olvidé nada que haya dicho. Y su Allah no hubiera revelado estas dos aleyas en su Libro jamás hubiera relatado algo: “Quienes ocultan las pruebas claras y la Guía que hemos revelado...”. (2: 159-160) hasta el final de la aleya.

        Abu Huraira relató: Ciertamente vosotros decís: Abu Huraira relata muchos hadices del Mensajero de Allah (s.a.s.). El resto del hadiz es el mismo.


XXXVI
LOS MÉRITOS DE LOS QUE PARTICIPARON EN LA BATALLA DE BADR
Y LA HISTORIA DE HATIB IBN ABU BALTA’A
QUE ALLAH ESTÉ COMPLACIDO CON ELLOS

            Ubaidullah ibn Rafi’, que era el escriba de Ali, relató: Escuché a Ali decir: El Mensajero de Allah (s.a.s.) nos envió a Zubair, Miqad y a mi diciendo: “Id al jardín de Jaj (un lugar entre Meca y Medina a unos diez Km de ésta) que allí hay una mujer montada en un camello con una carta. Obtenedla de ella”. Y partimos con nuestros caballos y cuando encontramos a la mujer le dijimos: Danos la carta. Ella dijo: Yo no tengo ninguna carta. Y nosotros le dijimos: O sacas la carta o te la sacamos de entre tus ropas. Entonces ella la sacó de entre las trenzas de su cabeza. Y la llevamos al Mensajero de Allah (s.a.s.) y en ella Hatib ibn Abu Balta’a informaba a una gente de los idólatras de Meca algunos asuntos del Mensajero de Allah (s.a.s.). Y el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “¡Oh Hatib! ¿Qué es esto?”. Dijo: No te apresures en juzgarme ¡oh Mensajero de Allah! Yo estaba muy apegado a los Quraish (Sufian dijo: Era su aliado pero no su pariente). Aquellos que están contigo de los Emigrantes tienen parientes que cuidarán de los suyos (en Meca) y yo quisiera que como yo no tengo relación de parentesco con ellos que algunos de ellos ayuden a mi familia. Y no lo he hecho por incredulidad o por apostatar de mi religión. Y no me gusta la incredulidad después de haber aceptado el Islam. Y el Profeta (s.a.s.) dijo: “Ha dicho la verdad”. Umar dijo: ¡Oh Mensajero de Allah! Permíteme que golpee el cuello de este hipócrita. El dijo: “El participó en Badr y tu no sabes lo que Allah reveló sobre la gente de Badr. Y dijo: Haced lo que queráis que habéis sido perdonados”. Allah, Exaltado y Majestuoso, reveló: “Creyentes no toméis a mis enemigos y a los vuestros como amigos”. (60:1) Y en la transmisión de Abu Bakr y Zuhair no se menciona la aleya. Ishaq la menciona en su versión con la recitación de Sufián.

        Ali relató que el Mensajero de Allah (s.a.s.) envió a Abu Marzad al-Ganaui, a Zubair ibn al-Auam y a mi. Y los tres éramos jinetes. Y nos dijo: “Partid hasta llegar al jardín de Jaj que allí hay una mujer de los idólatras con una carta de Hatib para los idólatras”. El resto del hadiz es el mismo.

        Yabir relató: Un esclavo de Hatib fue al Mensajero de Allah (s.a.s.) a quejarse de Hatib. Y le dijo: ¡Oh Mensajero de Allah! Hatib se va a ir al Infierno. Y el Mensajero de Allah (s.a.s.) le dijo: “Mientes, él no irá al Infierno, ya que él participó en Badr y en Hudaibiia”.


XXXVII
LOS MÉRITOS DE LOS QUE JURARON FIDELIDAD BAJO EL ÁRBOL[73]
QUE ALLAH ESTÉ COMPLACIDO CON ELLOS

            Umm Mubashir relató que escuchó al Profeta (s.a.s.) decir en presencia de Hafsa: “Ni uno de la gente del árbol o sea de aquellos que juraron fidelidad bajo él, entrará en el Fuego”. Ella dijo: ¡Oh Mensajero de Allah! ¿Y porqué no? Entonces él la retó. Y Hafsa dijo: “Ninguno de vosotros dejará de pasar por él (el estrecho Puente)”. (19:71) Y el Profeta (s.a.s.) dijo: “Ciertamente Allah, Exaltado y Majestuoso, dijo: “Luego salvaremos a aquellos temerosos (de Allah) y dejaremos allí a los opresores de rodillas”. (19:72)


XXXVIII
LOS MÉRITOS DE ABU MUSA AL-ASH’ARI [74]Y ABU AMIR
QUE ALLAH ESTÉ COMPLACIDO CON ELLOS

            Abu Musa relató: Estaba con el Profeta (s.a.s.) cuando él estaba en Yi’rana, entre Meca y Medina y Bilal estaba con él. Y un árabe del desierto llegó al Mensajero de Allah (s.a.s.) y le dijo: ¡Oh Muhammad! ¿No vas a cumplir con la promesa que me hiciste? El Mensajero de Allah (s.a.s.) le dijo: “Acepta las buenas nuevas”. Y el árabe le dijo: Me has dado demasiadas buenas nuevas. Entonces el Mensajero de Allah (s.a.s.) se volvió hacia Abu Musa y Bilal con signos de enojo y les dijo: “Ciertamente él ha rechazado las buenas nuevas, aceptadlas vosotros dos”. Ellos dijeron: Las aceptamos ¡oh Mensajero de Allah! Luego el Mensajero de Allah (s.a.s.) pidió un recipiente con agua, lavó sus manos y su rostro y puso saliva en él. Luego dijo: “Bebed de él, y ponedla en vuestros rostros y pechos, y alegráos”. Ellos tomaron el recipiente e hicieron lo que el Mensajero de Allah (s.a.s.) les ordenó. Y Umm Salama los llamó detrás de su velo: Guardad un poco de agua de vuestro recipiente para vuestra madre. Y ellos le dieron un poco de agua que reservaron para ella.

        Abu Burda relató que su padre dijo: Cuando el Profeta (s.a.s.) terminó con la batalla de Hunain envió a Abu Amir a la cabeza de un ejercito a Autas. Y este tuvo un encuentro con Duraid ibn as-Simma. En el que Duraid fue matado y Allah derrotó sus compañeros. Abu Musa dijo: Y me envió con Abu Amir que fue herido por una flecha en la rodilla. Lo hirió un hombre de los Banu Yusham y le afectó la rodilla. Fui a él y le dije: ¡Oh tío! ¿Quién te hirió! Y Abu Amir se lo indicó a Abu Musa diciéndole: Ese es el que me ha matado, ese es el que me arrojó la flecha. Abu Musa dijo: Lo seguiré para matarlo y atraparlo. Y cuando me vio se escapó. Yo lo seguí y le dije: ¿No tienes vergüenza? ¿No eres un árabe? ¿Porqué no me enfrentas? Y se detuvo y comenzamos a intercambiar golpes (con la espada) y lo golpeé con la espada y lo maté. Luego regresé a con Abu Amir y le dije: Allah mató al que te hirió. El dijo: Sácame la flecha. La saqué y salió agua. Y me dijo: ¡Oh mi sobrino! Ve al Mensajero de Allah (s.a.s.), dale mis saludos y dile que Abu Amir le pide que ruegue perdón para él. Y Abu Amir me nombró jefe de la gente y poco tiempo después murió. Cuando regresé con el Profeta (s.a.s.) entré en su casa y lo encontré recostado sobre un catre tejido sin colchón que dejaba marcas en la espalda y los costados del Mensajero de Allah (s.a.s.). Lo informé de lo que nos había pasado y le conté de Abu Amir. Y le dije que él pidió que rogara perdón para él. Entonces el Mensajero de Allah (s.a.s.) pidió agua, hizo la ablución, luego levantó sus manos (tanto) que yo pude ver el blanco de su axilas y dijo: “¡Oh Allah! Perdona a tu siervo Abu Amir”. Luego dijo: “¡Oh Allah! Haz que en el Día del Juicio se distinga entre las mayoría de Tus criaturas o de la gente”. Yo le dije: Y pide perdón para mi también ¡Oh Mensajero de Allah! Y el Profeta (s.a.s.) dijo: “¡Oh Allah! Perdona a Abdullah ibn Qais (Abu Musa) sus pecados y que el Día de Juicio entre en un lugar elevado”. Abu Burda dijo: Uno de los ruegos es para Abu Amir y el otro para Abu Musa.


XXXIX
LOS MÉRITOS DE LOS ASH’ARITAS [75]
QUE ALLAH ESTÁ COMPLACIDO CON ELLOS

            Abu Musa relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Yo reconozco el sonido de las voces de los Ash’aritas al recitar el Corán cuando llegan por la noche y reconozco sus lugares por sus recitaciones nocturnas del Corán, pese a que no los vi acampar ya que lo hicieron durante el día. Y entre ellos está Hakim que cuando se encuentra con los jinetes o los enemigos les dice: Ciertamente mis compañeros les piden que los esperen” [76].

        Abu Musa relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Ciertamente los Ash’aritas cuando les quedan pocas provisiones en las expediciones o poca comida para sus hijos en Medina juntan lo que tengan en una sola tela y luego lo dividen entre ellos en un solo recipiente. Ellos me pertenecen y yo les pertenezco”.


XL
LOS MÉRITOS DE ABU SUFIAN IBN HARB
QUE ALLAH ESTÉ COMPLACIDO CON ÉL

            Ibn Abbas relató: Los musulmanes ni miraban ni se sentaban en compañía de Abu Sufián, entonces este le dijo al Profeta (s.a.s.): ¡Oh Profeta de Allah! Dame tres cosas. Le dijo: “Si”. Dijo: Yo tengo la mejor y más hermosa de las árabes Umm Habiba bint Abu Sufian, cásate con ella. Dijo: “Si”. Dijo: Y que Muauiia (su hijo) sea tu escriba. Dijo: “Si”. Dijo: Y nómbrame comandante (del ejercito) para que pueda combatir a los incrédulos como combatí a los musulmanes. Dijo: “Si”. Abu Zumail dijo: Si no le hubiera pedido eso al Profeta (s.a.s.) no se lo hubiera otorgado. Ya que su costumbre era que cuando le pedían algo decía: “Si”. [77]


XLI
LOS MÉRITOS DE YA’FAR IBN ABU TALIB, ASMÁ BINT UMAIS Y DE LA GENTE DE EL BOTE
QUE ALLAH ESTÉ COMPLACIDO CON ELLOS

            Abu Musa relató: Nosotros supimos que el Mensajero de Allah (s.a.s.) había emigrado cuando estábamos en el Yemen. Y entonces emigramos hacia él. Yo y mis dos hermanos, yo era el menor. Uno de ellos era Abu Burda y el otro Abu Ruhm. Y con nosotros había cincuenta y tres o cincuenta y dos personas de mi tribu. Nos embarcamos en un bote y el bote navegó hacia el Negus en Etiopía. Allí nos encontramos con Ya’far ibn Abu Talib y sus compañeros. Ya’far dijo: El Mensajero de Allah (s.a.s.) nos envió aquí y nos ordenó que nos quedásemos, así quedáos vosotros también. Y nos quedamos allí hasta que (después) llegamos todos juntos (a Medina) y nos encontramos con el Mensajero de Allah (s.a.s.) cuando había conquistado Jaibar. Y él nos dio una parte (del botín) como si hubiésemos participado y él no le daba a ninguno que no hubiese participado en la victoria de Jaibar, sino solo a los que estuvieron presentes. Excepto a la gente del barco y a Ya’far y sus compañeros, a ellos les dio su parte. Alguna gente nos dijo: (A la gente del barco) Nosotros os hemos precedido en la Emigración. Asmá bint Umais, que era una de las que había llegado con nosotros y de los que habían emigrado a Etiopía, fue a visitar a Hafsa, la esposa del Profeta (s.a.s.). Y entró Umar y se encontró con Asmá allí. Y cuando la vio dijo: ¿Quién es? Ella (Hafsa) le dijo: Es Asmá bint Umais. Umar dijo: ¿Esta es de las etíopes y de las que vinieron por mar? Asmá dijo: Si. Y Umar le dijo: Nosotros os hemos precedido en la Emigración y por lo tanto tenemos más derecho que vosotros al Mensajero de Allah (s.a.s.). Ella se enojó y le dijo: No dices la verdad ¡oh Umar! Vosotros estabais con el Mensajero de Allah (s.a.s.) que alimentaba a los hambrientos y enseñaba a los ignorantes. Mientras que nosotros estábamos lejos en un hogar o en una tierra extraña (de incrédulos), en Etiopía y esto (lo hicimos) por Allah y Su Mensajero. ¡Por Allah! No comeré ni beberé hasta mencionar al Mensajero de Allah (s.a.s.) lo que has dicho. Estuvimos en ese país siempre con dificultades y temores. Le contaré esto al Mensajero de Allah (s.a.s.) y le preguntaré sobre esto. Y ¡por Allah! No mentiré ni me desviaré (de la verdad) ni agregaré nada. Cuando llegó el Profeta (s.a.s.) le dijo: ¡Oh Profeta de Allah! Umar dijo esto y esto otro. Entonces el Mensajero de Allah (s.a.s.) le dijo: “El no tiene más derecho que vosotros, ya que él y sus compañeros tienen solo una Emigración mientras que vosotros, la gente del bote, tenéis dos Emigraciones”. Ella dijo: Y vi a Abu Musa y a la gente del bote viniendo a mi en grupos preguntándome sobre este hadiz, ya que para ellos no había en el mundo algo más satisfactorio y grandioso que lo que el Mensajero de Allah (s.a.s.) había dicho sobre ellos. Abu Burda relató: Asmá dijo: Yo lo vi a Abu Musa y él me pedía que te repitiera este hadiz una y otra vez. 


XLII
LOS MÉRITOS DE SALMÁN, SUHAIB Y BILAL
QUE ALLAH ESTÉ COMPLACIDO CON ELLOS

            A’idh ibn Amr relató que Abu Sufian fue a Salmán, Suhaib y Bilal frente a un grupo de gente. Y ellos dijeron: ¡Por Allah! La espada de Allah no ha alcanzado el cuello del enemigo de Allah como lo merecía. Y Abu Bakr dijo: ¿Decís eso del anciano y jefe de los Quraish? Y fue al Profeta (s.a.s.) y le contó. Y él le dijo: “¡Oh Abu Bakr! Quizás los has hecho enojar y si los has hecho enojar has hecho enojar a tu Señor”. Entonces Abu Bakr fue a ellos y les dijo: ¡Oh mis hermanos! ¿Os he hecho enojar? Ellos dijeron: No, ¡que Allah te perdone hermano!


XLIII
LOS MÉRITOS DE LOS ANSARES [78]
QUE ALLAH ESTÉ COMPLACIDO CON ELLOS

            Yabir ibn Abdullah relató: Sobre nosotros (los Ansares) fue revelado: “Cuando dos grupos de vosotros estaban por abandonar y Allah es el Guardián de ambos”. (3:122) Se refiere a los Banu Salama y los Banu Hariza. A nosotros no nos hubiese gustado que no se hubiera revelado esta aleya porque Allah, Exaltado y Majestuoso dice: “Y Allah es el Guardián de ambos”. [79]

        Zaid ibn Arqam relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “¡Oh Allah! Perdona a los Ansares, a la descendencia de los Ansares y a la descendencia de la descendencia de los Ansares”. Este hadiz ha sido relatado por Shu’ba con la misma cadena de transmisores.

        Anas relató que el Mensajero de Allah (s.a.s.) pidió perdón para los Ansares y creo que también dijo: “Y para los hijos de los Ansares y los siervos liberados de los Ansares”. No tengo dudas de ello.

        Anas relató que el Profeta (s.a.s.) vio a unos niños y unas mujeres (de los Ansares) regresando de una boda. Y el Profeta de Allah (s.a.s.) se detuvo inmóvil. Y dijo: “¡Oh Allah! Vosotros sois de la gente que yo más amo, vosotros sois de la gente que yo más amo”. O sea los Ansares.

        Anas ibn Malik relató: Una mujer de los Ansares llegó al Mensajero de Allah (s.a.s.). Y se puso a hablar a un costado con el Mensajero de Allah (s.a.s.) [80] y él dijo: “¡Por Aquel en cuyas manos está mi vida! Ciertamente sois la gente que yo más amo”. Y lo repitió tres veces. Este hadiz también ha sido relatado por Shu’ba con la misma cadena de transmisores.

        Anas ibn Malik relató que el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Los Ansares son mi familia y mi gente de confianza. Y ciertamente la gente incrementará su número, mientras que ellos disminuirán, así que apreciad sus buenas acciones y disculpad sus errores”.


XLIV
LOS MÉRITOS DE LOS CLANES DE LOS ANSARES
QUE ALLAH ESTÉ COMPLACIDO CON ELLOS

            Abu Usaid relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “El mejor de los clanes de los Ansares es el de los Banu Nayyar, luego Banu al-Ashhal, luego Banu Hariz ibn Hazray, luego Banu Sa’ida. Hay bien en todos los clanes de los Ansares”. Sa’d dijo: Veo que el Mensajero de Allah (s.a.s.) ha favorecido a otros sobre nosotros. Y le dijeron a él: Ciertamente os ha favorecido sobre muchos.

        Abu Usaid al-Ansari relató este ahdiz a través de otra cadena de transmisores.

        Anas relató un hadiz como este del Profeta (s.a.s.), pero no menciona las palabras de Sa’d.

        Ibrahim ibn Muhammad ibn Talha relató: Escuché a Abu Usaid en una alocución frente a Abu Utba. Y dijo: El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Los mejores clanes de los Ansares son los de Banu Nayyar, Banu Abd al-Ashhal, Banu Hariza ibn Hazray y Banu Sa’ida”. Y ¡por Allah! Si fuese a preferir a otros sobre ellos daría preferencia a mi familia.

        Abu Usaid al-Ansari atestiguó que el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “El mejor de los clanes de los Ansares es el de los Banu Nayyar, después los Banu Abd al-Ashhal, después los Banu Hariza ibn Hazray y después los Banu Sa’ida. Y en todos los clanes de los Ansares hay bien”. Abu Salama dijo: Abu Usaid dijo: ¿Acaso puedo yo mentir sobre el Mensajero de Allah (s.a.s.)? Si yo fuese un mentiroso hubiera comenzado con mi gente los Banu Sa’ida. Le contaron esto a Sa’d ibn Ubada que se molestó y dijo: Se nos ha dejado atrás ya que somos los últimos de los cuatro. Ensillad mi burro que voy a ver al Mensajero de Allah (s.a.s.). Pero su sobrino Sahl le dijo: ¿Vas a contradecir al Mensajero de Allah (s.a.s.)? El Mensajero de Allah (s.a.s.) es el que más sabe. ¿No te basta con ser uno de los cuatro (mejores)? Entonces regresó y dijo: Allah y Su Mensajero saben más. Y ordenó que desensillasen su burro.

        Abu Usaid al-Ansari relató que escuchó al Mensajero de Allah (s.a.s.) decir: “Lo mejor de los Ansares o el mejor de los clanes de los Ansares”, el resto del hadiz es el mismo, pero no se menciona la historia de Sa’d ibn Ubada.

        Abu Huraira relató que en una numerosa reunión de musulmanes el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “¿Os menciono los mejores clanes de los Ansares?”. Dijeron: Si, ¡oh Mensajero de Allah! El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Banu Ashhal”. Dijeron: ¿Y luego quien? ¡oh Mensajero de Allah! Dijo: “Luego Banu Nayyar”. Dijeron: ¿Y luego quién? ¡oh Mensajero de Allah! Dijo: “Luego Banu Hariz ibn Hazray”. Dijeron: ¿Y luego quién? ¡oh Mensajero de Allah! Dijo: “Luego Banu Sa’ida”. Dijeron: ¿Y luego quién? ¡oh Mensajero de Allah! Dijo: “Luego en todos los clanes de los Ansares hay bien”. Entonces Sa’d ibn Ubada se levantó molesto y dijo: ¿Nosotros somos los últimos de los cuatro según la enumeración que el Mensajero de Allah (s.a.s.) hizo de los clanes? Y quiso hablar con el Mensajero de Allah (s.a.s.) pero un hombre de su gente le dijo: Siéntate. ¿No estás conforme con que el Mensajero de Allah (s.a.s.) haya mencionado a tu clan entre los cuatro (mejores)? ¿O los que dejó sin mencionar son mejores que los mencionados? Y Sa’d ibn Ubada abandonó la idea de hablar con el Mensajero de Allah (s.a.s.).


XLV
LA EXCELENCIA DE ACOMPAÑAR A LOS ANSARES
QUE ALLAH ESTÉ COMPLACIDO CON ELLOS

            Anas ibn Malik relató: Salí con Abdullah ibn Yarir al-Bajali en un viaje. Y él me servía. Yo le dije: No lo hagas (no me sirvas). El dijo: Yo he visto a los Ansares hacer esto con el Mensajero de Allah (s.a.s.). Y yo juré que cada vez que acompañase a uno de ellos lo serviría. Ibn Muzanna e Ibn Bashshar agregaron en su transmisión: Era mayor que Anas.


XLVI
RUEGO DEL PROFETA (s.a.s.) POR LAS TRIBUS DE GHIFAR Y ASLAM

          Abu Dharr relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Ghifar que Allah te perdone y Aslam que Allah te salve”.

         Abu Dharr relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) me dijo: “Ve a tu gente y diles que el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Aslam, Allah te ha salvado y Ghifar, Allah te ha perdonado”.

         Este hadiz ha sido relatado por Shu’ba con la misma cadena de transmisores.
        Este hadiz ha sido relatado a través de otras cadenas de transmisores, pero todos relatados por Yabir que el Profeta (s.a.s.) dijo: “Aslam, Allah la ha salvado y Ghifar, Allah la ha perdonado”.

        Abu Huraira relató que el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Aslam, Allah la ha salvado y Ghifar, Allah la ha perdonado. Y no soy yo quien lo dice sino que es Allah, Exaltado y Majestuoso, quien lo dice”.

        Jufaf ibn Ima al-Ghifari relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo durante su oración: “¡Oh Allah! Maldice a los Banu Lihián, Ri’l, Dhakuan y Usaiia ya que desobedecieron a Allah y a Su Mensajero. Y Ghifar, Allah te ha perdonado y Aslam, Allah te ha salvado”.  
       
        Ibn Umar relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Ghifar, Allah te ha perdonado y Aslam, Allah te ha salvado. Y los Usaiia [81], ellos desobedecieron a Allah y a Su Mensajero”.

        Este hadiz ha sido relatado por Ibn Umar con una pequeña variación de las palabras del Profeta (s.a.s.). Y este hadiz también ha sido relatado por Ibn Umar a través de otra cadena de transmisores.


XLVII
LOS MÉRITOS DE LAS TRIBUS GHIFAR, ASLAM, YUHAINA, ASHYA’, MUZAINA, TAMIM, DAUS Y TAII [82]

            Abu Aiiub relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Los Ansares, los Muzaina, los Yuhaina, los Ghifar, los Ashya’ y los Banu Abdullah son mis amigos entre la gente y Allah y Su Mensajero son sus protectores”.

        Abu Huraira relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Los Quraish, los Ansares, los Muzaina, los Yuhaina, los Aslam, los Ghifar y los Ashya’ son mis amigos y ellos no tienen otro protector que Allah y Su Mensajero”.

        Este hadiz ha sido relatado por Sa’d ibn Ibrahim con una pequeña variación de palabras.

        Abu Huraira relató que el Profeta (s.a.s.) dijo: “Los Aslam, los Ghifar, los Muzaina y los de Yuhaina son mejores que los Banu Tamim, los Banu Amir y que los aliados de Asad y de Gatfan”.

        Abu Huraira relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “¡Por Aquel en cuyas manos está la vida de Muhammad! Los Ghifar, los Aslam, los Muzaina, los de Yuhaina y los de Muzaina serán mejores frente a Allah en el Día de la Resurrección que los Asad, Taii y Gatfan”.

        Abu Huraira relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Aslam, Ghifar, algunos de los Muzaina, Yuhaina, o algunos de Yuhaina y Muzaina son mejores frente a Allah, Y creo que dijo: en el Día de la Resurrección, que Asad, Gatfan, Hauazin y Tamim”.

        Abu Bakra relató de su padre que Al-Akra’ ibn Habis fue al Mensajero de Allah (s.a.s.) y le dijo: ¿Cómo es que te juraron fidelidad los Aslam, los Ghifar, los Muzaina y (creo que también mencionó) los Yuhaina que antes robaban a los peregrinos? Entonces el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Dime si los Aslam, los Ghifar, los Muzaina y (creo que dijo) los Yuhaina son mejores que los Banu Tamim, Banu Amir, Asad y Gatfan ¿estos (últimos) estarían en pérdida?”. Dijo: Si. Dijo: “¡Por Aquel en cuyas manos está mi vida! Pues ellos son mejores que estos”.
       
        Este hadiz ha sido relatado por Abu Ia’qub ad-Dabbi con la misma cadena de transmisores pero con una pequeña variación de palabras.

        Abu Bakra relató de su padre que el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Aslam, Ghifar, Muzaina y Yuhaina son mejor que Banu Tamim, Banu Amir y los aliados de los Banu Asad y Gatfan”.
        Este hadiz ha sido relatado por Abu Bishr con la misma cadena de transmisores.

        Abu Bakr relató de su padre que el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “¿Qué opinaríais si Yuhaina, Aslam, Ghifar fuesen mejores que Banu Tamim, Banu Abdullah ibn Gaftan y Amir ibn Sa’sa’a?”. Y levantó su voz. Dijeron: ¡Oh Mensajero de Allah! Estos estarían en pérdida y desventaja. Dijo: “Pues ciertamente ellos son mejores”.  Y en la versión de Abu Kuraib dice: “¿Qué opinaríais si Yuhaina, Muzaina, Aslam y Ghifar”.

        Adi ibn Hatim relató: Fui a Umar ibn al-Jattab y él me dijo: La primera sadaqa que se entregó y que hizo brillar el rostro del Mensajero de Allah (s.a.s.) y de sus Compañeros fue la sadaqa de Taii llevó al Mensajero de Allah (s.a.s.).

        Abu Huraira relató: Tufail y sus compañeros llegaron y dijeron: ¡Oh Mensajero de Allah! Ciertamente los Daus te rechazan y te niegan. Ruega a Allah que los maldiga. Y se dijo: Que Daus sea destruida. Y él dijo: “¡Oh Allah! Guía a Daus y dirígelos hacia mi”.

        Abu Huraira relató: Desde que escuché tres cosas del Mensajero de Allah (s.a.s.) sobre los Banu Tamim no he dejado de amarlos. Escuché al Mensajero de Allah (s.a.s.) decir: “De mi comunidad ellos son los que se opondrán con más energía al Anticristo (el Dayyal)”.  Y cuando llegó su sadaqa el Profeta (s.a.s.) dijo: “Esta es la sadaqa de mi gente”. Y en la casa de A’isha había una sierva que era de su gente y el Mensajero de Allah (s.a.s.) le dijo: “Libérala que es de los descendientes de Isma’il”. Este hadiz ha sido relatado por Abu Huraira con una pequeña variación de palabras.

        Abu Huraira relató: Hay unas características de los Banu Tamim que después de escucharlas del Mensajero de Allah (s.a.s.) nunca he dejado de amarlos. El resto del hadiz es el mismo, pero agrega: “Ellos son los más valientes en el campo de batalla”. Y no menciona la palabra: Dayyal.


XLVIII
LA MEJOR GENTE

            Abu Huraira relató que el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Encontraréis gente como la mía, los que eran buenos en la ignorancia (antes del Islam) son los buenos en el Islam, si es que lo han comprendido. Y encontraréis que la mejor gente es aquella que detesta ejercer el poder hasta les es conferido a ellos . Y encontraréis que la peor gente son aquellos que tienen dos caras, que se muestran a estos con una cara y a aquellos con otra”.
        Este hadiz ha sido relatado por Abu Zur’a con una pequeña variación en el texto.


XLIX
LOS MÉRITOS DE LAS MUJERES DE LOS QURAISH

            Abu Huraira relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Las mejores mujeres son las que montan camellos. Las mujeres piadosas de los Quraish o las mujeres de los Quraish son tiernas con los huérfanos cuando son pequeños y cuidan los bienes de sus esposos”.

        Abu Huraira relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Las mujeres de los Quraish son buenas, montan camellos, son tiernas con los niños y cuidadosas con los bienes de sus esposos”. Al final de la narración Abu Huraira dijo: María bint Imran (la madre de Jesús) nunca montó un camello. [83]

        Abu Huraira relató que el Profeta (s.a.s.) propuso matrimonio a Umm Hani la hija de Abu Talib y ella le contestó: ¡Oh Mensajero de Allah! Soy de edad avanzada y tengo una familia (numerosa). Y el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Las mejores mujeres son las que montan camellos”, el resto del hadiz es el mismo, excepto que dice: “son tiernas con sus hijos cuando son pequeños”.

        Abu Huraira relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Las mejores mujeres que montan camellos son las piadosas mujeres de los Quraish, ellas son tiernas con los niños pequeños y cuidan escrupulosamente los bienes de sus esposos”.
        Este hadiz ha sido relatado por Abu Huraira con la misma cadena de transmisores.


L
LA HERMANDAD ESTABLECIDA POR EL PROFETA (s.a.s.) ENTRE LOS COMPAÑEROS
QUE ALLAH ESTÉ COMPLACIDO CON ELLOS

            Anas relató que el Mensajero de Allah (s.a.s.) hermanó a Abu Ubaida ibn al-Yarrah y Abu Talha.

        Se le dijo a Anas ibn Malik: Debes haber escuchado que el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “No hay alianzas (de hermandad) en el Islam”. Anas dijo: Sin embargo el Mensajero de Allah (s.a.s.) hermanó a los Quraish con los Ansares en su casa. [84]

        Anas relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) hermanó a los Quraish con los Ansares en su casa de Medina.

        Yubair ibn Mut’mi relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “No hay alianza (o hermandad) en el Islam. Pero la alianza que se haya establecido en la ignorancia (antes del Islam) (para hacer el bien) fortifica al Islam”.


LI
LA PRESENCIA DEL PROFETA (s.a.s.) ES UNA FUENTE DE SEGURIDAD PARA LOS COMPAÑEROS Y LA PRESENCIA DE LOS COMPAÑEROS ES UN FUENTE DE SEGURIDAD PARA LA COMUNIDAD (UMMA)

            Abu Burda relató que su padre dijo: Rezamos la oración de la puesta del sol con el Mensajero de Allah (s.a.s.). Luego dijimos: Podríamos quedarnos aquí sentados así rezamos también con él la oración de la noche. y él vino a nosotros y nos dijo: “¿Todavía estáis sentados aquí?”. Dijimos: ¡Oh Mensajero de Allah! Rezamos contigo la oración de la puesta del sol, luego nos dijimos: Sentémonos así rezamos contigo la oración de la noche. Dijo: “Excelente o correcto”. Entonces levantó su cabeza hacia el cielo y él a menudo levantaba la cabeza hacia el cielo. Y dijo: “Las estrellas son la seguridad del cielo y cuando desaparecen le sucede al cielo lo anunciado (viene la oscuridad). Y yo soy la seguridad de mis Compañeros y cuando me vaya le sucederá a mis Compañeros lo anunciado. Y mis Compañeros son la seguridad de la comunidad y cuando ellos se vayan le sucederá a mi comunidad lo anunciado”.


LII
LOS MÉRITOS DE LOS COMPAÑEROS, LUEGO DE LOS QUE LES SIGUIERON
DESPUÉS LOS DE LOS QUE SIGUIERON A ESTOS

            Abu Sa’id al-Judri relató que el Profeta (s.a.s.) dijo: “Llegará un tiempo para la gente en que cuando un grupo de gente salga a combatir (por la causa de Allah), se les dirá: ¿Hay alguno entre vosotros que haya visto al Mensajero de Allah (s.a.s.)? Y ellos dirán: Si. Y obtendrán la victoria. Luego un grupo de gente saldrá a combatir y se les dirá: ¿Hay alguno de vosotros que haya visto a los Compañeros del Mensajero de Allah (s.a.s.)? Y ellos dirán: Si. Y obtendrán la victoria. Luego un grupo de gente saldrá a combatir y se les dirá: ¿Hay alguno entre vosotros que haya visto a los compañeros de los Compañeros del Mensajero de Allah (s.a.s.)? Y ellos dirán: Si. Y obtendrán la victoria”.

        Abu Sa’id al-Judri relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Llegará un tiempo para la gente que cuando se envíe una compañía (para combatir por la causa de Allah) se les dirá: Mirad si encontráis entre vosotros a uno de los Compañeros del Profeta (s.a.s.). Y encontrarán a uno y obtendrán la victoria. Luego se enviará a una segunda compañía y se les dirá: ¿Hay entre ellos quien haya visto a un Compañero del Profeta (s.a.s.)? Y obtendrán la victoria por él. Luego se enviará una tercera compañía y se les dirá: Mirad si alguno de ellos ha visto a quien ha visto a los Compañeros del Profeta (s.a.s.) Luego habrá una cuarta compañía y se les dirá: Mirad si encontráis entre ellos a uno que haya visto a uno que haya visto a los Compañeros del Profeta (s.a.s.). Y encontrarán a uno y obtendrán la victoria”.

        Abdullah relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Los mejores de mi comunidad son los de la generación más cerca a mi. Luego los que les siguen. Luego los que les siguen a ellos. Luego vendrá una gente cuyo testimonio precederá su juramento y su juramento a su testimonio”. [85] Hannad no menciona la palabra Qarn en su versión. Y Qutaiba en la suya dice: “Luego vendrán gentes”.

        Abdullah relató: Le preguntaron al Mensajero de Allah (s.a.s.): ¿Quién es la mejor gente? Dijo: “Los de mi generación, luego la que sigue, luego la que sigue, luego vendrá una gente cuyo testimonio precederá su juramento y su juramento precederá su testimonio”. Ibrahim dijo: Cuando éramos niños se nos prohibía andar haciendo promesas y dando testimonios.
        Este hadiz ha sido relatado por Mansur de Abu al-Ahuas y Yarir con una pequeña variación de palabras.

        Abdullah (ibn Mas’ud) relató que el Profeta (s.a.s.) dijo: “La mejor gente es la de mi generación, luego los de la que sigue, luego los de la que sigue”. Y no se si a la tercera o cuarta vez dijo: “Luego después de ellos vendrán personas cuya evidencia precederá a su juramento y su juramento precederá a su evidencia”.

        Abu Huraira relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “La mejor época de mi comunidad es en la que yo fui enviado, luego la que le sigue”. Y Allah sabe si mencionó una tercera o no. “Luego vendrá gente a la que le gustará ser gorda [86] y que darán testimonio antes de que se lo pidan”.

        Este hadiz ha sido relatado por Abu Huraira a través de otra cadena de transmisores, excepto que en este Abu Huraira dice: No se si lo dijo dos o tres veces.

        Imran ibn Husain relató que el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Ciertamente los mejores de vosotros sois los de mi época, luego los que les siguen, luego los que les siguen, luego los que les siguen”. Imran dijo: No se si después de mencionar su época el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo dos o tres veces: “luego los que les siguen”. “Luego, después de ellos, vendrá una gente que atestiguarán antes de que se lo pidan. Y que serán deshonestos y no confiables. Y harán promesas que no cumplirán. Y que les importará ser gordos”.

        Este hadiz ha sido relatado por Shu’ba con la misma cadena de transmisores. Y en este dice: No se si después de su generación mencionó dos o tres más. Y en la versión de Shababa dice: Lo escuché de Zahdam ibn Mudarrib cuando vino a mi por una necesidad cabalgando un caballo y me relató que lo escuchó de Imran ibn Husain. Y en la versión de Iahia y de Shababa dice: “Prometerán pero no cumplirán”. Y en la versión de Bahz hay una pequeña variación de palabras.

        Este hadiz también ha sido relatado por Imran ibn Husain a través de otra cadena de transmisores. Y en este el Profeta (s.a.s.) dice: “La mejor generación de mi comunidad es la generación en la que yo fui enviado, luego los que les siguen”. Y en el transmitido por Abu Auana agrega: Y Allah sabe si mencionó una tercera generación o no. El resto del hadiz es el mismo que el transmitido por Zahdam de Imran. Y en el hadiz que relata Hisham de Qatada: “Ellos jurarán sin que les pidan que lo hagan”.

        A’isha relató: Un hombre le preguntó al Profeta (s.a.s.): ¿Cuál es la mejor gente? El dijo: “La generación a la que pertenezco, luego la que sigue, luego la que sigue”.


LIII
EL DICHO DEL PROFETA (s.a.s.):
“NADIE QUE VIVA HOY VIVIRÁ DESPUÉS DE UN SIGLO”.

        Abdullah ibn Umar relató: Una noche el Mensajero de Allah (s.a.s.), al final de su vida, nos dirigió en la oración de la noche y cuando la terminó con el saludo se levantó y dijo: “¿Habéis visto ésta vuestra noche? Pues ciertamente una vez que hayan pasado cien años de ésta, no quedará sobre la faz de la tierra ninguno (de mis Compañeros)”. Ibn Umar dijo: La gente no entendió las palabras del Mensajero de Allah (s.a.s.) relativas a los cien años. Y el Mensajero de Allah (s.a.s.) quiso decir que: Ese día (después de cien años) no quedará ninguno de los que entonces vivían sobre la faz de la tierra, dando así por terminada esa generación. [87]
        Este hadiz ha sido relatado por Zuhri de Ma’mar.

        Yabir ibn Abdullah relató: Un mes antes de morir escuché al Profeta (s.a.s.) decir: “Me habéis preguntado sobre la Ultima Hora. Y ciertamente el conocimiento sobre ella lo tiene solo Allah. ¡Y os juro por Allah! Ningún ser creado (de mis Compañeros) vivirá sobre la tierra una vez pasados cien años”. Este hadiz ha sido relatado por Ibn Yuraiy a través de la misma cadena de transmisores, pero no menciona: Un mes antes de morir.

        Yabir ibn Abdullah relató que el Profeta (s.a.s.) dijo un mes (o algo así) antes de morir: “Ningún ser creado que esté vivo hoy estará vivo después de cien años”. Abdu Rahman interpretó estas palabras como que la edad de la gente disminuirá.
        Este hadiz ha sido relatado a través de otras cadenas de transmisores por Sulaimán at-Taimi.

        Abu Sa’id relató: Cuando el Profeta (s.a.s.) regresó de Tabuk (los Compañeros) le preguntaron sobre la Ultima Hora. Y el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Después de cien años no quedará ninguno de los seres creados que estén vivos hoy”,

        Yabir ibn Abdullah relató: El Profeta de Allah (s.a.s.) dijo: “Ninguno de los seres creados (que estén vivos hoy de mis Compañeros) sobrevirán después de cien años”. Salim dijo: Se lo mencionamos a él (a Yabir) y dijo: Significa lo que estaban vivos ese día.


LIV
PROHIBICIÓN DE INSULTAR AL LOS COMPAÑEROS
QUE ALLAH ESTÉ COMPLACIDO CON ELLOS

            Abu Huraira relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “No insultéis a mis Compañeros, no insultéis a mis Compañeros. ¡Por Aquel en cuyas manos está mi vida! Aunque uno de vosotros gastase una cantidad de oro como la montaña de Uhud no sería equivalente a un mudd o medio (mudd) de ellos”.

        Abu Sa’id relató: Hubo un problema entre Jalid ibn Ualid y Abdu Rahman ibn Auf y entonces Jalid lo insultó. Y el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “No insultéis a ninguno de mis Compañeros. Ya que si uno de vosotros gastase en oro el equivalente a la montaña de Uhud no sería tanto como un mudd o medio mudd de ellos”.
        Este hadiz ha sido relatado por Amash y en la versiones de Shu’ba y de Uaki’ no se menciona a Abdu Rahman y a Jalid.


LV
LOS MÉRITOS DE UAIS AL -QARNI [88]
QUE ALLAH ESTÉ COMPLACIDO CON ÉL

            Usair ibn Yabir relató que una delegación de la gente de Kufa fue a ver a Umar y entre ellos había un hombre del que se burlaban llamado Uais. Umar dijo: ¿Entre vosotros hay alguien de Qaran? Entonces vino un hombre y Umar le dijo: Ciertamente el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Vendrá a vosotros un hombre del Yemen llamado Uais. El no habrá dejado a nadie en el Yemen excepto su madre y tenía una blancura (en su piel por la lepra), pero rogó a Allah y lo curó excepto por una superficie del tamaño de una moneda de dinar o dirham. Aquel de vosotros que se encuentre con él pídale que ruegue (a Allah) que le perdone”.

        Umar ibn al-Jattab relató: Escuché al Mensajero de Allah (s.a.s.) decir: “El mejor entre los seguidores será un hombre llamado Uais. El tendrá su madre (viviendo con él) y una pequeña señal blanca (en su piel) causada por la lepra. Pedidle que ruegue (a Allah) el perdón para vosotros”.

        Usair ibn Yabir relató: Cada vez que llegaba gente del Yemen para ayudar (a los musulmanes en sus combates) Umar ibn al-Jattab les preguntaba: ¿Está entre vosotros Uais ibn Amir? (Y siguió preguntando) hasta que encontró a Uais. Y le dijo: ¿Tu eres Uais ibn Amir? Dijo: Si. Dijo: ¿Eres de Murad y de Qaran? Dijo: Si. Le dijo: ¿Tu tenías lepra y te curaste excepto por la superficie de un dirham? Dijo: Si. Le dijo: ¿Tienes tu madre viva? Dijo: Si. Le dijo: Escuché al Mensajero de Allah (s.a.s.) decir: “Vendrá a vosotros Uais ibn Amir con los refuerzos de la gente del Yemen. El será de Murad y Qaran. El se habrá curado de la lepra excepto la superficie de un dirham. El tendrá su madre a la que tratará excelentemente. Si juraba por Allah cumplía su juramento. Si podéis pedirle que pida perdón por vosotros, hacedlo”. Pide perdón por mi. Y él pidió perdón por Umar. Y Umar le dijo: ¿Dónde quieres ir? Dijo: A Kufa. Le dijo: ¿Quieres que le escriba  a su gobernador por ti? Dijo: A mi me gusta vivir entre los pobres. Al año siguiente un hombre de la gente importante de Kufa fue a la Peregrinación y se encontró con Umar. Y éste le preguntó por Uais. Dijo: Lo dejé con pocos medios de sustento. Y Umar dijo: Escuché al Mensajero de Allah (s.a.s.) decir: “Vendrá a vosotros Uais ibn Amir con los refuerzos del Yemen, él será de Murad, una rama de la tribu de Qaran. Habrá sufrido de lepra pero se habrá curado excepto el tamaño de una moneda. El tendrá a su madre con la que será muy cuidadoso. Si jura por Allah honrará su juramento. Si podéis pedirle que ruegue perdón por vosotros, hacedlo”. Entonces fue a Uais y le dijo: Pide perdón por mi. Pero él le dijo: Tu acabas de llegar de un viaje sagrado, por lo tanto pide perdón por mi. Dijo: Tu pide perdón por mi. El (Uais) dijo (de nuevo): Tu acabas de llegar de un viaje sagrado, por lo tanto pide perdón por mi. ¿Acaso te encontraste con Umar? Dijo: Si. Y entonces pidió perdón por él. Y la gente supo (de su estado espiritual) y él se fue a otro lugar. Usair dijo: Su vestimenta era un manto. Y cuando la gente lo veía decían: ¿De dónde sacó Uais ese manto?


LVI
INSTRUCCIONES DEL PROFETA (s.a.s.) RESPECTO A LA GENTE DE EGIPTO

            Abu Dharr relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Pronto vosotros conquistaréis una tierra donde la gente tiene la costumbre de usar un lenguaje obsceno[89]. Os aconsejo que tratéis bien a su gente, ya que ciertamente ellos tienen un derecho de sangre y parentesco con vosotros. [90] Y si veis a dos personas peleando por el espacio de un ladrillo salid de allí”. Y él (Abu Dharr) pasó cerca Rabi’a y Abdu Rahman, los hijos de Shurahbil ibn Hasana, que peleaban por el espacio de un ladrillo. Entonces salió de esa tierra.

        Abu Dharr relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Pronto conquistaréis Egipto. Es una tierra conocida por el qirat. Cuando la conquistéis sed buenos con su gente, ya que tienen lazos de sangre y parentesco con vosotros”. O dijo: “de sangre y matrimonio[91]. Y si veis a dos personas disputando entre ellas por el espacio de un ladrillo, salid de ella”. Y yo vi a Abdu Rahman ibn Shurahbil ibn Hasana disputando con su hermano Rabi’a por el espacio de un ladrillo, entonces me fui de allí.


LVII
LOS MÉRITOS DE LA GENTE DE OMÁN

            Abu Barza relató que el Mensajero de Allah (s.a.s.) envió a un hombre a una tribu de las tribus de Arabia. Y ellos lo insultaron y lo golpearon. El volvió al Mensajero de Allah (s.a.s.) y le contó. Y el Mensajero de Allah (s.a.s.) le dijo: “Si hubieses ido a la gente de Omán no te habrían insultado ni golpeado”.


LVIII
RESPECTO AL MENTIROSO DE ZAQIF Y AL ASESINO

            Abu Naufal relató: Yo vi (el cuerpo) de Abdullah ibn Zubair colgando en el camino a Medina. Y los Quraish y otra gente pasaban por ahí. Hasta que pasó Abdullah ibn Umar, se detuvo y dijo: ¡La Paz sea contigo, Abu Jubaib (kunia de Abdullah ibn Zubair)! ¡La Paz sea contigo , Abu Jubaib! ¡La Paz sea contigo, Abu Jubaib! ¡Por Allah! Yo te prohibía esto. ¡Por Allah! Yo te prohibía esto. ¡Por Allah! Yo te prohibía esto. ¡Por Allah! Por lo que yo se tu has sido una persona que ayunaba y oraba y estrechabas los lazos familiares. ¡Por Allah! Dicen que tu grupo era el peor y ciertamente era bueno. Luego Abdullah ibn Umar se fue. Le contaron a Al-Hayyay la postura y los dichos de Abdullah ibn Umar. Entonces mandó a que sacasen el cuerpo del patíbulo y que fuese arrojado en las tumbas de los judíos. Luego mandó a llamar a su madre Asma bint Abu Bakr pero ella no quiso ir. Volvió a mandarle un mensaje ordenándole que fuese, si no la llevarían por la fuerza tomándola de su pelo. Ella lo rechazó nuevamente y dijo: ¡Por Allah! Yo no iré hasta que envíes a alguien que me arrastre de mis cabellos. El dijo: Traed mis zapatos. Y se los puso y partió caminando orgullosamente hasta llegar a ella. Y le dijo: ¿Qué te parece lo que he hecho con el enemigo de Allah? [92] Ella dijo: A mi me parece que tu lo has arruinado en este mundo y él te ha arruinado en el otro. Me han dicho que tu lo has llamado: ¡Oh hijo de la que tenía dos cinturones! ¡Por Allah! Yo soy la que tenía dos cinturones [93]. Uno de ellos es con el que sostenía la comida del Mensajero de Allah (s.a.s.) y de Abu Bakr para que no la tomasen los animales y el otro cinturón es el que toda mujer lleva. Y ciertamente el Mensajero de Allah (s.a.s.) nos dijo: “En Zaqif nacerá un gran mentiroso y un gran asesino”. En cuanto al mentiroso lo hemos visto [94] y en cuanto al asesino no se de otro que no seas tu. Entonces él se puso se pie y no le contestó.


LIX
LOS MÉRITOS DE LA GENTE DE PERSIA

            Abu Huraira relató: el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Aún si la religión estuviera en las Pléyades una persona de Persia la hubiese encontrado”, o dijo: “o un descendiente de persas la hubiese encontrado”.

        Abu Huraira relató: Estábamos sentados con el Profeta (s.a.s.) cuando fue revelada la sura al-Yumu’a. y cuando recitó: “Y otros de ellos que todavía no se les han incorporado”. (62:3) Un hombre dijo: ¿Quienes son ellos? ¡Oh Mensajero de Allah! Pero el Profeta (s.a.s.) no le contestó hasta que el hombre no le repitió la pregunta una, dos o tres veces. Y entre nosotros estaba Salman al-Farsi (el Persa). Entonces el Profeta (s.a.s.) puso su mano sobre Salman y luego dijo: “Aún si la fe estuviese en las Pléyades una persona de ellos la encontraría”.


LX
EL DICHO DEL PROFETA (s.a.s.): “LA GENTE SON COMO LOS CAMELLOS,
HAY CIEN DE ELLOS Y NO ENCUENTRAS UNO PARA MONTAR”.

            Ibn Umar relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Veréis que la gente son como cien camellos y que ni siquiera uno de ellos se puede montar”. [95] 





[1] Sahib es aquel que está asociado íntimamente con otro. Sahibahu significa él se asoció, estuvo en su compañía, se convirtió en su camarada, en su amigo. En cuanto a la definición de Sahabi en el Islam es aquel que vio al Profeta (s.a.s.), lo conoció o tuvo el privilegio de sentarse con él y murió siendo un musulmán. Existe otra opinión y es la de que Compañeros del Profeta (s.a.s.) son solo aquellos que tuvieron la oportunidad de compartir su vida con él y de ese modo establecer con el Mensajero de Allah (s.a.s.) una relación de verdadera amistad. Entender y conocer las vidas de los Compañeros del Profeta (s.a.s.) es esencial para una comprensión correcta del Islam. Es a través de ellos que hemos aprendido el Corán y la Sunna. Ellos son “la mejor generación” y “la mejor comunidad” que ha sido enviada a la humanidad. Son los primeros que creyeron en la misión del Profeta (s.a.s.) y los que lo ayudaron en los momentos de dificultad y compartieron con él sus alegrías y sus tristezas. Y son ellos quienes nos transmitieron los dichos y hechos del Mensajero de Allah (s.a.s.), que Allah esté complacido con ellos. 
[2] Su resumen biográfico en Tomo I, pág. 19.
[3] Esto sucedió cuando el Profeta (s.a.s.) y Abu Bakr dejaron Meca emigrando a Medina y tuvieron que esconderse tres noches en una cueva en la montaña de Zaur, en las proximidades de Meca, mientras eran buscados intensamente por los idólatras de la Meca.  Este incidente es mencionado en el Corán: “Si le negáis auxilio, Allah si que lo auxilió cuando expulsado por los infieles, con un solo compañero, le decía a éste estando los dos en la cueva: ¡No estés triste! ¡Allah está con nosotros!”. (9:40)
[4] Cuando la mezquita del Profeta (s.a.s.) fue abierta en Medina ocupaba un espacio entre numerosas casas cuyas puertas se abrían hacia la mezquita. Durante su última enfermedad el Profeta (s.a.s.) se incomodó por el paso frecuente de gente y el ruido entonces ordenó que se cerrasen todas las puertas y ventanas que daban a la mezquita excepto las de Abu Bakr.
[5] Era una reserva de agua en las afueras de Siria. El combate tuvo lugar en el año 8 H.
[6] Su resumen biográfico en Tomo I, pág. 87.
[7] Al morir el musulmán luego de ser lavado y envuelto en una tela se lo ubica sobre una litera y luego se lo entierra sin necesidad de un ataúd.
[8] En este hadiz se mencionan tres casos en los que la opinión de Umar fue apoyada por aleyas del Corán pero los sabios del hadiz mencionan cincuenta. El primer caso es el de la Estación de Abraham, Umar había aconsejado al Profeta (s.a.s.) que se tomase el Maqam Ibrahim (la Estación de Abraham), un lugar al lado de la Ka’ba en Meca, como lugar de oración o como qibla o sea la dirección hacia donde orar. Esto fue cuando el Mensajero de Allah (s.a.s.), después de su Emigración a Medina decidió hacer el salat hacia Jerusalén que era la qibla de los profetas de los Israelitas. Cuando Allah ordenó hacer el salat hacia la Ka’ba confirmó la opinión de Umar. En el segundo caso Umar era de la opinión de que las mujeres no debían salir de sus casas sin el velo, especialmente las mujeres de la familia del Profeta (s.a.s.),  pero este no quería obligar a sus esposas hasta que al poco tiempo Allah lo ordenó, confirmando nuevamente a Umar. Y el tercer caso es sobre el trato de los prisioneros de Badr, Umar era de la opinión de que debían ser matados por las atrocidades que habían cometido contra los musulmanes, mientras que Abu Bakr opinaba que debían ser intercambiados por un rescate y que ese acto de misericordia podía inducir a algunos de ellos a comprender la verdad del Islam. El Profeta (s.a.s.) se inclinó hacia la opinión de Abu Bakr y liberó los prisioneros, pero Allah aprobó la opinión de Umar. El Corán dice: “No está bien que un profeta tenga cautivos a menos que haya combatido vigorosamente en la tierra. Vosotros queréis los bienes de este mundo pero Allah quiere la Otra Vida. Allah es Poderoso y Sabio”. (8:67)
[9] Su resumen biográfico en Tomo I, pág. 22.
[10] Un aljibe en la afueras de Medina.
[11] O sea las tumbas de Abu Bakr y Umar al lado de la del Profeta (s.a.s.) y la de Uzmán alejada de la de ellos.
[12] Su resumen biográfico en Tomo I, pág. 50. 
[13] Los árabes consideraban al camello de color rojo como la excelencia y era común aplicarlo a las cosas más preciosas y valiosas.
[14] La aleya dice: ¡Venid! Vamos a llamar a nuestros hijos y a vuestros hijos, a nuestras mujeres y a vuestras mujeres y a nosotros y a vosotros. Y roguemos humilde y ardientemente e invoquemos la maldición de Allah sobre los que digan una mentira”. Este es un tipo de juicio que en Islam se llama Mubahala. Cuando dos partes no se ponen de acuerdo sobre alguna cuestión llaman a sus seres más queridos e invocan la ira de Allah sobre los que mienten.
[15] El gobernador era Maruán ibn al-Hakam que solía insultar a Ali en público. La historia nos cuenta que todos los Umayas, con muy pocas excepciones la primera de ellas Umar ibn Abd al-Aziz, solían usar de modo despectivo el nombre de Abu Turab mientras que el Mensajero de Allah (s.a.s.) lo llamaba con ese sobrenombre como una expresión de su amor por él.
[16] En realidad Ali era primo del Profeta (s.a.s.). Entre los árabes era tan común el casamiento entre primos que a veces se llamaba así al esposo o a la esposa aún cuando no existiese ese lazo sanguíneo.
[17] Abu Turab pude ser traducido como Padre del Polvo, pero Abu también significa: Aquel que lo posee, entonces se puede traducir también como: El que está cubierto con polvo.
[18] Sa’d ibn Abu Uaqqas es Sa’d ibn Abu Uaqqas Malik ibn Wuhaib ibn Abd Manaf. Abu Ishaq al-Zuhri al-Quraishi. Nació 23 años antes de la Emigración. Uno de los grandes Compañeros del Profeta (s.a.s.), entró en el Islam a los diecisiete años, peleó en la batalla de Badr, comandó a los musulmanes en la victoria de Qadisiia, conquistando Iraq y las ciudades de Persia para el Islam. Fue el primer musulmán en arrojar una flecha por la causa de Allah y fue uno de los diez a los que el Profeta (s.a.s.) anunció el Paraíso. Fue nombrado gobernador de Kufa por Umar, confirmado por Uzmán pero luego removido. No quiso participar en los conflictos en los que se vio envuelta la sociedad musulmana y permaneció encerrado en su casa pidiéndole a su familia que no lo informasen de lo que pasaba hasta que toda la comunidad estuviese de acuerdo con un solo jefe. Murió en Atiq a siete kilómetros de Medina en el 55 H. 
[19] ¡Qué mi padre y mi madre sea tu recate o te sirvan de rescate o de redención! Es una expresión que los árabes solían usar y que significa un amor y una devoción profunda.
[20] Los Quraish decían que estaban dispuestos a aceptar el Islam si los musulmanes pobres se alejaban cuando ellos eran recibidos por el Profeta (s.a.s.) y Sa’d ibn Abu Uaqqas era uno de los musulmanes pobres. 
[21] Es Zubair ibn al-Auam ibn Juuailid, Abu Abdullah al-Asadi al-Quraishi. Su madre Safyah era hermana de Abdullah el padre del Profeta (s.a.s.) y era sobrino de Jadiÿa. Nació en Meca veintiocho años antes de la Emigración. Uno de los más valientes entre los Compañeros, entró en el Islam a los dieciséis años, fue uno de los diez a los que se les anunció su entrada en el Paraíso, fue el primero en desenvainar una espada por la causa de Allah y participó en la batalla de Badr, Uhud y otras. Umar lo consideró entre los seis que estaban calificados para el califato después de él. Fue un hombre muy rico con un gran movimiento comercial, luego de su muerte sus propiedades fueron vendidas en 40 millones de dirhams. Lo asesinó Ibn Jarmuz durante la batalla del Camello en la que había tomado partido por A’isha, pero luego de encontrarse con Ibn Abbas o según otras versiones con el mismo Ali desistió de combatirlo. Tenía 64 años.    
[22] Es Talha ibn Ubaidullah ibn Uzmán, Abu Muhammad al-Tamimi al-Quraishi nació veintiocho años antes de la Emigración en Meca. Era uno de los más valientes y generosos Compañeros del Profeta (s.a.s.). Uno de los primeros ocho en aceptar el Islam, uno de los diez a los que se les anunció su entrada en el Paraíso y uno de los ocho elegidos por Umar para elegir el nuevo califa. Estuvo con el Profeta (s.a.s.) en la batalla de Uhud, salvando su vida y recibiendo veinticuatro heridas de las que se recuperó luego para luchar en todas las batallas que siguieron. Tenía grandes tratados comerciales en Iraq. Nunca permitió que un miembro de su tribu pasase necesidades o tuviese deudas ya que las pagaba  inmediatamente con su dinero. Fue asesinado durante la batalla del Camello peleando del lado de A’isha en el 36 H. y fue enterrado en Basora. 
[23] Umar, Uzmán, Ali, Talha y Zubair, que Allah esté complacido con todos ellos, fueron mártires.
[24] Zubair era el padre de Urua y Abu Bakr su abuelo materno y por eso lo llama también padre.
[25] Es Abu Uabaida Amr ibn Abdullah ibn al-Yarrah al-Quraishi. Fue uno de los primeros en aceptar el Islam, participó en la batalla de Badr y fue uno de los diez a los que el Profeta (s.a.s.) anunció que entrarían en el Paraíso. Umar lo nombró jefe de la campaña de Siria y luego su gobernador. Murió allí cuando se desató la peste en el 18 H. a los 58 años. 
[26] En el Sahih Buhari la versión de este hadiz se refiere a Hasan y Husain.
[27] Zaid ibn Hariz al-Kalbi fue tomado prisionero en una de las guerras entre tribus antes del Islam. Fue vendido como esclavo a Hakim ibn Hizam un sobrino de Jadiÿa, que lo compró para su tía. Ella se lo regaló al Profeta (s.a.s.) que lo liberó y lo adoptó a los ocho años, antes de ser confirmado como profeta. Fue uno de los primeros seguidores de Muhammad (s.a.s.). Se casó primero con Zainab prima del Profeta (s.a.s.), luego la divorció y se casó con Umm Aiman con la que tuvo a Usama. Participó en la mayoría de las expediciones y murió como mártir en la Batalla de Mu’ta, en la que él dirigió a los musulmanes, en el año 8 H. Su hijo Usama era amado profundamente por el Profeta (s.a.s.) y era llamado: El Amado del Profeta de Allah (s.a.s.). Murió durante el reino de Muauya en el 54 H.  
[28] El Profeta (s.a.s.) no lo subió a Ibn Zubair porque no quería sobrecargar al camello.  
[29] Jadiÿa bint Juuailid fue la primera esposa del Profeta (s.a.s.). Se casó con él quince años antes del comienzo de la Revelación cuando ella tenía cuarenta años y él veinticinco. Ella, una viuda rica con grandes relaciones comerciales, fue quien le ofreció matrimonio. Durante los veinte años que duró el matrimonio ella creyó en él cuando nadie lo hacía, lo apoyó en todas las dificultades de los primeros años y lo llenó de amor y afecto. Jadiÿa le dio al Profeta (s.a.s.) tres hijos: Qasim, por el que el Profeta (s.a.s.) fue conocido como Abu Qasim, Taiiab y Tahir, todos ellos murieron durante la infancia. Y entre las hijas: Ruqaiia, la mayor, luego Zainab, Umm Kalzúm y Fátima, la menor de ellas.  
[30] Implica que ambas fueron las mejores no solo en la tierra sino que también en el cielo.
[31] El Zarid es un plato popular de los árabes que consiste en un fino pan empapado en una sopa con carne y vegetales. Era la comida preferida del Profeta (s.a.s.).
[32] A’isha era en ese momento muy joven y todavía no había adquirido la madurez y la sabiduría que la caracterizó después. Ella se muestra en estos hadices y no trata de ocultarnos lo que sentía.
[33] Una pequeña reseña biográfica de A’isha se puede encontrar en el primer tomo de esta traducción del Sahih Muslim. Ella fue la tercera dama que entró en la casa del Profeta (s.a.s.) como su esposa y lo hizo en los umbrales de su pubertad. Los registros nos muestran que ella fue precoz en su desarrollo espiritual, intelectual y físico. A través de este casamiento se fortificó la relación del Profeta (s.a.s.) con Abu Bakr quien había sacrificado todo por la causa del Islam. Por este casamiento una jovencita de gran potencialidad entró bajo la influencia profética, en una edad en la que es fácil el aprendizaje y la comprensión de los significados de las enseñanzas del Profeta (s.a.s.). Las otras esposas del Mensajero de Allah (s.a.s.) eran de edad madura y por lo tanto fue A’isha la que pudo conectarse con más facilidad con las jóvenes que recién entraban en el Islam, a las que enseñó con franqueza y abiertamente todos los asuntos de la religión. Además con este casamiento se eliminó una idea establecida firmemente en las mentes de la gente que era la inconveniencia de casarse con la hija de un hermano en la fe. El casamiento que está prohibido es con la hija de un hermano de sangre y no el otro. 
[34] Significa que su marido no tiene nada de atractivo sin embargo es arrogante. La carne encima de la colina es su arrogancia y su terquedad con su esposa.  
[35] Este hombre es como los animales lo único que le interesa es comer y beber y no le interesa el bienestar de su mujer e hijos.
[36] El posee buenas cualidades de cuerpo y espíritu.
[37] Es cálido y hospitalario y el fuego siempre está encendido en su cocina.
[38] Es también el jefe y está atendiendo a sus huéspedes.
[39] En la antigua sociedad árabe no había fiesta sin música y danza, entonces cuando los camellos oían la música se acercaban y sabían que serían sacrificados para servir su carne a los invitados.
[40] Era una mujer insignificante sin ninguna posesión.
[41] Se refiere a la hija de Abu Yahl a la que Ali había propuesto matrimonio.
[42] Se refiere a Abu’l-As casado con Zainab, la hija del Profeta (s.a.s.). Su tribu lo presionó para que abandonase a Zainab pero él no lo hizo pese a que en ese tiempo él todavía no había aceptado el Islam.
[43] Este incidente ocurrió luego de la conquista de Meca cuando hasta los peores enemigos del Profeta (s.a.s.) habían aceptado el Islam. Ese era el caso de la familia de Abu Yahl. La mujer con la que Ali se quería casar era Yuairiia y según otros Aura y otros opinan que era Yamila. Cuando Ali la pidió en matrimonio la familia creyó oportuno consultar al Profeta (s.a.s.) antes de dar una respuesta. La convivencia de Fátima con la hija del que había sido el más feroz enemigo del Profeta (s.a.s.) y que había aceptado el Islam hace poco tiempo, podía ser una fuente de problemas para el hogar de Ali.
[44] La mayoría de los sabios opinan que Gabriel le recitaba el Corán una vez al año y que solo en el año de su muerte se lo recitó dos veces. Pero en este hadiz menciona que a veces se lo recitaba dos veces, si era así los sabios dicen que era mucho el tiempo que pasaba entre una y otra recitación y que en su último año de vida ese tiempo se acortó tanto que hizo que el Profeta (s.a.s.) pensase que su fin estaba próximo.
[45] El problema de los mercados es que la gente se olvida de Allah como El dice en el Corán: “Y cuando ven negocios o diversión escapan allá y te dejan plantado”. (62:11)
[46] Ha sido relatado que a menudo Gabriel se presentaba con la forma de Dihia Kalbi. El hadiz atestigua la eminencia de Umm Salama que vio a Gabriel en su forma humana. 
[47] Al decir manos largas el Profeta (s.a.s.) quería decir la más generosa. Y Zainab era la más generosa de sus esposas. Ella fue la primera en morir en el año 20 H. durante el califato de Uzmán. Y así su profecía se cumplió.
[48] Umm Aiman tenía derecho a levantarle la voz al Profeta (s.a.s.) ya que lo había criado en su niñez y el Mensajero de Allah (s.a.s.) decía que ella era su segunda madre.
[49] Umm Sulaim y Umm Haram eran las hermanas de su madre y por lo tanto él las podía visitar como si fuesen sus madres.
[50] Abu Talha Zaid ibn Sahl an-Nayari. Era uno de los primeros Compañeros del Profeta (s.a.s.) entre los Ansares de Medina. Muy valiente y dedicado al Profeta (s.a.s.). Hay diferencias respecto a su muerte, algunos opinan que fue en el 31 o 34 H. y otros durante una expedición marítima en el 50 o 51 H.
[51] Bilal ibn Rabah, Abu Abdullah al-Habashi. El muezzin del Profeta (s.a.s.) y el encargado de los fondos comunes de los musulmanes (Bait al-Mal). Uno de los primeros en aceptar el Islam, presente en todas las batallas con el Profeta (s.a.s.), cuando este murió llamó a los musulmanes al salat por última vez. Vivió en Medina hasta que los ejércitos musulmanes partieron para Siria, fue con ellos y murió en Damasco en el 20 H.
[52] Su resumen biográfico en el Tomo I, pág. 36.
[53] Esto no significa que solo estos cuatro recopilaban el Corán, había cientos o miles que lo hacían. Lo que significa es que estos cuatro se dedicaron exclusivamente a ello.
[54] Abu Amr Sa’d ibn Mu’adh ibn Nu’man al-Ansari pertenecía a la tribu de los Banu Abd al-Ashhal y era el jefe de los Aus en Medina. Los Banu Ashhal fue la primer tribu de Medina que aceptó el Islam. Sa’d participó en todas las primeras batallas del Profeta (s.a.s.) y murió en el 5 H. como consecuencia de una herida recibida en la batalla de Moat.
[55] Al que muere en la batalla o sea el mártir (shahid) no es necesario realizarle la ablución completa que se le hace a los muertos.
[56] Abu Dharr Yundub ibn Yundub al-Gifari fue uno de los primeros en aceptar el Islam, quizás el quinto entre los hombres libres. Era un jinete audaz y un valiente guerrero, junto a otros jóvenes de su tribu causaron grandes daños a las caravanas de los Quraish al comienzo de la expansión del Islam. Era famoso por su ascetismo, su piedad y su devoción a Allah. Murió en Rabadha, cerca de Medina, en el 23 H.
[57] Los Sabéos son miembros de una religión monoteísta que existió entre el Judaísmo y el Cristianismo.  
[58] Yarir ibn Abdullah al-Bayali era el jefe de tribu Bayila que estaba asentada en el Yemen. Entró en el Islam pocos meses antes de muerte del Profeta (s.a.s.), seis meses según alguno y menos según otros. Fue enviado por el Profeta (s.a.s.) a destruir el templo de Dhu’l Jalasa. A pesar de que su compañía con el Mensajero de Allah (s.a.s.) fue corta este lo quería mucho. Murió en el 51 H. o en el 54 H.
[59] Abdullah ibn Abbas ibn Abd al-Muttalib ibn Hashim, primo hermano del Profeta (s.a.s.), nació tres años antes de la Emigración. Tenía trece años cuando murió el Profeta (s.a.s.). Uno de los más educados y sabios de los Compañeros, especialmente en todo lo referido al Corán. Solía escribir los hadices del Profeta (s.a.s.). Murió en Ta’if a los más de setenta años. 
[60] Este ruego se convirtió en realidad ya que Ibn Abbas tenía una comprensión profunda del Corán y sus interpretaciones son consideradas las más perfectas en la Shari’a.
[61] Abdullah ibn Umar ibn al-Jattab, Abu Abdur Rahman era el hijo mayor del segundo califa Umar. Aceptó el Islam junto con su padre en el año 6 H. Emigró a Medina antes que su padre, no participó en las primeras batallas debido a su corta edad, pero a partir de la campaña de Moat estuvo presente en casi todas las expediciones y batallas. Su rectitud le hizo rechazar el tomar partido luego del asesinato de Uzmán. Y pasó el resto de su vida dedicado a la devoción, al estudio y era considerado una de las grandes autoridades de los hadices. Murió en circunstancias trágicas cuando Meca fue tomada por el general Umaya, Al-Haÿÿaÿ ibn Yusuf para acabar con el corto califato de Abdullah ibn Zubair. Abdullah ibn Umar despertó la ira de Al-Hayyay cuando lo criticó por su negligencia respecto a la oración y al defender a Ibn Zubair de las calumnias de Al-Haÿÿaÿ . Entonces este lo mandó a envenenar subrepticiamente y luego lo visitó en su lecho de enfermo y al morir dirigió su oración fúnebre. Murió a los ochenta y tres años en el 73 H. 
[62] Su resumen biográfico en el Tomo I, pág. 8.
[63] Abdullah ibn Salam al-Hariz al-Isra’ili, Abu Yusuf. Pertenecía a la tribu judía de los Banu Qainuqa que estaba asentada en Medina desde antes de la llegada del Islam. El Profeta (s.a.s.) le dio el nombre de Abdullah, antes se llamaba Hasin. Aceptó el Islam en cuanto el Profeta (s.a.s.) llegó a Medina, era uno de los más sabios entre los judíos y muy respetado por ellos por su erudición.
[64] En el Corán se refiere así a los habitantes del Infierno: “¿Y la gente de la izquierda? ¿Quienes son la gente de la izquierda? Ellos estarán expuestos a un viento abrasador, en agua muy caliente, a la sombras de un humo negro, ni fresca ni agradable”. (56:41-44)
[65] Es la gente del Paraíso.“¿Y la gente de la derecha? ¿Quienes son la gente de la derecha? Ellos estarán entre azufaifos sin espinas y liños de acacias, en una extensa sombra, cerca de agua corriente y abundante fruta, inagotable y permitida”. (56:27-34)
[66] Era Hassan ibn Zabit ibn Mundhar ibn Haram ibn Amir ibn Zaid ibn Adi ibn Amr ibn Malik, Abu Ualid. Pertenecía a una familia rica de la tribu de los Jazraÿ y tenía un fuerte cerca de la mezquita del Profeta (s.a.s.). Era famoso por su poesía, aceptó el Islam a los sesenta años y rindió un gran servicio al Islam respondiendo con agudeza a las burlas de los idólatras y los hipócritas. En su poesía exhortaba a la gente a vivir de modo simple y piadoso. Murió a los 120 años durante el gobierno de Muauya.  
[67] Esto es una referencia a las criticas que él le había hecho a A’isha.
[68] La aleya completa es: “Los mentirosos forman un grupo entre vosotros. No creáis que se resolverá en mal para vosotros, antes, al contrario, en bien. Todo aquel que peque recibirá conforme a su pecado, pero el que se cargue con más culpa tendrá un castigo terrible”. (24:11) Esta aleya se refiere a Abdullah ibn Uabay, el reconocido hipócrita que fabricó mentiras sobre A’isha y las hizo circular entre la gente, y no a Hassan ibn Zabit como dice Masruq. El error de Hassan fue caer bajo la influencia de Abdullah ibn Ubaii durante un corto tiempo, cuando supo la verdad pidió perdón y se arrepintió sinceramente.  
[69] Quiere decir: Si recitas una sátira contra Abu Sufian estarás satirizando también a su familia que es también la mía.
[70] Hassan le aseguró que escribiría un poema que no lo afectaría en lo más mínimo. Y escribió este verso. Bint Majzúm (la hija de Majzúm) es Fátima bint Amr bint A’idh bint Imrán bint Majzúm la esposa de Abd al-Muttalib y madre de Zubair, Abu Talib y Abdullah, el padre del Profeta (s.a.s.). El padre de Abu Sufián se llamaba Hariz y era hijo de Sumaiia bint Mauhab que era un esclavo de Abdu Manaf. Y la madre de Abu Sufián también era una esclava. 
[71] Una colina cerca de Meca.
[72] Su reseña biográfica está en la pág. 5 del Tomo I.
[73] Esto es conocido como Bai’at al-Riduan. Fue tomado por el Profeta (s.a.s.) cuando Uzmán ibn Affan fue a Meca en nombre de los musulmanes para negociar con ellos en vísperas del pacto de Hudaibya. Como su regreso se retardó los musulmanes pensaron lo peor y estaban muy preocupados, entonces dieron al Profeta (s.a.s.) un juramento de fidelidad y un compromiso de sacrificar sus vidas para vengar a su compañero y de seguir firmes junto a él bajo toda circunstancia. El Corán de refiere a este pacto con las siguientes palabras: “Ciertamente Allah estaba satisfecho con los creyentes cuando te juraron fidelidad bajo el árbol. El sabía lo que sus corazones encerraban e hizo descender la tranquilidad sobre ellos prometiéndoles una victoria cercana”. (48:18)   
[74] Su reseña biográfica está en la pág. 61 del Tomo I.
[75] Era una famosa tribu de Yemén
[76] Hakim es un hombre sabio y prudente que salva su vida diciéndole a sus enemigos que esperen que ya llegan sus compañeros dando la impresión de que no está solo. Es una estrategia para la batalla.
[77] Abu Sufian aceptó el Islam el año de la conquista de Meca, el 8 de la Emigración. A pesar de esta aceptación los musulmanes no lo respetaban debido a sus acciones pasadas, entonces le pidió estas tres cosas al Profeta (s.a.s.) para elevar su posición. La generosidad y magnanimidad del Profeta (s.a.s.) con el que fuera su feroz enemigo es aquí manifiesta. Umm Habiba llevaba ya uno o dos años casada con el Profeta (s.a.s.), quizás su impresión era de que como el casamiento se había llevado a cabo sin el permiso del padre ahora el lo otorgaba para darle validez. Respecto al pedido para su hijo, Muauya fue escriba del Profeta (s.a.s.) durante muchos años. Y en el tercer pedido la respuesta del Profeta (s.a.s.) equivale a un: Bueno ya veremos. No significaba una aceptación y ejecución inmediata ya que el Profeta (s.a.s.) quería observar su comportamiento.
[78] Ansar es el plural de Nasir y deriva de Nasara, él ayudó. Ansares o ayudantes es la palabra con la que se designó a los primeros musulmanes de las tribus de Aus y Jazraÿ y otras tribus de Medina que no solo invitaron al Profeta (s.a.s.) a su ciudad que entonces se llamaba Yatrib sino que lo asistieron y lo ayudaron de todas las formas. El ejemplo de sacrificio y generosidad con la que los Ansares recibieron a los Emigrantes de Medina se encuentra raramente en la historia.
[79] Cuando el Profeta (s.a.s.) se dirigía hacia Badr para resistir el ataque de los Mequenses Abdullah ibn Ubay, el hipócrita, dejó el ejercito musulmán y confundió a las tribus de los Banu Salama y los Banu Hariza, pero pronto ellas recuperaron la paciencia y la confianza. Ellas estaban felices que la revelación les asegurase la protección de Allah.
[80] Ella era Umm Sulaim, la tía materna del Profeta (s.a.s.).
[81] Esta es la tribu que asesinó a los recitadores de Corán que el Profeta (s.a.s.) les había enviado como respuesta al pedido de la tribu de que necesitaban a alguien que les enseñase el Islam.
[82] Son las tribus que aceptaron el Islam antes que las otras y que se comportaron son sinceridad con el Profeta (s.a.s.). Su carácter era mejor que el de las otras tribus aún antes del Islam.
[83] Montar camellos significa un vida de rigor y dificultades. Lo que Abu Huraira quiere decir es que a pesar de que María nunca montó camellos es superior a todas las mujeres de los Quraish.
[84] Antes del Islam los árabes solían hermanarse y tenían derecho a la herencia del otro, esta hermandad era tratada como un lazo de sangre y había que estar uno al lado del otro tanto para las causas buenas como las malas. El Profeta (s.a.s.) anuló este tipo de hermandad (Hilf) y creo una nueva en la que no se hereda al otro pero está el principio de colaboración y ayuda mutua y de lucha contra el mal.
[85] Esto significa que habrá gente que testimoniará de prisa sin ser conscientes de su responsabilidad y atestiguarán a favor de un criminal para salvarlo del castigo o lo harán falsamente para que un inocente sea castigado.  
[86] Ser gordo no es un pecado, pero comer excesivamente para tener más carne en el cuerpo es un hábito reprobable. Aún en la actualidad en algunos países de Oriente los gordos son los ricos y los poderosos, es en este sentido la censura del Profeta (s.a.s.). 
[87] Abu Tufail que fue el último de los Compañeros en morir, lo hizo cien años después de ese día confirmando así las palabras del Profeta (s.a.s.). 
[88] Uuais al-Qarni era un yemenita de la tribu de Murad. Fue contemporáneo del Profeta (s.a.s.) pero no lo pudo ver, por lo tanto es contado entre los sucesores (tabi’in) y no entre los Compañeros. Se le ha dado el título de Jair at-Tabi’in, el Mejor de los Seguidores. Era un hombre devoto y piadoso que dedicaba la mayor parte de su tiempo a la oración y a la reflexión. Murió en la batalla e Siffin combatiendo del lado de Ali. 
[89] La palabra que se usa aquí es Qirat que es una fracción del dinar o del dirham y que era de uso común en Egipto. La frase sería que es una tierra donde la gente habla mucho de riquezas y de bienes. Pero también la palabra Qirat pude significar algo obsceno o un insulto. 
[90] Haÿÿar la madre de Ismael, el hijo de Abraham era egipcia. La mayoría de los árabes descienden de Ismael entonces están emparentados con los egipcios por el lado materno.
[91] Es una referencia a María la Copta, la esposa del Profeta (s.a.s.) que era egipcia.
[92] Aquí está Al-Haÿÿaÿ diciéndole a la hija de Abu Bakr y madre de un hombre extremadamente piadoso como Abdullah ibn Zubair que su hijo era un enemigo de Allah.
[93] Cuando el Profeta (s.a.s.) y Abu Bakr emigraron a Medina y se escondieron de los Quraish que los perseguían ella les llevaba las provisiones escondidas entre sus ropas y sostenidas por un cinturón.
[94] El era Al-Mujtar ibn Abu Ubaid al-Zakafi que era un falso profeta y fue muerto por Musa ibn Zubair.
[95] La gente verdaderamente fiel al Islam son muy pocos comparados con los que pretenden amarlo.

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