lunes, 5 de mayo de 2014

La muerte en el Islam...



La voz árabe waft (3), del verbo tawaffà, significa "muerte", entendida como el fin puesto por Dios al período predeterminado de la existencia del ser humano. De ahí el empleo de la voz pasiva (tuwuffiya ), "ser muerto (por determinación divina)", para expresar el significado de morir. La muerte, así entendida, es el destino específico del mundo animado(4), el término del plazo (aal) concedido por Dios al hombre, pero no el final de la vida, sino el paso, el puente a la vida perdurable.
La muerte como punto de unión de esta vida con la del más allá es la causa misma de la existencia de la escatología. Por ella se prolonga la vida y de ahí su sentido "vivificador" para el musulmán.
El Corán alude en numerosas ocasiones a la muerte(5). Unas veces se refiere a ella como un designio de Dios, otras como el fin natural e inevitable de la existencia humana: <<cada uno gustará la muerte (III,185)>> o <<Dondequiera que os encontréis, la muerte os alcanzará, aún si estáis en torres elevadas(IV,78)>>, otras muchas, como el paso a la otra vida o el regreso a Dios: <<Toda alma probará el gusto de la muerte; entonces seréis devueltos a nosotros (XXIX,57)>> y en la mayoría de los casos, como el trance previo a la recompensa o al castigo, según hayan sido sus obras en esta vida. Incluso se menciona la existencia de dos muertes -el estado antes del nacimiento y el fin de esta vida- a las que siguen dos vidas, el nacimiento y la resurrección (Corán, II,29; XL,12) (6).

La existencia terrenal en nada puede compararse a la vida que espera a los bienaventurados después de la muerte: <<El breve deleite de la vida de acá es mezquino. La otra vida es mejor para quien teme a Dios>> y <<La vida de acá no es más que falaz y breve deleite>>, rezan dos aleyas coránicas (IV,77 y III, 11) presentadas a modo de ejemplo. Quien ha obrado con rectitud no tiene porque temer después de la muerte. Tendrá como recompensa el Paraíso (7).
En la tradición islámica la muerte aparece con frecuencia como un ente figurado creado por Dios y puesto bajo la custodia del ángel Azrael (cIzr'l )(8). Según el Kitb al-&scaron;aarat al-yaqn (pp. 13 texto árabe/43 traducción), la muerte se presenta como la separación del hombre de todo lo que le rodea en el mundo y, cuando desciende sobre alguien, se le manifiesta en su propia figura, expresándose en estos términos: "Yo soy la muerte la que te ha de sacar de este mundo. Dejarás a tus hijos huérfanos, a tu esposa viuda y tu fortuna pasará a tus herederos, a los que no amabas cuando estabas vivo. Si no presentas más que buenas acciones a tu favor, éstas serán una dicha para tí".

La creencia en la vida del más allá y el deseo de alcanzar el Paraíso prevalecen sobre el miedo y la angustia del hombre ante la muerte, sin embargo, en la soledad de la agonía sólo Dios puede ayudar a conservar la fe: Dios nos guarde a nosotros y a vosotros y nos preserve de perder la fe del corazón en el momento de la muerte, dice Ab anfa (m. 150 ó 151/767) (9).
La tradición recoge numerosas descripciones e imágenes de gran fuerza y plasticidad sobre los distintos trances por los que debe pasar el difunto, desde la llegada de la muerte hasta alcanzar su destino definifivo, pasando por la salida del alma de su cuerpo, la experiencia de la tumba, la resurrección y el Juicio Final (10). Asimismo el Paraíso (yannah) y el Infierno ( yahannam) son objeto de una rica y detallada descripción que sobrepasa todo lo imaginable(11).

3. Véase sobre la muerte en el Islam, E.I.2, VI, p. 902-903 [M. Abdesselem, Mawt].
4. E.I2, VI, p. 902: el ser humano se mueve por dos principios, uno pensante (nafs), que es el sentido del yo, consciente y permanente, y otro vital (r) insuflado por Dios. El segundo desaparece con la muerte.
5. Corán II,132; III,185; XXI,35; XXXIX,42; y LVI,83-96, entre otras citas.
6. El Sagrado Corán, publicación de la Amadiyya , pp. 25 y 1070, notas 50-53 y 2598.
7. Innumerables aleyas coránicas recogen esta promesa: XXXVIII,49-54; XLIV,54; LII,17-27; LV,46 y 78; LVI,11-40; LXXVIII,33, etc.
8. Ab l-asan al-A&scaron;car, &Scaron;aarat al-yaqn, pp. 14-17 texto árabe/43-44 traducción, describe al ángel de la Muerte.
9. &Scaron;aarat al-yaqn, pp. 20 texto árabe/46 traducción.
10. &Scaron;aarat al-yaqn, capítulos IV al XXXVI, pp. 14-73 texto árabe/43-81 traducción.
11. &Scaron;ayarat al-yaqn, capítulos XXXVII al L, pp. 73-96 texto árabe/81-96 traducción, describe el Infierno y el Paraíso. Sobre la descripción del Paraíso, véase el citado Kitb waf al-firdaws, y el artículo sobre este tratado de J.P. Monferrer, "El Kitb Waf al-firdaws de Ibn abb: exégesis y fuentes", pp. 83-94, así como el comentario (a la edición árabe de Beirut, 1407/1987) de Mª.I. Fierro, "La descripción del paraíso de cAbd al-Malik b. abb", pp. 243-244.
 

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