CUANDO EL INCREDULO (KAFIR) ABRAZA EL ISLAM, SERÁ BENEFICIADO POR LAS BUENAS ACCIONES QUE HIZO EN SU INCREDULIDAD
En Silsilat Al-Ahadiz Assahiha, dijo el Sheykh Muhammad Nasruddin Al-Albany (que Allah le tenga misericordia):
“Si
el siervo se somete al Islam y lo practica correctamente, Allah escribe
para él toda Hasanah (buena obra) que haya hecho en su pasado, y le
borra toda Sayiah (mala obra) que haya cometido en su pasado, y luego
viene la retribución (Al-Qisas): si hace una buena obra se le escribe
multiplicada por diez veces hasta setecientas veces, y si comete una
mala obra se le escribe por igual excepto que Allah le perdone”.
El
Sheykh Al-Albany (que Allah le tenga misericordia) añadió que Al-Hafid
(الحافظ) Ibn Hajr Al-Asqalani (que Allah le tenga misericordia) en
Al-Fath dijo:
“Queda
demostrado en todas las narraciones un tema que en Al-Bukhari no se
habló, y es, el escribir las hasanat (las buenas obras) adelantadas
antes de someterse al Islam. El Profeta -que la paz y las bendiciones de
Allah sean con él- se refiere cuando dijo (Allah escribe), a que Allah
-alabado y exaltado sea- ordena que se escriba. Y en otra narración
transmitida por el imam Addarqutni -que Allah le tenga misericordia- que
Zaid ibn Malik narró que Anas ibn Malik -que Allah se complazca de él-
dijo este trozo de hadiz de la siguiente forma: (…y Allah ordena a Sus
ángeles diciéndoles: “Escribid!”). Según algunos sabios dijeron que en
Al-Bukhari no se habló de este tema porque consideraba que se
diferenciaba con las reglas. El imam Al-Maziri -que Allah le tenga
misericordia- decía que el incrédulo no será recompensado por las buenas
obras que hizo durante su incredulidad dado que quien se acerca a Allah
tiene que cumplir con una condición y es el conocer a Aquél (Allah) a
quien se quiere acercar a Él; el juez Eyadd -que Allah le tenga
misericordia- seguía la misma opinión del imam Al-Maziri, mientras que
el imam Annawawi -que Allah le tenga misericordia- se diferenciaba con
ellos y dijo: <>
Al-Hafid
(الحافظ) Ibn Hajr Al-Asqalani (que Allah le tenga misericordia) añade
diciendo: “Verdaderamente, por el favor de Allah, no es necesario que la
forma de corregir como las buenas obras que un musulmán realizó durante
su incredulidad sean iguales a la manera establecida para su
aceptación”.
Ibn
Hajr Al-Asqalani (que Allah le tenga misericordia) dice refiriéndose al
hadiz arriba indicado: “De la narración se puede destacar que Allah
ordena escribir (solo escribir) la buena obra como el reparo del
incrédulo, suspendiendo su aceptación y dependiéndola de su islamización
para que fuera recompensado por ellas, y si no, no se aceptan ni será
recompensado por hacerlas. Esta opinión considero que es la más
aceptada, y es la que afirmó el imam Annawawi, Ibrahim Al-Harbi, Ibn
Betal y otros de los antiguos sabios -que Allah les tenga misericordia-,
así como es la opinión de varios sabios de los cercanos como los imames
Al-Qurtubi e Ibn Al-Munir y otros. Dijo Ibn Munir: “No veo ningún
inconveniente en aceptar la opinión de aquellos sabios que dijeron que
Allah -alabado y exaltado sea- añade a las buenas obras (Hasanat), los
actos de aquél musulmán que hizo lo que pensaba que estaba bien de forma
contraria a las reglas (a la hora de reparar un mal acto, o realizar
una buena obra), tal y como es el favor de Allah que puede dar a quien
quiere de Sus siervos sin que estos hayan obrado, como es el caso de los
incapacitados (físicamente y/o económicamente) que Allah -alabado y
exaltado sea- les escribe la recompensa de lo que no han hecho porque
cuando podían lo hacían (los que realizaron buenas obras con los demás y
dejaron de hacerlas por encontrarse incapacitados, Allah les seguirá
recompensando por lo que hicieron a pesar de que no continuaran
realizándolas por incapacidad). Si Allah -alabado y exaltado sea- se
permite recompensar a sus siervos por obras que no han hecho, es
indudable que Se permita aceptar y escribir los reparos (Al-Kaffarat
-corrección de errores y de malas obras-) como las buenas obras que no
completan las condiciones de las reglas establecidas, y la prueba de
esto, es lo que está registrado en el Corán y en las Narraciones
Verídicas (Al-Hadiz Assahih) sobre aquél de la gente del libro que luego
cree en la última religión (el islam) y lo practica tiene doble
recompensa de Allah -alabado y exaltado sea-, tal y como si muere en su
primera creencia (que no sea el islam) ninguna de sus obras virtuosas le
beneficiarán, sino que (sus obras virtuosas) se convertirán en polvo
disperso (se perderán). El Profeta -que la paz y las bendiciones de
Allah sean con él- fue preguntado por Aisha -que Allah se complazca con
ella- sobre Ibn Jadaan, le dijo: “Oh mensajero de Allah! En la época de
Al-Jahiliya, Ibn Jadaan mantenía los lazos de parentesco y exhortaba a
alimentar a los pobres. ¿Le beneficiarán esos actos? Contestó -que la
paz y las bendiciones de Allah sean con él-: No le beneficia, él jamás
dijo: “rabbi aghferli khatiati yaouma addin” (Mi Señor, perdóname mis
faltas el día del juicio)”. Esto demuestra que si después de hacerse
musulmán dice esta súplica (rabbi aghferli khatiati yaouma addin) le
beneficiarán las buenas acciones que hizo en su incredulidad.
En
el Hadiz de Ibn Jadaan consiste una clara evidencia de que el incrédulo
si se hace musulmán le benefician las buenas obras que haya realizado
durante su ignorancia (incredulidad), lo contrario de que si muere en
incredulidad, entonces no le beneficia, sino que sus obras serán vanas.
También se puede destacar de este Hadiz que los de la época de
Al-Jahiliyah (época de ignorancia anterior a que Muhammad -que la paz y
las bendiciones de Allah sean con él- fuese profeta) que murieron antes
de que el Profeta reciba la revelación, esos no eran de los que no
recibieron los mensajes de otros profetas, y por lo tanto no se salvarán
del castigo, y es por eso que Ibn Jadaan merece el castigo, es por eso
que las buenas obras de Ibn Jadaan han sido vanas.
Dice
el sheykh Al-Albani -que Allah le tenga misericordia-:Y esto es lo
correcto en lo que no se permite opinar diferente, dado que es lo que se
puede destacar en muchos hadices que se refieren a este tema. Y es por
eso que en el libro Hashiyat Assanadi ‘Ala Annisai, dijo el autor -que
Allah le tenga misericordia-: <>
El
sheykh Al-Albani -que Allah le tenga misericordia- añade diciendo:Y el
mismo ejemplo de la aleya que utilizó el imam Assanadi -que Allah le
tenga misericordia- lo afirman las aleyas que se refieren a que las
buenas obras se perderán si la persona quien las hace muere asociando a
Allah, como lo que dice Allah -alabado y exaltado sea- en el Corán: (A
ti y a los que te precedieron se os ha revelado: Si asocias a Allah
otros dioses, tus obras serán vanas y serás, sí, de los que pierdan)
[39:65], todas las aleyas que se refieren a quien muere en estado de
incredulidad y asociando a Allah afirman que sus buenas obras se
perderán, y de estas pruebas, lo que dice Allah -alabado y exaltado
sea-: (Las obras de aquéllos de vosotros que apostaten de su fe y mueran
como infieles serán vanas en la vida de acá y en la otra. Ésos morarán
en el Fuego eternamente) [2:217].A consecuencia de esto, aparece una
cuestión de Fiqh (jurisprudencia islámica), sobre aquél musulmán que
hizo la peregrinación (Al-Haj), luego salió del islam, después se
arrepintió y regresó al islam, en este caso, no se pierden sus obras, y
no ha de repetir su peregrinación; esta fue la opinión del imam
Ash-Shafe’i, y también fue una de las dos opiniones de Allaith ibn Sa’d
-que Allah les tenga misericordia-, esta misma opinión es la de Ibn Hazm
quien la defendió con buenas y solidas palabras, y veo necesidad de
transmitirlas (dice Al-Albani). Dijo ibn Hazm -que Allah le tenga
misericordia-: “El caso de quien hizo Al-Haj y la Umrah, después sale
del islam, y luego es guiado por Allah y salvado del infierno volviendo
al islam, no ha de repetirlos”.
Abu
Hanifa, al-imam Malik y Abu Sulaiman -que Allah les tenga misericordia-
dijeron: “Ha de repetir Al-Haj como la Umrah”. La prueba que utilizaron
fue lo que Allah -alabado y exaltado sea- dijo: (Si asocias a Allah
otros dioses, tus obras serán vanas y serás, sí, de los que pierdan)
[39:65], y no sé de otra prueba con la que apoyan esta opinión, a pesar
de que la anterior aleya no se considera una prueba que favorece lo que
dijeron, dado que Allah -alabado y exaltado sea- NO dijo: (Si asocias a
Allah otros dioses, tus obras que hiciste antes de asociar serán vanas),
esto (que hiciste antes de asociar) no se puede añadir porque es mentir
sobre Allah -alabado y exaltado sea-, sino que Allah se refiere que se
pierden las obras de quien cae en incredulidad si muere en ella. Algunas
obras jamás serían aceptadas si el hombre las hace en su incredulidad, y
son todas aquellas obras relacionadas con las obligaciones establecidas
en el islam, como por ejemplo, la Salat (la oración), la Zakat
(impuesto que se paga a los necesitados), Assiyam (el ayuno), Al-haj
(peregrinación), al-umrah (visita a la Meka), etc.…, toda obligación que
un creyente musulmán debe realizar, solo se acepta en su islam, y aún
que las haya realizado en su incredulidad, no se acepta aún que
posteriormente se haga musulmán y muera en el islam, dado que se vincula
la aceptación de esas obras con la condición de que quien las realiza
ha de ser musulmán.
Dice
Allah -alabado y exaltado sea-: (y serás, sí, de los que pierdan)
[39:65], esta aleya demuestra que el apostata (Al-Murtad) si vuelve al
islam, no perderá las obras que hizo antes de su apostasía (Riddah),
sino que se le escriben y será recompensado por hacerlas, siempre que
muera en el islam. No se diferencian dos de esta nación en que si un
apostata vuelve al islam no será de los que pierden, y será de aquellos
confortables que Allah -alabado y exaltado sea- estará complacido con
ellos y les recompensará con el paraíso. Ciertamente quien será de los
que pierden es aquél que muere en incredulidad, sea apostata o incrédulo
de origen, y este no es el caso de quien vuelve al islam o se hace
musulmán y muere en el islam.
Encontramos
que Allah -alabado y exaltado sea- dice: (No dejaré que se pierda obra
de ninguno de vosotros, lo mismo si es varón que si es hembra) [3:195], y
Dijo -alabado y exaltado sea-: (Quien haya hecho el peso de un átomo de
bien, lo verá) [99:7], y estas aleyas se refieren claramente a las
obras que el hombre que se hace musulmán haya realizado de forma
general, sea en su islam como en su incredulidad.
Se
narró en Al-Bukhari, Muslim y otros, que ‘Uruah ibn Azzubair -que Allah
le tenga misericordia- dijo que Hakim ibn Hezam -que Allah se complazca
con él- le transmitió que dijo al Profeta -que la paz y las bendiciones
de Allah sean con él-: “Oh mensajero de Allah! Que ves referente a las
obras que realizaba como adoración durante mi ignorancia como dar
limosna, liberar un esclavo o esclava, mantener el vínculo de
parentesco, etc.… ¿seremos recompensados por realizarlas? Contestó -que
la paz y las bendiciones de Allah sean con él-: Al hacerte musulmán,
serás recompensado por el bien que hayas adelantado (durante la
incredulidad).”
Dijo
Ibn Hazm -que Allah le tenga misericordia-: “Es verídico que quien cae
en apóstata y luego vuelve al islam, así como el incrédulo (que nunca
estuvo en el islam) que se hace musulmán, ambos serán recompensado por
el bien que hayan adelantado durante la incredulidad.
Cuando
un apóstata hace la peregrinación durante su islam, entonces, ya ha
cumplido con el deber que Allah -alabado y exaltado sea- le ha ordenado,
si lo hace (antes de su apostasía) tal y como se le fue indicado, y
vuelve a hacerse musulmán, entonces se considera aceptada su
peregrinación adelantada antes de su apostasía. Mientras que el
incrédulo que cree que la peregrinación a la Meka entra en su religión,
como es el caso de los Sabeos, la realiza (la peregrinación), y luego se
hace musulmán, esa peregrinación que realizó durante su incredulidad,
no le exentara de realizar la peregrinación después de hacerse musulmán,
dado que las personas en estado de incredulidad no practican las
adoraciones (Al ‘ibadat: todo lo que implica rendir culto a Allah
-alabado y exaltado sea- por medio de lo que nos prescribió como
Assalat, Azzakat, Ramadan y Al-Hajj) tal y como Allah -alabado y
exaltado sea- las prescribió que las hagamos según nos enseñó el profeta
-que la paz y las bendiciones de Allah sean con él- quien dijo: “Quien
realice una obra, la cual no le hayamos ordenado, le será rechazada”,
como es el caso de los Sabeos quienes realizaban la peregrinación tal y
como Yourasaf o Hermas la indicaron, de ellos no se acepta la
peregrinación.
Conclusión:
Aún que haya realizado Al-Haj como cualquiera de las adoraciones según
lo indicado en el islam pero durante el estado de incredulidad, no se le
aceptará, dado que tienen como primer condición para ser aceptadas, que
se sea musulmán. En cambio, las buenas acciones permanecen escritas
para la persona quien las hace y será recompensada por ellas, después de
hacer Ash-Shahadah (el testimonio de fe), y morir en el Islam.
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