miércoles, 30 de abril de 2014

Texto de la qâsida en petición de ayuda enviada al sultán otomano Bayazid II (1481‑1512), por moriscos españoles,,,

Texto aljamiado
La fuente árabe original de esta casida es la obra del biógrafo e historiador al-Maqqarî titulada Azhar al-Riyâd. 

1. Una paz noble, perdurable y siempre renovada es atribución exclusiva de mi Señor, el mejor de los Califas.

2. La paz sea sobre mi muy alto y glorioso Señor, de quien le vinieron al infiel las ropas de la humildad.

3. La paz sea sobre aquel cuyo reinado ensanchó Allah con la victoria sobre toda comarca.

4. La paz sea con aquel que tiene su capital en la noble ciudad de Constantinopla.

5. La paz sea con aquel cuyo reino adornó Allah con ejércitos y pueblos sometidos a los turcos.

6. La paz sea contigo! Que Allah exalte tu rango y te haga reinar sobre todas las naciones.

7. La paz sea con el juez y con quien quiera que sea como él de entre los sabios, los nobles y los grandes.

8. La paz sea con los hombres píos y de religión y con aquellos, los sensatos entre los consejeros.

9. La paz sea contigo en nombre de los esclavos que permanecen en al‑Ándalus, en Occidente exilio,

10. a quienes cerca el oleante mar de Rum y el Océano insondable, profundo y tenebroso.

11. La paz sea contigo en nombre de unos esclavos afligidos por enorme calamidad, ay, y que enorme ha sido!

12. La paz sea contigo en nombre de unos ancianos cuyo blanco cabello se mesó a girones, después de haber conocido la gloria.

13. La paz sea contigo en nombre de unos rostros gados a descubrirse en el seno de bárbaros tras haber permanecido velados.

14. La paz sea contigo en nombre de unas doncellas a quienes el cura arrastra por los cabellos al lecho del deshonor.

15. La paz sea sobre ti en nombre de unas ancianas obligadas a comer cerdo y carne no sacrificada con ritual.

16. Todos nosotros besamos el suelo de tu corte e invocamos el bien sobre ti en todo tiempo.

17. Que Allah prolongue tu reinado y tu vida y te preserve de todo mal y toda desgracia.

18. Y te apoye con la victoria y el triunfo sobre el enemigo y te aloje en su complacencia y su cuidado.

19. Nos quejamos ante ti, mi Señor, del perjuicio, la des­gracia, y la enorme calamidad que nos aflige.

20. Hemos sido traicionados y convertidos al cristianismo, rompiendo con otra nuestra religión; hemos sido opri­midos con deshonor.

21. Y sin embargo, bajo la religión del profeta combatimos a los gobernadores de la cruz con nuestra intención interna,

22. Corriendo en la Guerra Santa grave peligro de ser muer­tos o capturados y sufriendo hambre y sed.

23. Pero los cristianos nos atacaban por todas partes cuerpo de ejército tras cuerpo de ejército como un vasto to­rrente,

24. barriéndonos con su empuje como bandada de langosta en su multitud de caballería y armas.

25. A pesar de todo resistimos a sus ejércitos durante largo tiempo exterminando grupo tras grupo,

26. aunque su caballería crecía por momentos mientras que la nuestra disminuía y escaseaba.

27. Entonces, cuando nos debilitamos, acamparon en nuestro territorio y lo asolaron ciudad por ciudad,

28. utilizando grandes cañones que demolían sus inaccesibles murallas

29. poniéndolas sitio, atacándola.3 durante días y meses, con celo y obstinación.

30. Por eso, cuando nuestra caballería e infantería hubo perecido, y cuando vimos que ninguna ayuda nos venía de nuestros hermanos,

31. y que nuestras vituallas habían disminuido haciendo nuestra situación realmente dura nos plegamos, en contra de nuestra voluntad a sus demandas por miedo a más calamidad,

32. temiendo que nuestros hijos e hijas fueran cogidos cautivos o cruelmente asesinados,

33. con la condición de que habíamos de permanecer en situación semejante a la de los mudéjares anteriores a nosotros, los habitantes del antiguo territorio

34. y que se nos permitiría gozar del derecho de llamar a la oración y celebrar nuestras plegarias rituales y que no se nos haría abandonar ninguna de las prescripciones de la ley religiosa,

35. y a quienquiera de nosotros que deseara cruzar el mar se le permitiría hacerlo de modo seguro hasta la costa africana, con todas las propiedades que quisiera llevar,

36. y otras estipulaciones que sobrepasan las ciento cincuenta.

37. Nos dijo entonces su príncipe y sultán: lo que habéis estipulado se os garantiza en su integridad.

38. Y nos mostró documentos conteniendo pactos y tratados diciéndonos: Esta es mi amnistía y mi protección,

39. por la cual quedáis en goce de vuestras posesiones y hogares, como estabais antes, pero sin armas.

40. Sin embargo, cuando quedamos bajo su tratado de protección la traición se hizo aparente pues rompió el pacto,

41. transgredió las Capitulaciones con que nos había engañado y nos hizo convertirnos al cristianismo por la fuerza, con dureza y severidad,

42. quemando los libros que teníamos y mezclándolos con excrementos e inmundicias.

43. Todos los libros que trataban de asuntos de nuestra religión fueron presa del fuego entre la mofa y la irrisión.

44. No dejaron ni un solo libro que perteneciera a un musulmán, ni un solo tomo con quien uno pudiera refugiarse en soledad y leer,

45. Aquel que ayunaba o rezaba y esto llegaba a saberse, iba a parar a las llamas,

46. aquel de nosotros que dejaba de ir a su lugar de descreencia era severamente castigado por el cura,

47. que le abofeteaba en ambas mejillas, confiscaba sus propiedades y le arrojaba en prisión.

48. Durante el Ramadán interrumpían nuestro ayuno obli­gándonos a tomar alimento y bebidas,

49. y nos ordenaban maldecir a nuestro Profeta y nos prohibían invocarle en tiempos de felicidad o desgracia.

50. Tan pronto oían a un grupo cantando su nombre, le infligían grave perjuicio,

51. pues sus jueces y gobernadores les castigaban con bas­tonazos, multas, prisión y humillaciones.

52. Aquel que moría sin que le hubiera atendido alguien con oraciones, se negaban a enterrarlo.

53. En lugar de ello le arrojaban a un estercolero como un burro muerto o un animal.

54. Además de esto perpetraban otras muchas maldades y actos deshonrosos.

55. Nuestros nombres fueron cambiados y se les dio una nueva forma sin que nosotros lo deseáramos ni diéramos nuestro consentimiento.

56. Ay! pues nos cambiaron la religión de Muhámmad por la de los perros cristianos, las peores de las criaturas.

57. Ay de nuestros nombres que fueron substituidos por los de estos bárbaros ignorantes!

58. Ay de nuestros hijos e hijas que tienen que ir todas las mañanas con el cura,

59. que les enseña descreencia, idolatría y falsedad sin que ellos puedan escabullirse!

60. Ay de aquellas mezquitas que han sido tapiadas y convertidas en estercoleros del infiel después gozado de la pureza ritual!

61. Ay de aquellos alminares en los que cuelgan las campanas sustituyendo a la Shahâda.

62. Ay de aquellas ciudades y de su belleza, como se han obscurecido en la infidelidad!

63. Se han convertido en fortalezas de los adoradores de la cruz, en ellas están a salvo de todo ataque.

64. Nos hemos convertido en esclavos, no en cautivos que puedan ser rescatados, ni siquiera musulmanes que pronuncian su Shahâda.

65. Por eso, si vieran vuestros ojos lo que ha venido a ser nuestra situación, se anegarían en lagrimas,

66. y ay! ay de nosotros! ay de la desgracia que nos aflige, el deshonor, el dolor y la opresión!

67. Te invocamos, Señor, por Allah y por el puro, el elegido, la mejor de las criaturas (Muhámmad),

68. y por los mas excelsos de entre los hombres, la familia de Muhámmad y sus compañeros, cuan nobles compañeros son!,

69. y por ‘Abbas, tío de nuestro Profeta y por su cabellera blanca, la mas venerable de las cabelleras,

70. por los probos varones reconocedores de su señor y todos los hombres íntegros dotados de nobleza,

71. quizá miren por nosotros y por lo que nos ha sucedido, quizá Allah desde su Trono derrame misericordia,

72. pues lo que tu dices es escuchado y lo que tu ordenas se realiza y cualquier cosa que mandes se lleva a cabo con rapidez.

73. Ya que el lugar de origen de la religión cristiana está bajo tu dominio, pues de allí se extendió a todas las regiones,

74. por Allah, Señor nuestro, dígnate favorecernos con un consejo o una palabra de protesta,

75. pues posees la excelencia, la gloria, el rango y el po­der de salvar a los siervos de Allah de todo mal.

76. Pregunta a su Papa, el gobernador de Roma, porque permiten la traición después de haber firmado la amnistía,

77. y porque nos perjudican con su engaño sin que haya habido falta ni crimen por nuestra parte.

78. Cuando su pueblo, que había sido conquistado, estuvo bajo la salvaguardia de nuestra religión y bajo la pro­tección de nuestros gloriosos reyes que cumplían sus promesas,

79. no fueron obligados a abandonar su fe ni sus hogares ni sufrieron traición o deshonor alguno.

80. En cuanto a garantizar un pacto y luego traicionarlo, eso es un acto prohibido por todas las religiones,

81. especialmente por parte de un rey, pues es un acto in­famante y vergonzoso, prohibido por la ley en toda región.

82. Tu carta les ha llegado, pero no han tenido en cuen­ta una sola palabra,

83. no hizo sino aumentar su enemistad y osadía en contra nuestra, y su perseverancia en toda clase de maldades.

84. Los enviados de Egipto llegaron y no fueron tratados con traición ni deshonor,

85. pero les dijeron que habíamos aceptado voluntaria­mente su religión de descreencia,

86. y que no nos habían impuesto, a los sometidos, la conversión a su idolatría; por Allah que nunca aceptaremos esa declaración,

87. han mentido acerca de nosotros con la mayor falsedad en sus palabras y argumentos al decir eso.

88. Fue el miedo a la muerte y a ser quemados lo que nos hizo convertirnos. Dijimos lo que nos hicieron decir; fue en contra de nuestra intención.

89. La fe del Profeta de Allah no se ha extinguido entre nosotros, a primera vista puede observarse que reconocemos el monoteísmo de Allah.

90. No aceptaremos, por Allah, ni nuestro cambio de religión ni lo que dicen acerca de la Trinidad,

91. y si proclaman que hemos aceptado su religión sin que nos hayan causado mal,

92. pregunta a Huejar por sus habitantes, como fueron ex terminados en la humillación y el infortunio,

93. y pregunta a Belfite, donde todos fueron despedazados a espada después de haber sufrido gran angustia,

94. pregunta por Munyafa, sus habitantes fueron aniqui­lados por la espada. Lo mismo ocurrió con la gente de la Alpujarra

95. en cuanto a Andarax, su gente fue consumida por el fuego. Encerrados todos en su mezquita, quedaron convertidos en carbón.

96. Ay de nosotros! Oh Señor nuestro, nos quejamos ante vos pues lo que nos aflige es la peor de las separa­ciones!

97. No podía habérsenos dejado nuestra religión y nuestra oración ritual, como juraron hacerlo antes de romper el pacto?

98. Si no, haz que nos dejen emigrar de su tierra al Norte de África, la tierra de nuestros seres queridos, con nuestras pertenencias,

99. Pues preferimos emigrar a quedar en la descreencia, con poder, pero sin religión.

100. Eso es lo que esperamos de la gloria de tu rango. Que nuestras necesidades sean por ti satisfechas!

101. De ti esperamos el fin de nuestras ansiedades, de nues­tra desgracia y de la humillación que nos aflige,

102. pues tu, que Allah sea alabado, eres el mejor de nues­tros reyes y tu gloria se eleva por encima de toda otra gloria,

103. por ello pedimos a nuestro Señor que prolongue tu vida en realeza y en gloria, en alegría y prosperidad,

104. paz en tus dominios, victoria sobre tus enemigos, tropas numerosas, riqueza y magnificencia.

105. Por ultimo, que la paz de Allah unida a su misericordia sean sobre ti todos los días y en toda hora. 

La biblia y el "hiyab", el velo... ( ahmed deedat ) subtitulado en español

Justicia, Derechos Humanos, Igualdad y Libertad en el Islam

El Islam es una religión que ordena la justicia y exige un trato equitativo para todos, independientemente de su raza, sexo, color, creencia o condición social. Alláh dice en el Corán: “Alláh prescribe la justicia, la beneficencia.” (An-Nahl: 90)
Al contemplar este versículo encontramos que Alláh no especifica quiénes son justamente ordenados de ser justos, ni tampoco indica a quien se haga justicia, ni establece una situación o circunstancia en la que uno debe ser justo. De esto, los “Ulemas” (eruditos) del Islam han entendido que la justicia y la buena conducta se requieren de todos, con todos y en todos los asuntos. 
Definición de la Justicia
 Cuando intentamos definir la justicia,  se presentan una serie de significados: la integridad, la imparcialidad, el uso de poder para defender lo que es justo, el cumplimiento de la ley, la concesión de lo que es debido...
 Los “Ulemas” (eruditos) musulmanes definen en general la justicia “al-'adl” como el opuesto de tiranía u opresión “ad-dulm”o lo que se define como: “Poner algo en el lugar inadecuado”, es decir,dar a las personas menos de lo que merecen.
De esto se puede concluir que el más cercano de los significados anteriores al sentido islámico es: la concesión de lo que es debido. Sin embargo, esto supone integridad, imparcialidad y en algunos casos requiere el uso de la autoridad y el cumplimiento de la ley para defender lo que es justo.Por lo tanto, podemos decir que la definición islámica de la Justicia comprende todos esos significados.
Un error común cometido por muchas personas que consideran que la justicia y la igualdad como sinónimos, y que si uno no ha igualado entre dos individuos, que no se ha comportado con justicia. Esto no es correcto. Aunque la justicia y la igualdad pueden tener sus similitudes y, a veces, la justicia puede exigir la igualdad de trato, esto no es siempre el caso. En algunos casos, la justicia se logra a través de la desigualdad.
En el Islam, el hombre hereda el doble que las mujeres heredan. Estas y otras regulaciones han sido legisladas por Alláh, que se ha descrito a sí mismo diciendo:“Y tu Señor no será injusto con nadie.”(Al Kahf:49)
Por lo tanto, estamos seguros de queno hay injusticia en el presente reglamento aunque carece de igualdad.Esto indica claramente que la justicia y la igualdad no son idénticos, sino que a veces pueden ser dos cosas totalmente distintas.
La llamada del Islam a la justicia
El Islam llama a sus seguidores a defender la justicia y luchar por su logro en un número de maneras:
 - Al ordenar y dirigir a los musulmanes a ser justos:
 Alláh dice: “¡Creyentes! Sed íntegros en la equidad, cuando depongáis como testigos de Alláh, aun en contra vuestra, o de vuestros padres o parientes más cercanos. Lo mismo si es rico que si es pobre, Alláh está más cerca de él. No sigáis la pasión faltando a la justicia. Si levantáis falso testimonio u os zafáis,... Alláh está bien informado de lo que hacéis.” (An-Nisa’:135)
También dice: “¡Creyentes! ¡Sed íntegros ante Alláh cuando depongáis con equidad! ¡Que el odio a una gente no os incite a obrar injustamente! ¡Sed justos! Esto es lo más próximo al temor de Alláh. ¡Y temed a Alláh! Alláh está bien informado de lo que hacéis.” (Al-Ma’idah: 8)
- Al informar a los musulmanes de que la justicia es un deber (el deber que tendrán que rendir cuentas en elDía del Juicio):
 Alláh dice: “Alláh os ordena que restituyáis los depósitos a sus propietarios y que cuando decidáis entre los hombres lo hagáis con justicia. ¡Qué bueno es aquello a que Alláh os exhorta! Alláh todo lo oye, todo lo ve.” (An-Nisa’: 58)
Algunos “Ulemas” (eruditos) dicen que la referencia a la justicia que sigue inmediatamente a la orden para el cumplimiento de fideicomisos indica que (el establecimiento y la defensa de la justicia) es uno de los más importantes y obligatorios de todos los fideicomisos.
- Al informar que el establecimiento de la justicia es uno de los principales motivos para el envío de los mensajeros y la revelación de los las sagradas escrituras:
Alláh dice:“Ya hemos mandado a nuestros enviados con las pruebas claras. Y hemos hecho descender con ellos la Escritura y la Balanza, para que los hombres observen la equidad.”  (Al-Hadid: 25)
Los  “Ulemas” (eruditos) dicen que  La palabra "Nuestros mensajeros" muestra que la justicia ha sido la meta de todas las revelaciones y las sagradas escrituras enviadas a la humanidad. El versículo también demuestra que se debe seguir las normas y directrices establecidas por las revelaciones para aplicar la justicia medirla. Esta última frase es de importancia especial ya que muestra algo que debemos entender es que: la justicia es de dos tipos:
1 - General y sin restricciones, es un tipo de justicia que, por naturaleza, es aceptado de manera inequívoca, se considera como tal en todo momento y en todo lugar y nunca se percibe como una conducta injusta; como ser amable con aquellos que son amables contigo y abstenerse de dañar a aquellos que no te han hecho agravios.
2 - La justicia legal que sólo puede ser reconocida a la luz de la legislación y puede ser abolida o derogada en algunos casos (con el fin de lograr un mayor beneficio), como por ejemplo el hecho de perdonar al asesino, si bien la justicia exige su pena de muerte y perdonar a aquellos que cometen un pecado contra ti, aunque la justicia implica que reciben su castigo.
No necesariamente se opone la primera definición con la segunda. La concepción religiosa de la justicia debe tener la prioridad, porque la humanidad ha sido creada para servir a Alláh y hacer su voluntad y esto requiere el establecimiento de la justicia de la manera que pretende.
- Informar a los musulmanes de las virtudes y las ventajas de la justicia hace que sean más atados a ella con el fin de alcanzar estas virtudes, que incluyen:
 1 - Ser amado por Alláh, ya que Alláh ama a los ecuánimes; dice:“Y si juzga, hazlo con ecuanimidad: Es cierto que Alláh ama a los ecuánimes.” (Al-Ma’ida: 42)
 2 –Ser  incluido en la misericordia de Alláhy obtener Su perdón el Día de la Resurrección,Alláh va a sombrear al gobernante justo en un día en que no habrá sombra excepto Su sombra.El Profeta (la paz y las bendiciones de Alláh sean con él) dijo: “Siete personas estarán a la sombra de Alláh en un día en que no habrá sombra excepto Su sombra…, entre ellos, un gobernante justo.”
 3 –Entrar  en el Paraíso en la otra vida, las personas que actúan con justicia estarán en el Paraíso en compañía de Alláh sentados en las plataformas de la luz.El Profeta,la paz y las bendiciones de Alláh sean con él, dijo: “Ciertamente los ecuánimes se sentarán en la compañía de Alláh en las plataformas de la luz. Ellos son los quejuzgan con justicia a sus familiares y en todos los asuntos que se les confían.”
4 - Prohibir la opresión y la injusticia entre ellos, El Profeta, relató de su Señor que Él dijo: “¡Oh mis siervos, me he prohibido la opresión para mí mismo, y la he hecho prohibida entre vosotros, para que no seáis injustos unos con los otros”.
- Al informar a los musulmanes de los malos efectos y las desventajas de la opresión para que la evitan y por lo tanto comportarse con justicia. Estas desventajas incluyen:
o   Que Alláh ha maldecido a los opresores. Alláh dice:“Los moradores del Jardín llamarán a los moradores del Fuego: Hemos encontrado que era verdad lo que nuestro Señor nos había prometido. Y vosotros, ¿habéis encontrado si era verdad lo que vuestro Señor os había prometido?¡Sí!, dirán. Entonces, un voceador pregonará entre ellos: ¡Que la maldición de Alláh caiga sobre los opresores.”(Al-A’raf: 44)
o   Que Alláh no ama a los que cometen opresión. Alláh dice: “En cuanto a quienes crean y obren bien, Él les remunerará debidamente. Alláh no ama a los que oprimen.” (Al-Imran: 57)
o   Que Alláh no guíaa los opresores. Alláh dice: “Así fue confundido el infiel. Alláh no dirige al pueblo impío.” (Al-Baqara: 258)
o   Alláh declara que las naciones anteriores fueron destruidas a causa de su  tiranía y su opresión. Alláh dice: “Hicimos perecer esas ciudades cuando obraron impíamente, habiendo fijado por anticipado cuándo iban a perecer.” (Al-Kahf: 59)
o   Queel Infierno es el lugar de descanso final de los opresores. Alláh dice: “Y di: La Verdad viene de vuestro Señor. ¡Que crea quien quiera, y quien no quiera que no crea! Hemos preparado para los opresores un fuego cuyas llamas les cercarán.” (Al-Kahf: 29)
El Todopoderoso también dice: “Quiero que cargues con tu pecado contra mí y otros pecados y seas así de los moradores del Fuego. Ésa es la retribución de los opresores.” (Al- Ma’ida: 29)
De esta manera Alláh y Su Mensajero han hecho evidentemente claro que el Islam es una religión de justicia y, por consiguiente, la obligación de todos los musulmanes a luchar por el logro y la aplicación de la justicia.
* Ejemplos específicos que muestran el interés y los esfuerzos del Islam para el establecimiento de la justicia:
Aunque el Islam ordenó, de forma general, el establecimiento de la justicia en todos los asuntos y condiciones, fue más específico en determinados casos, sobre todo en aquellos casos en que la opresión produce con frecuencia o en los que la gente se hace la vista gorda, a saber:
1 –La justicia en el trato a los huérfanos. Alláh dice:
“Quienes consuman injustamente la hacienda de los huérfanos, sólo fuego ingerirán en sus entrañas y arderán en fuego de la gehena.” (An-Nisa':10)
El Todopoderoso también dice: “¡No toquéis la hacienda del huérfano, sino de manera conveniente, hasta que alcance la madurez! ¡Dad con equidad la medida y el peso justos! ” (Al-An’am: 152) 
2 – La justicia en los negocios y el comercio. Alláh dice:
“¡Dad con equidad la medida y el peso justos!” (Al-An’am: 152) 
3 - La justicia entre las esposas. Alláh dice:
“Si teméis no ser equitativos con los huérfanos, entonces, casaos con las mujeres que os gusten: dos, tres o cuatro. Pero, si teméis no obrar con justicia, entonces con una sola o con vuestras esclavas. Así, evitaréis mejor el obrar mal.” (An-Nisa ': 3)
La poligamia es algo deseable en el Islam según lo indicado por éste y otros textos, Pero, si uno se teme tratar a sus esposas con injusticia, entonces este acto (la poligamia) se convierte en algo prohibido. Esto indica la gran importancia que el Islam ha asignado a la justicia, incluso en los asuntos personales.
 4 - La justicia en el castigo. Al-Bujari y Muslim han recogido de 'Aicha que el Profeta, la paz y las bendiciones de Alláh sean con él, dijo:
“Oh! gente, se extraviaron la gente anterior a vosotros por el hecho de que si robaba el noble le dejaron, y si robaba el ciudadano normal le impusieron el hadd, juro por Alláh, si Fátima hija de Muhammad roba, corto su mano”.
Así que esta es una breve visión del Islam sobre la justicia, que Alláh nos haga de los ecuánimes y nos permitirá cosechar los frutos de la justicia en esta vida y en el Más Allá.
Los derechos humanos en el Islam:
El Islam se ha ocupado de los derechos humanos y ha detallado los derechos y los deberes del hombre en todos los aspectos de la vida. Dice Alláh: “Por esta razón, prescribimos a los Hijos de Israel que quien matara a una persona que no hubiera matado a nadie ni corrompido en la tierra, fuera como si hubiera matado a toda la Humanidad. Y que quien salvara una vida, fuera como si hubiera salvado las vidas de toda la Humanidad. Nuestros enviados vinieron a ellos con las pruebas claras, pero, a pesar de ellas, muchos cometieron excesos en la tierra”.(Al-Ma’ida: 32) 
El derecho a la vida
  1. El derecho a la vida
Es el primero de los derechos auténticos del hombre. El Islam prohíbe que el hombre perjudique a sí mismo o al prójimo porque en realidad, el hombre no posee su cuerpo sino que éste es un “depósito que Alláh le ha dado y le ha pedido que lo proteja durante un periodo determinado y Alláh la recuperará más tarde. De ahí, Alláh prohíbe al hombre suicidarse o emprender cualquier acto abominable que pueda dañarle. Dice: ¡Creyentes! No os devoréis la hacienda injustamente unos a otros. Es diferente si comerciáis de común acuerdo. No os matéis unos a otros. Alláh es misericordioso con vosotros.” (An-Nisa: 29).
Por consiguiente, las instrucciones divinas y las del Profeta, la paz y las bendiciones de Alláh sean con él, exigen la preservación de la vida del individuo y exigen no perjudicarla sea como sea el caso. Así por ejemplo en el caso de que algún país sea afectado por la peste, el Profeta, la paz y las bendiciones de Alláh sean con él, ordena que nadie salga o entre a dicho país aplicando así el sistema de cuarentena con el fin de preservar la vida de las personas. Por esta razón, Alláh prohíbe el homicidio, lo considera como uno de los mayores pecados y lo condena severamente. Asimismo el Hadiz corrobora esta realidad considerando el hecho de matar a una persona sin  derecho como el peor de los errores. Dice Alláh: “Di: ¡Venid, que os recitaré lo que vuestro Señor os ha prohibido: que Le asociéis nada! ¡Sed buenos con vuestros padres, no matéis a vuestros hijos por miedo de empobreceros -ya os proveeremos Nosotros, y a ellos,- alejaos de las deshonestidades, públicas o secretas, no matéis a nadie que Alláh haya prohibido, sino con justo motivo ¡Esto os ha ordenado Él. Quizás, así, razonéis”. (Al-An’am: 151). De hecho, Alláh considera matar a una sola persona como matar a toda la gente para demostrar lo grave que es el homicidio. Dice en la sura Al-Ma’ida: “quien matara a una persona que no hubiera matado a nadie ni corrompido en la tierra, fuera como si hubiera matado a toda la Humanidad. Y que quien salvara una vida, fuera como si hubiera salvado las vidas de toda la Humanidad.” (Al-Ma’ida: 32)
Los derechos de la mujer:
El Islam garantiza a la mujer su condición y le da valor después de que estaba marginada en la época preislámica. Le atestiguó todos sus derechos y le devolvió las ventajas que se le habían arrebatado. Es lo que se puede palpar en los versículos del Corán y en el Hadiz del Profeta, la paz y las bendiciones de Alláh sean con él. En el islam, la mujer goza de su derecho a la herencia y también del derecho de elegir a su futuro marido contrariamente a lo que pasaba antes en las épocas anteriores.
Mirando de cerca la historia, se puede ver que la época preislámica  la mujer era en los ojos de los hombres un medio de placer pero el Islam le ha devuelto su dignidad y su situación. Así, una sura del Corán se titula An-Nisa (Las mujeres) y habla de la génesis   de la humanidad y cómo Alláh la ha creado del varón y de la hembra (Adán y Eva). Ordenó dar a la mujer su derecho a la herencia y a la dote así como exigió que el hombre gastara de su propio dinero por su mujer. La Sura habla también de todos los medios dispuestos a mantener la unión familiar.
En otra Sura (Al-Baqara, la mayor del Santo Libro), se habla de otras cuestiones como el casamiento, el divorcio y la adopción y también cómo Alláh aborrece el divorcio y lo considera como la última solución en el caso de que sea imposible para los cónyuges seguir viviendo juntos o si la enemistad está a punto de teñir su vida. A pesar de que el Islam ha dado el derecho de pedir el divorcio al hombre, no excluye a la mujer el mismo derecho si se da el caso en que se sienta incapaz de respetar lo que Alláh le ha mandado hacer y si teme cometer pecados.
Otra de las pruebas que atestiguan el amparo que ha dado Alláh a la mujer la prohibición del adulterio considerándolo uno de los peores pecados, pues dice en la Sura Al-Israa: “¡Evitad la fornicación: es una deshonestidad! ¡Mal camino...!” (Al-Israa: 32). Es más bien una coronación de la mujer y una protección de su castidad y dignidad. La mujer que practica el adulterio es considerada como un trozo de carne devorado por los perros. El Islam también ha garantizado a la mujer su derecho a la enseñanza y su papel en el seno de la sociedad y es todo lo contrario de lo que pasaba en la época preislámica.
Finalmente este Hadiz del Profeta, la paz y las bendiciones de Alláh sean con él, resume la visión que tiene el Islam sobre la mujer: “En verdad el mejor de entre ustedes es el mejor con su mujer y yo, soy el mejor de entre ustedes con mis mujeres”.
Derechos para todos
El Islam es una religión perfecta, no favorece a nadie; es una religión que respeta el derecho de los pobres y que ordena al rico ser generoso con los necesitados. Dice Alláh en la sura de Al-Ma’arij: “parte de cuyos bienes es de derecho, para el mendigo y el indigente” (Al-Ma’arij: 24-25). Así Alláh decretó la zakat y la impuso a los que pueden darla convirtiéndose de esta manera en el mejor sistema de solidaridad social en el  mundo. De igual manera, el Profeta, la paz y las bendiciones de Alláh sean con él, confirma esta realidad diciendo que el Islam está basado en cinco pilares, entre ellos menciona la zakat. Es una exclusividad del Islam en comparación con las demás religiones y sistemas jurídicos en los que no se le da el derecho al pobre sino que contribuyen a ensanchar la brecha entre pobres y ricos e incluso considera al pobre como un medio para ampliar la riqueza de los ricos. En el Corán y en la Sunna del Profeta, la paz y las bendiciones de Alláh sean con él, vienen en detalles las cuestiones relativas a la zakat, cuándo y cómo se debe pagar, quién debe sacarla etc. El Islam no se limitó a imponer la zakat como medio para realizar la igualdad social y a adorar a Alláh sino que exhortó a llevar a cabo otras cosas como por ejemplo la limosna que la persona puede dar de su propia voluntad. Son cosas que no perjudican ni a los ricos ni a los pobres o necesitados. Es un sistema propio al Islam desde hace siglos mucho antes de que nadie piense en él.
La libertad
La libertad es uno de los derechos principales del hombre. El Islam no prohibió íntegramente la esclavitud en la época del Profeta, la paz y las bendiciones de Alláh sean con él, sin embargo la restringió y limitó sus procedencias. De este modo, impidió esclavizar y vender a  los hombres libres e insistió para que se diera la  libertad a los esclavos tal como ha venido en muchos textos, así como les garantizó todos los derechos para que llevaran una vida digna. De tal manera que si hacemos una comparación entre la visión de la esclavitud en el Islam y la de los demás sistemas en Europa o América encontraremos una gran diferencia. En cuanto a la sabiduría divina en lo que se refiere a la esclavitud, sólo Él sabe lo que es bueno o malo para el hombre contrariamente a las leyes humanas que, en general, sólo lo perjudican. De hecho, el Islam no limitó la servidumbre a una categoría específica o a una raza determinada, al contrario había esclavos árabes y no árabes, blancos y negros, etc. Por otra parte, el Islam insistió para que se tratase a los esclavos de la mejor manera, cosa que no encontramos en ningún sistema anterior. Así y tal como viene en el Hadiz, ordenó a los amos que dieran a sus esclavos de lo que ellos comían y bebían, que les vistieran de lo que se vestían y que no les cargaran cosas que fueran más allá de sus capacidades. El mejor ejemplo es el Profeta, la paz y las bendiciones de Alláh sean con él, mismo quien dio la libertad a numerosos esclavos y, luego, muchos de sus compañeros lo imitaron en esto. Es más, los compañeros más cercanos al Profeta, la paz y las bendiciones de Alláh sean con él, eran esclavos. En cambio, muchos sistemas políticos maltrataron a los esclavos, cautivaron a los libres, avasallaron, violaron y torturaron a las mujeres y a los niños. Otros restringieron la esclavitud a una categoría o raza determinadas, como si estas razas hubieran nacido para ser esclavos y ser torturados bárbaramente. El islam, en cambio, delimitó todos los orígenes de la esclavitud menos uno solo: el caso de los presos de guerra que han luchado contra los musulmanes. A parte este caso, el Islam es uno de los promulgadores de la abolición de la esclavitud.
La igualdad
La igualdad es otro principio del Islam que no reconoce ni tribu ni privilegio basado en la raza o nacionalidad. Esto es, en el Islam todos somos iguales y no hay diferencia entre los individuos sino gracias a la piedad. Nadie puede prevalecer sobre los demás a causa de su pertenencia, todos nacimos de Adán y éste nació de la tierra. No hay preferencia entre un árabe y no árabe sino gracias a la piedad que es la balanza de evaluación en el islam. Dice Alláh en la sura Al-Hujurat: “¡Hombres! Os hemos creado de un varón y de una hembra y hemos hecho de vosotros pueblos y tribus, para que os conozcáis unos a otros. Para Alláh, el más noble de entre vosotros es el que más Le teme. Alláh es omnisciente, está bien informado.” (Al-Hujurat: 13). Nadie tiene derecho a enorgullecerse de ser mejor que otro porque estas cosas no tienen valor ante Alláh sino que lo que cuenta es lo que se siente y se hace. Dice el Profeta, la paz y las bendiciones de Alláh sean con él, a este propósito: “Alláh no mira a vuestras caras sino a vuestros corazones y a lo que hacéis”. De ahí, este rechazo de la esclavitud y el fomento de la justicia y la igualdad con la buena conducta y la piedad como base y como uno de los principios del islam. Así que si contemplamos la vida del Profeta, la paz y las bendiciones de Alláh sean con él, vemos cómo se empeñaba en asentir este concepto y luchar contra la esclavitud promulgando la igualdad entre toda la humanidad.  De hecho, los ejemplos abundan como por ejemplo Bilal Ibn Rabah el esclavo negro que se convirtió en uno de los más íntimos compañeros del Profeta, la paz y las bendiciones de Alláh sean con él, e incluso le encargó de un asunto de gran importancia: el primer almuédano en el islam. Salman el persa, el extranjero que vino de fuera de la península árabe buscando la verdad. El Profeta, la paz y las bendiciones de Alláh sean con él, lo recibió dignamente y dijo de él más tarde:”Salman es uno de nosotros”. Abdalah Ibn Salam no pertenecía a la tribu del Profeta, la paz y las bendiciones de Alláh sean con él, sino que era de origen judío. Sin embargo, creyó en Muhammad cuando se dio cuenta de la verdad y se convirtió él también en uno de sus más íntimos compañeros. Este otro ejemplo demuestra todos los sentidos de la igualdad entre las personas sean quienes sean: una mujer de la tribu Quraysh, conocida por su alto linaje, robó. Así la tribu envió a un intermediario, Osama ibn Zayd, al Profeta, la paz y las bendiciones de Alláh sean con él, para que perdonara a la mujer. Pero el Profeta, la paz y las bendiciones de Alláh sean con él, contestó diciendo que si se tratase de su propia hija le cortaría la mano.
Los derechos de los niños
Esta gran religión que es el Islam ha dado a cada cual los derechos que merece. De hecho, el Islam ordena a los padres que den a sus hijos una educación correcta y atenta y que los protejan de cualquier cosa que pueda dañarles tal como viene en muchos versículos del Santo Libro o en el Hadiz. Dice Alláh en la Sura An-Nisa: “Alláh os ordena lo siguiente en lo que toca a vuestros hijos” (An-Nisa: 11). Asimismo, el Profeta, la paz y las bendiciones de Alláh sean con él, ordenó que se diera al hijo un buen nombre que significara algo honesto y bueno y disuadió a los padres que eligieran algún nombre cuya significación fuese mala o punzante. Por ejemplo, el Profeta, la paz y las bendiciones de Alláh sean con él, cambió el nombre de una mujer que se llamaba “Asiya” (rebelde) por otro nombre “Yamila” (linda). Dice Alláh en la sura At-Tahrim:¡Creyentes! Guardaos, vosotros y vuestras familias, de un Fuego cuyo combustible lo forman hombres y piedras, y sobre el que habrá ángeles gigantescos, poderosos, que no desobedecen a Alláh en lo que les ordena, sino que hacen lo que se les ordena.” (At-Tahrim: 6).
Los eruditos explican este versículo diciendo que los padres deben dar una buena educación a sus hijos y enseñarles los preceptos de la religión y de la ética, según viene en el Hadiz ya mencionado: “Todos vosotros sois pastores y todos vosotros sois responsables de vuestro rebaño”.
Pero el Islam va más allá de lo dicho ordenando a los padres que traten a todos sus hijos de igual manera en lo que se refiere a sus relaciones con ellos, la entrega de regalos y la herencia… para que los niños no odien a sus padres o no traten mal a sus hermanos. Dice Alláh de aquellos que no respetan los derechos de sus hijos por ignorancia o temiendo la pobreza: “Di:¡Venid, que os recitaré lo que vuestro Señor os ha prohibido: que Le asociéis nada! ¡Sed buenos con vuestros padres, no matéis a vuestros hijos por miedo de empobreceros -ya os proveeremos Nosotros, y a ellos,- alejaos de las deshonestidades, públicas o secretas, no matéis a nadie que Alláh haya prohibido, sino con justo motivo ¡Esto os ha ordenado Él. Quizás, así, razonéis.” (Al-An’am: 151).
Lo mismo, el Islam respeta a los mayores. Dice el Profeta, la paz y las bendiciones de Alláh sean con él, a este respecto: “No es de nosotros quien no respeta a nuestros mayores y no tenga cariño por nuestros pequeños”. También, ordena ayudar a los huérfanos y nos prohíbe tratarlos con violencia; Alláh dictamina que el tutor del huérfano no debe tocar el dinero de éste hasta que el niño sea adulto.
Así vemos cómo el Islam toma en consideración  todas las diferencias que sean de raza, linaje, color de piel o tribu, que sea el individuo musulmán o no. Todas estas cosas no tienen valor en los ojos del islam, sólo cuentan los actos y la piedad; todos son iguales y merecen tener sus derechos según Alláh manda.
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